domingo, 5 de marzo de 2017

“Un largo etcétera”, de Enrique García-Máiquez


Profesor, articulista y poeta, Enrique García-Máiquez (1969) es también autor de varios volúmenes de diarios y de libros de aforismos (como Palomas y serpientes). En Un largo etcétera vuelve a reunir las entradas de su blog “Rayos y truenos” que van desde 2011 hasta 2016. En este sentido, esta nueva entrega es una continuación del estilo y de los principales temas de sus volúmenes anteriores, Lo que ha llovido y El pábilo vacilante.
Mantener un blog literario supone constancia y periodicidad. También inmediatez y actualidad. A diferencia de otros autores que también utilizan asiduamente el diario como vehículo de comunicación, Enrique García-Máiquez ofrece una imagen más poliédrica, pues se opta descaradamente por la transparencia. Más aún: el autor tiene una especial predilección por los pormenores de su vida doméstica, su ocupación más obstinada y perseverante. Podía haber utilizado estos diarios solamente para hablar de libros y de literatura, que también lo hace, pero si solamente hubiese hablado de cuestiones eruditas hubiese proporcionado una imagen irreal de su persona, nos hubiésemos topado con una máscara. Al contrario, la imagen que quiere ofrecer de sí mismo es más amplia, más humana y más real. Esta característica le convierte en un escritor próximo, con el que resulta fácil identificarse por la cercanía de las preocupaciones y acciones que transmite.
Con pasmosa naturalidad, García-Máiquez muestra cómo es y lo que hace. Es profesor en un Instituto, donde en los últimos años ejerce de Jefe de Estudios. En su diario habla sin avasallar, de algunas anécdotas de sus alumnos, de la marcha de las clases, de cuestiones burocráticas… El tono –y es lo normal en estos diarios- es siempre positivo, sin lamerse las heridas, sin ofender, sin destacar solamente los asuntos más turbios o negativos. La misma sensación tenemos cuando habla de su vida social y de sus numerosas actividades literarias: lecturas, viajes, presentaciones de libros, conferencias… No vemos en el autor un afán por descuartizar a otros escritores ni al mundo literario en general. También aparecen en estos diarios fragmentos y poesías, aforismos, haikus de su cosecha… y citas oportunas de sus autores preferidos, que, como las composiciones que reproduce, tienen su origen en el devenir de la propia vida. También son constantes las referencias a su visión religiosa de la vida, que no es algo decorativo o superfluo sino que impregna su actividad cotidiana.
Los temas que más aborda en estos diarios son los familiares. García-Máiquez no quiere perderse ninguna reacción ni respuesta de sus dos hijos pequeños, y son constantes las referencias a las palabras de sus hijos a preguntas, sucesos, anécdotas a las que el autor sabe sacar punta literaria y familiar. También aparecen emotivos recuerdos de sus padres y constantes referencias a su mujer. Todo ello aderezado de bastante sentido común y del humor. Por su naturalidad y normalidad, estos diarios, vitales y optimistas, resultan muy novedosos, pues son la antítesis de lo que en muchas ocasiones se acaba convirtiendo la literatura memorialística: en el engolado y atormentado recuento de la frustración, la derrota, el desastre…, temas ya explotados hasta la extenuación.
  

Un largo etcétera
Enrique García-Máiquez
Númenor. Sevilla (2016)
180 págs. 15 €

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