Una breve aclaración: pongo los libros que he
leído durante el 2012 que más me han gustado a mí. Mi selección
no tiene ninguna intención académica, ni siquiera literaria. El orden es aleatorio.
William Kennedy, Tallo
de hierro. Novela que
obtuvo el Premio Pulitzer en 1983 y que pertenece al ciclo de Albany,
conjunto de novelas de William Kennedy (1928) ambientadas en la
capital del Estado de Nueva York en los años treinta y cuarenta del
pasado siglo. Libros del Asteroide ha publicado también Roscoe,
negocios de amor y guerra y La jugada maestra de Billy Phelan.
La novela es una excelente aproximación a las consecuencias de la
Gran Depresión y se centra en la desafortunada vida de Francis
Phelan, un excelente personaje que representa sobre todo las sombras
de una vida desgraciada que le arrastra a vivir como un vagabundo, al
borde de la quiebra moral y física, aunque siempre queda un
resquicio para la redención. (Libros del Asteroide. 304 págs. 19,95
€.).
William March, Compañía K.
Publicada en 1933, aborda la guerra sin contemplaciones. La
protagonista es la muerte, que aparece mostrando siempre su rostro
más tormentoso, obsceno y repugnante. Esta novela, pionera e
innovadora en muchos sentidos, es muy original también en su
desarrollo literario, pues está formada por 113 estampas, cada una
de ellas protagonizada por un soldado de la Compañía K, vivo o
muerto. Cada estampa ocupa poco más de una página y se pasa de un
escenario a otro, de una batalla a otra, de un paisaje a otro. No
existe un argumento único aunque sí hay un hecho central que
funciona un poco como hilo conductor: la ejecución a sangre fría de
22 prisioneros alemanes. Los soldados que intervinieron en esa
matanza no consiguen liberarse de aquellos macabros recuerdos. March
escribe sobre todo esto sin retórica y con mucha ironía, un lúcido
efecto que multiplica el efecto demoledor de la novela.
(Libros del Silencio. 312 págs. 18 €.).
Andrés Trapiello, Ayer no más. Esta novela
tiene como telón de fondo la guerra civil, asunto al que su autor ha
dedicado no pocos trabajos y ensayos, el más conocido Las armas y
las letras. La novela aborda la Guerra Civil desde la perspectiva
actual, cuando un Catedrático de Universidad, hijo de un militante
falangista durante la guerra, descubre asuntos turbios en el pasado
de su padre que si salen a la luz hoy día pueden abrir una serie de
heridas de impredecibles consecuencias. Estos hechos le sirven a
José Pestaña, el protagonista, para comprobar con tristeza cómo
resulta casi imposible cambiar el enfoque de aquellos sucesos, que
todavía hoy se siguen utilizando para fomentar el revanchismo, la
división y el enfrentamiento. Con sus luces y sombras, es una novela
en la que Trapiello ha intentado salirse del guión maniqueista.
(Destino. 312 págs. 20 €.).
Francesco Piccolo, Momentos de
inadvertida felicidad. Este arriesgado libro, vanguardista a
su manera, consiste en la larga enumeración de aquellos “momentos
de inadvertida felicidad” que componen la existencia del narrador.
No se trata de grandes cuestiones, ni de sucedidos que vayan a pasar
a la historia. Piccolo hace un exhaustivo recuento de pequeños,
domésticos, intrascendentes instantes que le reportan una
persistente y contable sensación de felicidad. La lista de estos
momentos supone un muestrario de escenas cotidianas con las que, en
la mayoría de las ocasiones, resulta fácil identificarse, pues uno
se ve reconocido en esos minúsculos detalles que están presentes de
manera cotidiana en la realidad. (Anagrama. 152 págs. 14,90 €.).
Flann O’Brien. La gente corriente de Irlanda. Selección de las más de tres mil columnas periodísticas que O’Brien (1911-1966) escribió desde 1940 hasta 1966. Con anterioridad, Nórdica ha publicado todas sus novelas: El Tercer Policía, Crónica de Dalkey, La boca pobre, La vida dura y En Nadar-dos-pájaros, todas inclasificables, basadas en increíbles parodias literarias y humorísticas. Las mismas características aparecen en estos artículos, donde tienen cabida análisis sobre los vicios del lenguaje popular pasando y sus desternillantes dardos contra la sociedad literaria de su tiempo. Lo típico de O’Brien es ridiculizar los clichés y estereotipos léxicos, literarios y sociales más extendidos en la sociedad de Dublín. (Nórdica. 412 págs. 22,95 €.).
Edoardo Nesi, La historia de mi gente. No se trata propiamente de una novela, sino de un libro memorialístico que mezcla los recuerdos literarios, familiares y personales con la reflexión social y política sobre la crisis actual. Todo ello con un hilo conductor: explicar el desmoronamiento de la vida empresarial en Prato, ciudad italiana que ha sufrido las consecuencias de la globalización. Nesi describe desde dentro el progresivo hundimiento no solo de estas empresas textiles sino de todo un estilo de vida. El gran acierto de este relato es cómo el autor se identifica con el triste destino de sus paisanos. (Salamandra. 160 págs. 9,50 €.).
Austin Wright, Tres noches. Tras un matrimonio naufragado, Edward y Susan llevan veinte años sin verse. Pero de pronto Susan recibe el manuscrito de una novela escrita por Edward, La novela de Wright, cuenta el desasosegante contenido del libro de Edward y el proceso de lectura fascinada de Susan, que la llevará a replantearse su vida y su futuro. Original reflexión sobre los actos de escritura y lectura, sobre qué ponemos en juego en cada uno de ellos y sobre cómo nos transforman. Una historia brillante y absorbente, casi siempre inteligente. (Salamandra. 380 págs. 20 €.).
Rafael Azcona, ¿Por qué nos gustan las guapas? Conocido sobre todo por su labor como guionista de películas tan famosas como El pisito, El verdugo, Plácido, El cochecito, entre otras muchas, Azcona (1926-2008) cuenta también con una interesante trayectoria como escritor en donde hay que contar sus colaboraciones en la revista de humor La Codorniz desde 1952 a 1958. Aparece ahora el primer volumen de los tres con todos estos textos. Este volumen está dedicado a los años 1952 a 1955 y en ellos está el germen del humor que explotará luego en sus guiones. Todas son colaboraciones breves en las que, con un insólito sentido del humor, se ríe de los tópicos más manoseados por una sociedad esclerotizada que vivía cómodamente asentada en unos clichés lingüísticos, morales, afectivos y sociales. Como escribe el propio Azcona, “me encuentro estupendamente haciendo estas cosas: tirarle de la barba a la severidad, a la tristeza, a la melancolía y a la estupidez, es una delicia”. (Pepitas de Calabaza. 512 págs. 30 €.).
Amin Maalouf, Los desorientados. La
última novela de Maalouf, Premio Príncipe de Asturias de las Letras
2010, condensa los temas habituales de sus novelas y ensayos, en esta
ocasión desde una perspectiva biográfica, pues la novela cuenta,
con libertad, las repercusiones del exilio y de los sangrantes
conflictos bélicos del Líbano entre los miembros de su generación.
Adam, el narrador-protagonista, regresa al Líbano más de veinte
años después de su exilio para asistir al funeral de uno de sus más
íntimos amigos. Ya en Beirut, decide con Semiramis, antigua amiga
que, de golpe, se convierte en su amante, organizar una reunión con
sus antiguos compañeros. No es tarea fácil pues cada uno ha tomado
un camino distinto después de la irrupción de la guerra civil en
sus vidas. Maalouf bucea en las claves de la identidad, la religión
(tratada con respeto y, a la vez, de una manera crítica), el exilio,
el pasado, la memoria. (Alianza. 528 págs. 2 €.).
Javier Cercas, Las leyes de la
frontera. En su regreso a la novela, aborda Cercas el mundo
de los quinquis y de la delincuencia marginal del posfranquismo, que
creó una serie de mitos, como Juan José Moreno Cuenca, El
Vaquilla, idealizado con tanto éxito en películas, exposiciones
y en los medios de comunicación. Cercas se ha documentado muy bien y
reconstruye aquella España lumpen. Su protagonista es El Gafitas,
antiguo compañero de El Zarco, famoso delincuente con quien
compartió fechorías a finales de los setenta. Años después, El
Gafitas, ahora prestigioso abogado penalista, vuelve a
encontrarse en la cárcel con El Zarco. Otro personaje clave para
engarzar el pasado con el presente es Tere. La primera parte,
transcurre en el verano de 1978, en una Gerona “húmeda, oscura,
solitaria y cochambrosa”. La segunda, veinte años después, cuando
El Zarco es ya un mito de la delincuencia por sus fechorías y
evasiones. (Mondadori. 384 págs. 21,90 €.).
Cormac McCarthy, El
Sunset Limited. Estrenada
en 2006 como obra de teatro, es más una novela en forma dramática
que propiamente un drama. Toda la obra es el diálogo que mantienen
dos únicos personajes, Negro y Blanco, en un mismo espacio: el
apartamento de Negro en un suburbio de Nueva York. Negro, un
expresidario, ha salvado la vida en el último momento a Blanco,
quien ha intentado suicidarse. Negro y Blanco mantienen una
apasionada discusión sobre los motivos de Blanco para suicidarse y
los de Negro para salvarlo. Blanco es profesor universitario, culto,
un ser en bancarrota espiritual. Negro ha pasado siete años en
prisión, donde encontró la fe. La obra contiene un lúcido y a
veces agrio debate sobre el sentido de la vida y el lugar que puede
ocupar la religión. (Mondadori. 112 págs. 14,90 €.).
Robertson Davies, Levadura de malicia.
Davies (1913-1995) publicó en 1951 A merced de la tempestad,
con la que iniciaba la primera de sus trilogías, la de Salterton.
Levadura de malicia, de 1954, es la segunda novela de esta
trilogía. Comienza su trama con la publicación en el periódico
local del falso anuncio de boda entre Solly Bridgtower y Pearl
Vambrace. Este suceso dispara un conjunto de reacciones y rumores que
sirven para describir la vida en esta inventada ciudad canadiense a
mediados de los cincuenta. Lo interesante es cómo Davies describe y
retrata aquella sociedad, sus manías, la obsesión por las
apariencias, los rumores, las relaciones sociales, etc. También se
ha publicado la tercera parte, Una mezcla de flaquezas, de
1958. Las tres mantienen una misma ambientación y personajes, aunque
son independientes. (Libros del Asteroide. 320 págs. 21,95 €.).
Edmund Crispin, La juguetería errante.
La acción de esta novela protagonizada por el excéntrico
profesor y detective aficionado Gervasio Fen transcurre en Oxford, a
donde se traslada el poeta Richard Cadogan para descansar de la vida
sedentaria que lleva en Londres. Tras un accidentado viaje, se
encuentra con una sospechosa tienda de juguetes y, dentro, con una
mujer muerta. Este es el detonante de un misterio que, para
resolverlo, necesitará de la ayuda de Gervasio Fen. Los dos inician
una investigación que pronto les pone en el disparadero de un
misterioso caso que tiene que ver con un esperpéntico testamento,
una anciana millonaria muerta y una mujer asesinada. También resulta
entretenida El canto del cisne, la segunda novela de las nueve
que escribió el autor con este personaje. (Impedimenta. 320 págs.
22,20 €.).
Christopher Morley, La
librería ambulante. Helen
McGill es una mujer que ronda los 40 años, soltera, que ha llevado
una vida bastante monótona, primero como institutriz y los últimos
15 años, con su hermano Andrew, sacando adelante una pequeña granja
familiar. Pero las cosas cambian de golpe cuando aparece Roger
Mifflin, un librero ambulante que quiere vender su carromato. En un
arrebato, Helen compra la librería, pues atisba que detrás de esa
decisión se encuentra quizás la última oportunidad para abandonar
la vida que lleva. Helen abandona la granja y recorre algunos pueblos
con Roger, quien le explica cómo hay que vender libros y hablar de
ellos. Andrew, el hermano, no acepta la huida de su hermana y hará
todo lo posible para que vuelva. (Periférica. 184 págs. 16,75
€.).
D. E. Stevenson, El libro de la señorita Buncle. Años 30 del pasado siglo. Silverstream es un pueblecito inglés chismoso y apacible, que vive muy pendiente de sus propios asuntos. De repente un suceso va a remover para siempre la placidez de sus gentes: la señorita Buncle ("una cuarentona flacucha y sin estilo") escribe una novela inspirada en sus vecinos, donde todos pueden reconocerse sin dificultad. El libro actúa a modo de espejo y todos pueden saber cómo les ven los demás. Esto inspirará conductas audaces, resolverá situaciones románticas, o reconducirá vidas familiares anodinas. La escocesa Dorothy Emile Stevenson (1892-1973) publicó con éxito esta novela en 1934. El planteamiento es original, el desarrollo atractivo e interesante y el estilo apropiado y culto. (Alba. 378 págs. 22 €.).
Enrique García-Máiquez, El pábilo
vacilante. El autor publicó en 2009 Lo que ha
llovido una selección de las entradas a su blog Rayos y
truenos. Ahora se publica un nuevo volumen, que abarca desde 2008
hasta 2011. García-Máiquez transmite sus inquietudes literarias,
existenciales y hasta espirituales. Todo tiene cabida: un comentario
sobre sus clases en el Instituto, un libro que está leyendo, el
descubrimiento de un autor, una cita deslumbrante, un pequeño poema,
haikus, brillantes aforismos. Y pasajes más íntimos y familiares,
como la muerte de su madre y el nacimiento de su primera hija. Todos
estos sucesos los aborda el autor con naturalidad y confianza,
convirtiendo a los lectores en confidentes de sus más secretos
pensamientos. (Renacimiento. 256 págs. 18 €.).
Roy Lewis, Por qué me comí a mi
padre. Inteligente y humorística obra basada en la
vida de los hombres de las cavernas. El narrador es el antropoide
Ernest, uno de los primeros pobladores conscientes de su propia
individualidad. Ernest relata la vida de su singular familia, y en
especial de su padre, el renovador y progresista Edward. Los primeros
experimentos los aplica en su propia familia. Luego vienen los
irónicos momentos importantes, como el trabajoso descubrimiento del
fuego, de la lanza, la cocina casera, el arte figurativo, el
matrimonio moderno, el amor, el ocio... Lo mejor es el tono
discursivo y filosófico y los deliberados anacronismos. (Contraseña.
192 págs. 16 €.).
Niccolò
Ammaniti, No tengo miedo.
Vuelve a reeditarse la mejor novela de este famoso
escritor italiano, autor de obras de desigual calidad. Se trata de
una historia de niños para
adultos ambientada en Italia a finales de la década de los setenta.
En Acqua Traverse,
un pueblo imaginario del sur de Italia, el niño Michele Amitrano, de
manera casual, descubre un insólito personaje que provoca que sea
vea envuelto en una serie de peligrosas aventuras que le llevan a
descubrir la maldad de los adultos. La novela tiene como principal
protagonista el mundo de la infancia. (Anagrama. 232 págs. 17,90
€.).
Yann Martel, La vida de Pi.
Pi Patel es un adolescente que vive en la India. La familia,
dueña de un zoo, practica el hinduismo, mientras que Pi es hindú,
cristiano y musulmán, un buscador que armoniza sus discursos
filosófico-religiosos con conocimientos enciclopédicos sobre
zoología. Su práctica religiosa es un ejemplo de sincretismo un
tanto simplista, aunque esté contada con simpatía. Debido a la
inestabilidad política de los años 70, la familia decide emigrar.
Llevan consigo sus animales más exóticos, que perecerán casi todos
cuando el barco naufraga. Solo sobreviven Pi y Richard Parker, un
tigre de Bengala. La novela es una aventura náutica que mantiene al
lector en tensión constante y que hace que nos preguntemos acerca de
hasta dónde llega nuestra fe en el poder de las historias, de la
ciencia, de la naturaleza, y de Dios. La novela ha sido llevada al
cine por el director Ang Lee. (Booket. 416 págs. 8,95 €.).
Chris Bachelder, A propósito de
Abbott. El protagonista, Abbott, es un profesor universitario
que pasa los meses de vacaciones cuidando a su mujer, a punto de dar
a luz, a su hija pequeña de dos años y a un timorato perro
labrador. El argumento del libro consiste en analizar,
pormenorizadamente, cómo se desenvuelve Abbott en la esfera
doméstica, pues su mujer apenas puede ya ocuparse de nada. Lo más
original es la forma en que está planteado el libro. Escrito en
tercera persona, con un estilo aséptico y distante, se ofrece, en
clave literaria, un informe de la actividad que el protagonista
despliega durante estos meses, siempre desde la irónica perspectiva
de que Abbott, un intelectual, se está dedicando a algo que no le
interesa y para lo que no está preparado. (Libros del Asteroide. 282
págs. 18,95 €.).
David Malouf, Rescate. Utiliza Malouf libremente una historia que se cuenta de pasada en La Ilíada, pero de gran alcance dramático. En un momento de la Guerra de Troya, Patroclo cae muerto a manos de Héctor, uno de los héroes troyanos. Esta muerte provoca que Aquiles derrote a Héctor y arrastre su cadáver durante once días alrededor de las murallas de Troya. El episodio es muy conocido, pero Malouf centra la atención en algo que aparece de pasada: la reacción del rey Príamo, el padre de Héctor, y su solicitud a Aquiles para que le devuelva el cadáver de su hijo. (Libros del Asteroide. 192 págs. 16,95 €.).