La editorial Fulgenio Pimentel inicia con Retiro la publicación de las obras del
escritor ruso Sergué Dovlátov (1941-1990). Nació en la localidad de Ufa (en los
Urales), aunque se educó en Leningrado. Su padre, judío, fue director de teatro
y su madre, armenia, fue actriz. Dovlátov estudió en una Escuela de Arte,
trabajó en una imprenta y se matriculó en la Facultad Estatal de Leningrado
para estudiar finés. Estuvo apenas dos años en esa facultad, de la que fue expulsado;
a continuación, fue llamado a filas. Estuvo tres años de soldado, uno de ellos
como guardián de un campo de prisioneros en la República de Komi (experiencia
que sería la base autobiográfica para su novela La zona). En 1965, vive en San Petersburgo y ya ha decidido ser
escritor. Son años de bohemia y precariedad, de múltiples empleos ocasionales.
Ha decidido, además, sobrevivir –como escribe Lino González Veiguela en el
ensayo biográfico que acompaña esta edición- en los márgenes del sistema,
evitando la confrontación directa con el régimen pero sin plegarse a sus
imposiciones artísticas e ideológicas”. A la vez, comienza también su
autodestructiva relación con el alcohol.
A pesar de ser un escritor de
reconocido prestigio, no recibe la autorización para que se publiquen ninguna
de sus obras. Como no estaba afiliado al Partido Comunista, era un escritor
sospechoso y disidente. Sus obras circulan clandestinamente en samizdat., también en el extranjero. En
1971, se divorcia de su mujer, con la que ha tenido una hija, Katia. Para
ganarse la vida, se traslada a Estonia para trabajar como periodista (este es
el tema de su divertidísima novela El
compromiso, “un alegato contra la estupidez”, en palabras de Pedro de
Miguel, autor de la reseña publicada en Aceprensa). Allí está a punto de
publicar algunos de sus relatos, pero el KGB interviene y prohíbe su
publicación. Cuando es despedido, regresa a Leningrado, donde siente muy cerca
la persecución del KGB. Para poner tierra de por medio, decide trasladarse una
temporada para trabajar como guía en el museo Pushkin, argumento de esta
novela.
En 1977 se exilian a Estados Unidos
su exmujer y su hija. Poco tiempo después, es detenido por el KGB. Gracias a
una campaña de apoyo en Occidente, pudo abandonar la URSS a finales de 1978.
Tras seis meses en Viena, se reunió en Nueva York con su exmujer, su hija y con
el escritor también exiliado Joseph Brodsky, amigo suyo, quien le facilitó que
el prestigioso The New Yorker publicase
algunos de sus relatos. Murió en 1990 de un ataque al corazón.
En España se habían publicado ya
algunas de sus obras, como Los nuestros,
La maleta, El compromiso y La extranjera.
A pesar de recibir elogiosas críticas, y aunque su prestigio no para de crecer,
sigue siendo un escritor muy minoritario. Confiemos en que la reedición de sus
obras en esta editorial de Logroño sirva para que Dovlátov ocupe el lugar que
se merece en la literatura rusa contemporánea. Su obra, de gran calidad
literaria, entronca con lo mejor de Pushkin y Chéjov y conecta con la larga tradición
de escritores satíricos rusos: Nikolái Gógol, Iván Goncharov, Ilf y Petrov,
Mijaíl Zóschenko, Isaak Bábel, Mijaíl Bulgákov y, entre otros, Vladímir
Voinóvich. Dovlátov optó por la ironía y el sarcasmo para enfrentarse con la
realidad.
En Retiro, como en la mayoría de sus obras, se inspira en su propia
vida. Como hemos dicho, Dovlátov trabajó durante unos meses en el museo Pushkin
como guía, un lugar a donde Pushkin tuvo que exiliarse durante dos años por
orden del zar Alejandro I, entre 1824 y 1826, como condena por haber escrito
unos versos satíricos. En su novela, su protagonista, Borís Alijánov, álter ego
del autor y protagonista también de una novela anterior, La zona, cuenta las peripecias vitales para encontrar este trabajo
y para vivir en una zona muy apartada, donde esperaba ahorrar algo de dinero y,
también, interrumpir su entrega obsesiva al alcohol (lo que no consigue). El
relato de sus días en este apacible museo se interrumpe con la llegada de su
mujer, que le cuenta que ha decidido emigrar a Estados Unidos.
La peripecia narrativa es mínima,
pero suficiente para que se desplieguen las habilidades narrativas de Dovlátov;
lo mejor es el estilo, diáfano y familiar, totalmente despojado de la habitual
retórica comunista, que había creado un estilo paraliterario, muy presente en
la literatura del realismo socialista. También hay que destacar su sentido del
humor y sarcasmo para retratar a personajes que proceden de la realidad
sociológica de su país, donde son bien visibles las huellas del comunismo más
rancio. Para Dovlátov, “el horror del estalinismo no es tanto que millones de
personas fueran asesinadas. El horror del estalinismo consiste sobre todo en el
hecho de que una nación entera fuera corrompida moralmente”.
Dovlátov quiso en esta novela,
escribió a su editor, “representar a un
personaje literario cuyos problemas son similares a los que tuvo Pushkin: el
dinero, su mujer, el trabajo creativo y el Estado”.
Retiro
Serguéi Dovlátov
Fulgenio Pimentel. Logroño (2017)
218 págs. 19,90 €
T.o.: Zapovednik.
Traducción: Tania Mikhelson y Alfonso
Martínez Galilea.
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