Autor experimentado, con una dilatada
trayectoria literaria, Alfredo Castro (1931) suele abordar en sus novelas
cuestiones capitales de la condición humana como el amor, la muerte, el sentido
de la vida, como hizo en Morir de amor. También ha publicado Juegos de esperanza y Solamente ellos dos.
Un hombre y tres mujeres está
protagonizada por el inglés Gregory Adams, que relata en un largo discurso su
compleja vida amorosa, que atraviesa diferentes fases sentimentales. El amor es
el tema central, pero un amor anclado en una persona difícil que, además, sufre
importantes y radicales reveses.
Castro esquiva
las simplonas parábolas del romanticismo. Su novela se adentra en la psicología
de Adams para ofrecer un retrato atormentado, dolorido y humano. Adams, que
nació en Londres un el seno de una familia muy humilde, se trasladó a Estados
Unidos para trabajar. Allí se convierte en un ejemplo del “sueño americano” y
Adams se convierte en un empresario de éxito. Gana mucho dinero y tiene un gran
prestigio internacional.
Sin embargo, su
vida íntima está llena de complejidades. Se enamora y casa con Jane, a la que
abandona cuando ésta se niega a darle descendencia. Jane vive solo para ella y
no quiere esclavizarse a nadie, y menos a los hijos. Aunque Gregory está
enamorado de ella, rompe el matrimonio. En un viaje al extranjero, conoce a
Nancy, de la que se enamora perdidamente y con la que tiene dos hijos. Con
Nancy, a pesar de alguna infidelidad, se siente realizado en su matrimonio.
Hasta que en unas vacaciones familiares, se convierten en víctimas de un
tsunami. Nancy y sus dos hijos mueres y Gregory, tras una profunda depresión,
debe rehacer su vida.
Así comienza la
novela: describiendo el descenso a los infiernos de Gregory y los cuidados
médicos que recibe hasta que consigue salir adelante. A la vez, Gregory cuenta
su vida, su pasado y, sobre todo, su proceso de enamoramiento de Nancy y
también de Jane. Pero el dolor vuelve otra vez a su vida cuando Jane muere en
un accidente aéreo y Gregory sobrevive al huracán Katrina, que devastó Nueva
Orleans, donde se encontraba de viaje.
Todos estos
sucesos hacen mella en su alma, aunque Gregory no es un ser religioso. De
hecho, no sabe bien cómo encajar todo lo que le está sucediendo y los vaivenes
de su alma. La última parte del libro está dedicada a contar su enamoramiento y
relación con Rosaura, su fiel y ejemplar secretaria, quien le hará descubrir de
nuevo el amor.
El interés de
la novela reside en el proceso de indagación psicológica del personaje, el
retrato de su mundo interior, de sus anhelos, sus ansias, su concepto del amor,
la relación tan diferente con tres mujeres distintas. En estos aspectos, carga
la mano Alfredo Castro, demostrando una prosa sólida, fuerte, compleja que sabe
adentrarse por los recovecos del ser humano. No estamos, pues, ante una novela
complaciente con los lectores ni ante una novelita romántica de usar y tirar.
Castro bucea en lo más íntimo del ser humano sin esquivar el dolor, el
sufrimiento, la muerte y la desesperanza existencial.
Un hombre y tres mujeres
Alfredo
Castro
Sekotia.
Madrid (2016)
296 págs. 15 €.
296 págs. 15 €.
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