Desde hace ya casi cinco años, María Crespo Garrido es la Directora General de Troa Librerías, que cuenta con una cadena de librerías distribuidas por toda España. Troa Librerías es, para muchos lectores, un referente en el terreno del mundo del libro y de la cultura. La dilatada experiencia de Troa (más de sesenta años) avala a sus librerías como un habitual lugar de encuentro de libros, autores, lectores, buscando que se cumpla aquello que decía Marcel Proust: “El hallazgo afortunado de un buen libro puede cambiar el destino de un alma”. Hablamos con María Crespo para que nos explique el trabajo que se realiza en Troa.
1.- Troa Librerías nace en diciembre de 1951. ¿Con qué objetivos?
Son muchos años de trabajo y de experiencia, muchas décadas en contacto con numerosos lectores y con el mundo del libro, viviendo buenos momentos y también difíciles, pues de todo ha habido en estos años. Troa nace con la intención de fomentar la cultura y de hacer más accesible el mundo del libro a todo tipo de personas. Y este objetivo sigue estando de plena actualidad. Queremos que la gente lea porque estamos convencidos de los saludables beneficios de la lectura en todas las personas. Leer sigue siendo la mejor herramienta para mejorar como personas y para fomentar la formación cultural. En definitiva, con el amor a la lectura construimos entre todos un mundo mucho mejor. A eso nos dedicamos.
2.- ¿Cuántas librerías forman parte de Troa? ¿Qué servicios prestan?
Forman parte de Troa unas veinte librerías que están diseminadas por toda la geografía española. Cada una tiene su sello personal y todas aportan la experiencia de un grupo con muchos años de trabajo en torno al libro. Además de las selecciones de libros para adultos y para un público infantil y juvenil, Troa está muy asentada en muchos colegios, con los que trabaja codo con codo. Contamos con un experimentado departamento de libros de texto, de libros institucionales, asesoramiento personalizado a empresas, etc. Trabajamos todas aquellas facetas y ámbitos donde tiene presencia el libro.
3.- Una de las señas de identidad de Troa Librerías es el nivel profesional de sus libreros. ¿Cómo definiría el trabajo que realizan?
Vivimos en una época en la que más que información (de la que tenemos sobredosis) hace falta orientación. Teniendo en cuenta la cantidad de libros que se publican, no es fácil moverse en este mundo. Los libreros de Troa están al tanto de las novedades y ofrecen a los lectores, si se lo piden, sugerencias, posibles alternativas, recomendaciones. Todo ello basado en su experiencia humana y profesional y en su formación cultural. No se trata de vender un libro al precio que sea sino de facilitar el encuentro satisfactorio de cada lector con un libro. Por eso huimos de las recetas mágicas y de los consejos generales. Son muchos años trabajando en esta dirección y nos ha ido bien esta política de ponernos a la altura de los lectores y buscar su complicidad.
4.- Troa Librerías cuenta, además, con un asesoramiento profesionalizado. ¿En qué consiste esta faceta?
Como comentaba, el mercado literario es inabarcable y hacen falta profesionales que sepan moverse en el proceloso mundo de la edición. Nosotros estamos para servir al público aceptando sus sugerencias y propuestas; también nos fiamos completamente de las editoriales; además, contamos con un equipo de profesionales que nos ayudan a conocer mejor los libros que se publican con el fin de poder aportar a los posibles lectores nuestra valoración y nuestra selección. Nuestro deseo que que estos lectores lean, primero, los buenos libros, ya que es imposible leerlos todos. Es lo que se hace en todas las librerías, que seleccionan, con la ayuda de este equipo, lo que consideran más apetitoso para sus posibles lectores. No resulta un trabajo fácil porque el nivel de las editoriales españolas es mayúsculo. Contamos con un mercado editorial variado y completísimo, lleno de constantes sorpresas. No es precisamente un mundo aburrido, plano o parado. Hay multitud de iniciativas editoriales que demuestran la vitalidad de una industria en constante movimiento. Lástima que este entusiasmo por el libro no venga acompañado de un mayor número de lectores, como confirman las estadísticas cuando se habla del lugar que ocupa la lectura en España.
5.- ¿Se nota en las librerías el peso de lo digital? ¿Sigue teniendo futuro el libro en papel?
Claro que se nota. Muchos lectores, por comodidad o por lo que sea (prefiero no poner calificativos a la gente que piratea libros como si tal cosa), han optado por el libro digital. Estamos ante un mercado creciente que, sin embargo, no está suponiendo, como algunos habían previsto apocalípticamente, el arrinconamiento y muerte del libro en papel. Sigue habiendo un tipo de libros que solo se publicarán en formato papel y sigue habiendo un tipo de lectores que continúan apegados al papel. Menos mal. Nuestra apuesta es vender de todo, pero está claro que nuestro modelo de negocio se basa fundamentalmente en el trabajo en vivo y en directo de nuestras librerías.
6.- En los últimos días han cerrado importantes librerías en nuestro país. ¿Se ha acabado el modelo “tradicional”? ¿Tienen que reinventarse las librerías?
Es un negocio espinoso y en crisis, como tantos otros. El auge de lo digital, el retroceso cultural (no lo digo yo, está ahí) y la pérdida del valor del libro como objeto de cultura y sabiduría han relegado el papel del libro y de las librerías. Algunas no han tenido más remedio que cerrar, lo que resulta una pena y aumenta la sensación de que vivimos en un páramo cultural, a pesar de otras apariencias. Por eso las librerías no deben hoy esperar a que vengan los clientes sino salir a su encuentro. Para ello, deben reinventarse constantemente y dejar volar la imaginación para ampliar su oferta de actividades. En este sentido, un importante reto es la mejora de la formación de los libreros. Tenemos bastantes muy competentes, y estamos procurando que todos conozcan bien las novedades y otros muchos libros más o menos recientes que pueden interesar a los clientes. Si el librero conoce los libros acertará mas fácilmente, y si además conoce a los clientes más aún.
Además, seguimos promoviendo clubes de lectura, que sirven para que muchos lectores entren en contacto entre ellos y descubran buenos libros; pero también hemos multiplicado las presentaciones de libros y los actos culturales que tienen al libro como protagonista. Además, hay que facilitar a los lectores, con diferentes iniciativas, que conozcan títulos ya olvidados y otros que han pasado quizás sin pena ni gloria. En nuestro caso, estamos constantemente hablando de libros, novedades, selecciones… Publicamos trimestralmente una revista y todas las semanas seleccionamos una serie de títulos que nos ha llamado especialmente la atención. Con esto estamos consiguiendo la fidelidad de los lectores (una buena noticia para nosotros), que ven que no solo despachamos (que hay que hacerlo, y bien) sino que también proponemos y sabemos hablar de libros.*