domingo, 23 de diciembre de 2018

"Comedia", de Dante Alighieri


Para Jose María Micó, responsable de esta espectacular edición, estamos ante una obra que es fruto de “la premeditación, la deliberación y la perseverancia”. Cuando Dante (1265-1321) empieza a escribirla en su destierro, ha sufrido en sus carnes el enfrentamiento entre el Imperio y el Papado, y los conflictos entre güelfos y gibelinos. Ceñida por lo tanto a su tiempo, la monumental obra es además una referencia indispensable de la literatura universal. 
Como complemento a esta edición de Comediapuede leerse el estudio Dante, poeta del mundo terrenal, del filólogo alemán, de origen judío, Erich Auerbach (1892-1957), publicado también en Acantilado, donde el autor  demuestra el conocimiento que tiene Dante de la filosofía de santo Tomás, clave para su concepción teológica de esta obra, a la vez que muestra las condiciones de vida y de cultura de los siglos XIII y XIV, fundamentales para entender mejor el alcance de este largo poema que cuenta el peregrinaje de Dante por el Infierno, el Purgatorio y el Paraíso, acompañado en buena parte de su recorrido por el poeta Virgilio y después por Beatriz, el amor idealizado del autor. También result útil de leer la reciente y completa biografía de Dante a cargo de Marco Santagata que acaba de publicar Cátedra.
En Comedia, Dante sintetiza la cosmovisión grecorromana del mundo, con el peso de la tradición clásica, y la potencia de la cultura cristiana. Pero no es una obra alejada de los intereses de los lectores contemporáneos de Dante: hay en la obra también una crítica de la sociedad y de la política de su tiempo, en muchos momentos mordaz e irónica. 
Como escribió el crítico Luka Brajnovic en su libro Grandes de la literatura (Rialp), Dante “funde en su vida y en su obra la esencia de su época: su espíritu abarca la vieja ética enseñada por Séneca, la clásica retórica y poética creada por Virgilio, la reciente mística franciscana introducida por S. Buenaventura, la Filosofía y la Teología interpretada por Sto. Tomás de Aquino y su propio genio creador que, al mismo tiempo, anunciaba lo nuevo en el desarrollo de la sociedad, de la historia y de la cultura”.
Esta nueva traducción de José María Micó permitirá a los lectores conocer mejor tanto al autor como el significado de una obra que sigue cautivando a lectores de todo el mundo.


Comedia
Dante Alighieri
Acantilado. Barcelona (2018)
944 págs. 52 €.
Prólogo, comentarios y traducción de José María Micó.

sábado, 8 de diciembre de 2018

"Un buen puñado de ideas", de G. K. Chesterton




            
El prestigio de G. K. Chesterton (1874-1936) no para de crecer. Por su agudeza, actualidad y clarividencia, para muchos lectores y escritores es una referencia constante al que no paran de citar. De hecho, no se entiende leer a Chesterton sin un lapicero a mano para señalar frases redondas, inteligentes, certeras que sintetizan la lucidez de sus argumentos. Como escribe Enrique García-Máiquez, responsable con Luis Daniel González de esta completísima selección de aforismos, “puede observarse entre los fervientes lectores de Chesterton una admiración más viva aún a las ideas, expresiones, imágenes y hasta anécdotas, que a cualquiera de sus títulos concretos”. 
            Chesterton frecuentó todos los géneros literarios menos, precisamente, los aforismos, a los que tenía en alta consideración. Sin embargo, sus opiniones, expuestas con una alta calidad literaria, escapan de sus libros y, como pequeños trozos de metralla, estallan por todas partes. En la época de twitter, Chesterton destaca especialmente por la brillantez de sus pensamientos, que suele expresar de manera breve y contundente. En esta selección hay muchísimas muestras de su increíble ingenio: “Hombre más peligroso para sus amigos que para sus enemigos”, “El honor es un lujo para los aristócratas, pero una necesidad para los porteros”, “El arte sencillamente irá a peor porque la publicidad irá a mejor”, “El silencio es la réplica insoportable”, “Entre todas las ocupaciones humanas no es posible imaginar una más pobre que ser un iconoclasta”. 
            Los dos autores son lectores asiduos y especialistas en la obra de Chesterton. Luis Daniel González le ha dedicado varios estudios, Gramática de la gratitud, completísimo estudio sobre su vida y obra en el que, además, se analizan todos sus libros; y Chesterton. Un enamorado de la verdad. En el caso de Enrique García-Máiquez, su fascinación ha contagiado su literatura y hasta sus propios aforismos. Los dos han releído las obras completas de Chesterton para extraer estos cientos de aforismos que han dividido por temas para facilitar la lectura. En el blog de Luis Daniel González, "Bienvenidos a la fiesta", aparecen unas cuantas notas que explican el proceso de composición de este libro.
En su selección, en la que figuran más de dos mil aforismos, los autores mantienen y destacan los ejes del  pensamiento de Chesterton que traspasan toda su literatura: su apasionada defensa del catolicismo y la crítica de una modernidad que se empeña en subvertir los valores del sentido común. La variedad y cantidad de aforismos seleccionados permiten disfrutar de todos los registros posibles de Chesterton, que se nos muestra ocurrente, divertido, irónico, sarcástico, demoledor, apasionado… 


Un buen puñado de ideas
G. K. Chesterton
Renacimiento. Sevilla (2018)
480 págs. 21,90 €.

jueves, 6 de diciembre de 2018

Sugerencias Navidades 2018



Un caballero en Moscú
Amor Towles
Salamandra. 
516 págs 24 €.

            Aleksandr Rostov es un aristócrata que tuvo la oportunidad de escapar de Rusia después de la Revolución, pero decidió regresar a su país y se instaló en el famoso Hotel Metropol, donde se convirtió en testigo privilegiado del microcosmos del hotel, símbolo de la vida soviética durante cuatro décadas. 


La novena hora
Alice Dermott
Libros del Asteroide. 
296 págs. 19,95 €.

            Ambientada en Nueva York a comienzos del siglo XX, sus protagonistas son una familia de irlandeses emigrantes, madre e hija, que tienen que superar muchas dificultades. Para ello cuentan con la ayuda de unas monjas que viven entregadas a cuidar enfermos y personas mayores en el barrio. 


La maleta
Serguéi Dovátov
Fulgencio Pimentel.
192 págs. 19,90 €.

Con sentido del humor y mucha ironía se describe el escaso contenido que Dovlátov metió en la maleta que le acompañó al exilio cuando abandonó la URSS. Cada cosa que mete –unos calcetines, unos botines, una chaqueta, un cinturón, un traje, unos guantes…- tiene su divertida historia con la que retrata la patética realidad soviética.


Una educación
Tara Westower
Lumen.
464 págs. 21,90 €.

Tara es una niña que vive en el seno de una familia mormona fundamentalista en el Idaho rural, sin ir a la escuela ni al médico. Además es víctima del maltrato por parte de uno de sus hermanos. Con 16 años decide abandonar su casa para estudiar. Novela autobiográfica que es una impactante historia de superación.


Yo voy, tú vas, él va
Jenny Erpenbeck
Anagrama. 
336 págs. 20,90 €.

Richard es un catedrático de Berlín que se acaba de jubilar y no sabe cómo llenar el tiempo libre que tiene hasta que decide colabora como voluntario con unos refugiados africanos. La autora pone en valor la cultura, las relaciones personales, familiares, etc., de los pueblos africanos frente al materialismo individualista de occidente. 


El don de la fiebre
Mario Cuenca Sandoval
Seix Barral. 
336 págs. 18,50 €.

Novela sobre la vida del francés Oliver Messiaen, compositor de extraordinario talento musical. Junto con su ajetreada vida (estuvo incluso prisionero en un campo de concentración nazi), se describen su ferviente religiosidad, el amor a los pájaros y su trayectoria musical. 


El mismo sitio, las mismas cosas
Tim Gautreaux  
La Huerta Grande. 
302 págs. 19 €. 

             Con unos protagonistas corrientes que proceden de la realidad más real y que representan muchos rasgos de humanidad., estos relatos, muy bien escritos, muestran una delicada observación de la vida y de las personas. 


Comimos y bebimos
Ignacio Peyró
Libros del Asteroide. 
264 págs. 17,95 €. 

            El hilo conductor de esta selección de textos periodísticos es la pasión del autor por todo lo relacionado con la cocina, “una de las mejores maneras que los hombres hemos encontrado para cortejar la felicidad”. En el libro se combinan los recuerdos y las anécdotas personales con notas gastronómicas eruditas, festivas e históricas. 


Hija de revolucionarios
Laurence Debray
Anagrama. 
288 págs. 18,90 €.

            La hija de dos intelectuales muy famosos comprometidos con la izquierda revolucionaria, realiza en este libro un ajuste de cuentas sobre las relaciones nada convencionales que tuvo con sus padres, que se entregaron totalmente a la política revolucionaria en los años sesenta y setenta. 


Las ocho montañas
Paolo Cognetti
Literatura Random House. 
224 págs.  17,90 €.

            El autor narra su afición a las excursiones a la montaña, heredada de su padre, con el que mantuvo una tensa relación, que se convierte en el tema central de esta novela introspectiva y naturalista que también aborda el tema de la amistad. 

sábado, 1 de diciembre de 2018

"Españoles en la Primera Guerra Mundial", de Francisco Fernández García



El 30 de noviembre, en Madrid, en el Instituto Espacio ECOO (excelente escenario), se presentó el libro de Francisco Fernández García, Españoles en la Primera Guerra Mundial (Renacimiento). Conozco al autor desde hace tiempo y me pidió que le presentase el libro. Reproduzco a continuación lo que preparé para la presentación, que puede servir también como aperitivo de este libro de historia sobre un tema poco estudiado.

Nos hemos reunido hoy para hablar del nuevo libro de Francisco Fernández García, Españoles en la Primera Guerra Mundial, que publica la prestigiosa editorial sevillana Renacimiento dentro de su colección Espuela de Plata. Francisco, gijonés de nacimiento y madrileño de adopción, es autor también de otros dos libros: La Guerra Civil en el valle del Porma y en las cuencas de Cistierna y Sabero y también de Historia de la Pequeña Rusia (Puente de Vallecas, 1936-1939)

Fran es historiador tardío y Gestor de Patrimonio Histórico y Cultural. Pero por encima de titulaciones y libros, es, sobre todo, un apasionado de la historia a la que ha dedicado numerosas horas restándoselas al descanso y al sueño. Nadie le ha obligado a escribir estos libros, que no son producto de ningún trabajo académico ni el fruto de aprovechar trabajos o investigaciones universitarias. Los ha escrito porque le ha dado la gana, con pasión, porque sí, dejándose llevar por intuiciones y por apetencias personales. Sin apoyos de ningún tipo y buscándose totalmente la vida. Sus dos primeros libros están muy ligados a su biografía personal: la zona de sus orígenes familiares, el Valle del Porma, y su lugar de residencia y trabajo, el Puente de Vallecas. En su nuevo libro desarrolla todavía más sus capacidades de historiador al realizar un inmenso, minucioso y puntillista relato de las parciales vidas y sus circunstancias de más de mil españoles que se vieron inmersos en una contienda trágica.

            El 7 de agosto de 1914 el Gobierno, presidido por Eduardo Dato, publicó un Real Decreto, firmado por Alfonso XIII, en el que se fijaba “el deber de ordenar la más estricta neutralidad” al pueblo español en la Guerra que se acababa de iniciar. Ya se había desatado el enfrentamiento entre la Triple Alianza y la Triple Entente. España no estaba en esos años para grandes aventuras. Todavía se estaba lamiendo las llagas de las consecuencias del desastre del 98, que no solo provocó heridas militares y políticas sino también sociales y morales. Como escribe Francisco Fernández, España se encontraba sumergido como país en el “estupor”, en la apatía, en la abulia, en una crisis sin parangón. Eran momentos para la intrahistoria española, para analizar las causas de ese fracaso, para estudiar en realidad lo que era España, con sus luces y sus sombras, labor que hicieron numerosos intelectuales y escritores de la Generación del 98 y también de la Generación del 14. 

            La “estricta neutralidad” no supuso, sin embargo, que España pasase olímpicamente de la Guerra. La sociedad española se dividió entre germanófilos y aliadófilos, predominando de manera mayoritaria los partidarios de la Triple Alianza, más que nada por la “francofobia” que siempre ha caracterizado al pueblo español. La Guerra se vivió intensamente en los medios de comunicación; en el resto de la sociedad, como espectadores de la contienda, viendo los toros desde la barrera, aunque, lógicamente, fueron muchas las repercusiones de la guerra en todos los ámbitos. Por ejemplo, en el plano industrial, España se vio favorecida, aunque le sacó muy pocos réditos; y también España fue en esos años destino “turístico” de un buen número de espías de los dos bandos que utilizaron España como campo de experimentación de tácticas. Y como la Guerra se desarrolló en varios continentes, España se vio involucrada a veces en diferentes frentes sin quererlo. Pero, salvo puntuales excepciones, se vivió la neutralidad que España impuso y deseaba y que las grandes potencias fomentaron, pues España en esos años, y más todavía después de la pérdida de las últimas colonias, no tenía mucho poder ni fuerza ni ganas y no se vio necesaria su participación. Éramos prescindibles.

            Sin embargo, como demuestra Francisco Fernández en su libro, fueron miles los españoles que por diferentes motivos y circunstancias participaron de manera activa en la Gran Guerra. El libro apunta que fueron unos 15.000, 12.000 de ellos en la Legión Extranjera francesa. En su estudio, conocemos el destino y los nombres de unos mil trescientos, a los que Francisco Fernández les ha seguido la pista, contando increíbles peripecias humanas e historias que, en muchos casos, darían para más de una novela.

            Hace años, cuando dieron el premio Nobel de Literatura a la escritora de Bielorrusia Svetlana Aliexevich, me entusiasmó uno de sus libros, La guerra no tiene rostro de mujer, formado por cientos de entrevistas con mujeres rusas que participaron en la Segunda Guerra Mundial. La autora, periodista, les dejaba hablar y les preguntaba sobre diferentes cuestiones de su vida en ese contexto militar. Por lo general, esas mujeres repetían lo que habían leído en los libros o escuchado a los mandos militares; no solían hablar de sus impresiones personales. Sin embargo, hay un momento en esas entrevistas en las que a las entrevistadas les salía su auténtico yo, sus profundos sentimientos y pensamientos (no lo que habían leído ni les habían dicho) y esas reflexiones íntimas son las que aparecen en ese libro, para mí muy original. La autora conseguía que nos enterásemos del desarrollo de la guerra desde una perspectiva insólita y distinta.

            Este mismo rasgo es el que quiero destacar del libro de Francisco Fernández. Hay muchos manuales e investigaciones sobre la Primera Guerra Mundial. En todos ellos se nos habla de las grandes batallas, de los grandes escenarios, de las grandes ofensivas… Pero en todos ellos siempre el hombre concreto, el militar concreto, el soldado concreto aparece visto desde lejos, como una anónima pieza secundaria de las grandes maniobras orquestales de la guerra. Es cierto que la literatura ha buscado, precisamente, ese punto de vista individual. Y lo ha conseguido en muchas grandes novelas sobre la Primera Guerra Mundial, como las de William March, Gianni Stuparich, Edlef Köppen, Emilio Lussu, que han acercado el punto de vista hasta las tragedias individuales. Y lo mismo han hecho algunos periodistas, entre los que destaco al catalán Gaziel, que llegó a ser director de La Vanguardia, que en un libro publicado hace unos años, De París a Monastir, fue capaz en sus reportajes de plasmar la guerra a ras de suelo, alejándose de la retórica épica y tópica de la literatura propagandística.

            El hombre concreto. El soldado concreto. La microhistoria. Eso es lo que ha hecho Francisco Fernández con un trabajo exhaustivo y muy bien documentado. De la mano de nombres concretos, de militares concretos –todos españoles que vivieron y algunos murieron-, asistimos al devenir de una Guerra que rompió con los formalismos de las guerras tradicionales y convirtió las batallas en un infernal espectáculo de muerte, en el “averno”, como define el autor la batalla de Verdún y la del Somme, en la que perdieron la vida más de 600.000 personas y resultaron heridos el doble.

            El autor nos habla en su libro del inicio y los primeros pasos de la Guerra. De la extensión y generalización del conflicto (de Dardanelos a Guinea Ecuatorial). Del primer muerto español, Santiago Brianso, que falleció al poco de iniciarse la guerra, el 13 de agosto. De las guerras de trincheras, absolutamente criminales, que provocaron que en poco tiempo los hospitales franceses se llenaran de combatientes con trastornos nerviosos. De enfrentamientos fuera de lo normal se pasó a una guerra de desgaste, con la participación de otras potencias. Gracias a la técnica, las armas perfeccionaron su eficacia y el número de muertos y heridos se multiplicó exponencialmente. En 1917, Estados Unidos entra en la Guerra. Y también ese año la abandona Rusia, tras la Revolución Rusa y el comienzo de una guerra civil en el país. En 1918 se dan grandes avances y tiene lugar la ofensiva final de los aliados en Europa, del 8 de agosto al 11 de noviembre, día en el que se firmó el armisticio. Todavía después del final de la guerra se sucedieron las muertes en campos de prisioneros, en los hospitales y en la represión que se dio en algunos países. La posguerra, además, después de un mundo que había quedado hecho añicos, siguió siendo traumática para muchos de los que participaron en la guerra.

            Pero el libro no va de esto. Aunque se cuenta a grandes rasgos el desarrollo de la Guerra, su interés, como decía antes, es atender a lo minúsculo, a lo concreto, a lo individual: al destino de los más de mil españoles que aparecen en este libro y que se vieron envueltos en todo tipo de batallas y escenarios. Estos soldados estuvieron presentes en todos los ejércitos, en algunos países casi de manera testimonial, y de manera mayoritaria en el ejército francés. Todos vivieron momentos épicos y momentos para el olvido. Para todos, ingleses, españoles, americanos, rusos, alemanes, franceses, la guerra fue una experiencia de dolor y muerte. Por eso, el libro de Francisco Fernández García es una poderosa llamada contra el olvido y para el recuerdo. 

Reseña del libro en Librerías Troa. 




Españoles en la Primera Guerra Mundial
Francisco Fernández García
Espuela de Plata. Sevilla (2018)
556 págs. 23,90 €.

martes, 20 de noviembre de 2018

"El Rastro", de Andrés Trapiello


El Rastro madrileño es, como otros mercados similares en diferentes ciudades españoles y europeas, una radiografía de la misma sociedad cuyo significado, como opina Andrés Trapiello, va más allá del simple intercambio comercial. En el Rastro se almacenan y venden cosas viejas que parecen ya inútiles e inservibles, un auténtico cementerio de cachivaches en vías de extinción, que, sin embargo, siempre encuentran un comprador, alguien interesado de verdad en ellas, a veces de manera compulsiva y obsesiva. Y es que tan interesante es lo que se vende en el Rastro como los vendedores y hasta los propios compradores. Trapiello es uno de ellos. Lo lleva recorriendo desde hace cuarenta años y ha escrito sobre el Rastro muchas páginas, la mayoría en los volúmenes de sus diarios que llevan como título genérico Salón de pasos perdidos, y de las que en este libro se ha hecho una selección. Trapiello cuenta sus descubrimientos, sus aventuras, los regateos con los vendedores, los libros y fotografías que suelen acabar en este vertedero sentimental. Pero no todo son despojos. Como él confiesa, ha rescatado del olvido auténticas joyas.


            Suele acudir al Rastro los domingos por la mañana, muy temprano. Va a la caza (o la pesca) de libros antiguos, de documentos, de imágenes..., de lo que sea. A por cosas concretas y también se deja llevar por la sorpresa. Como dice Trapiello, "yo no voy a comprar, sino a encontrar una respuesta". Y esta, sin obsesionarse, suele aparecer después de muchas vueltas y vueltas, aunque en ocasiones exija aceptar un proceso que incluye el consabido regateo y la sinuosa conversación con el vendedor. 
            En este libro, Trapiello se pregunta por qué algunas cosas viejas son tan o más importantes que las nuevas. Los vendedores acopian este tipo de mercancías descabaladas y descabalgadas porque siempre hay alguien que las busca con verdadera pasión, sabiendo que lo importante no es el precio sino el valor que tiene (para el comprador y para el vendedor). Tan es así que para Trapiello lo mejor del Rastro no es lo que acabamos encontrando sino lo que se va buscando, que no tienen por qué coincidir.


            La primera parte del libro contiene una reflexión teórica sobre el por qué de este tipo de mercados. Dice Trapiello que "hay que ir al Rastro para saber qué somos", de dónde venimos y también a dónde vamos. Es una síntesis de una vida periclitada, objetos y mercancías que están a punto de ser engullidas por la muerte. El Rastro aparece como su última oportunidad para ser rescatadas. En la segunda parte, Trapiello condensa la historia del Rastro sirviéndose de su dilatada experiencia personal. 
            El libro incluye muchas páginas inéditas y otras rescatadas de sus diarios en los que, como hemos dicho, la visita al Rastro es una cita constante, un lugar de encuentro con sus lectores habituales. También en este libro, que tiene su remoto origen en unas conferencias que impartió el autor en la Fundación Juan March de Madrid en 2015, figuran muchas fotografías suyas, que ha hecho una selección de las más de 2.500 que tiene del Rastro.


            Estamos, pues, ante una guía sentimental y subjetiva. Todo un homenaje a lo que Trapiello define como "la radiografía de la sociedad que lo alimenta". 


El Rastro
Andrés Trapiello
Destino. Barcelona (2018)
360 págs. 24,90 €.

"Otra Cataluña", de Sergio Vila-Sanjuán


Actual director del prestigioso suplemento “Cultura/s” de La Vanguardia, Sergio Vila-Sanjuán ha escrito varios novelas y unos cuantos libros, como Pasando página Código best-seller, indispensables para entender la evolución de la industria cultural y la historia literaria de las últimas décadas. En ese libro analiza la activa y continuada presencia durante más de seis siglos del catalán y del castellano, o del castellano y catalán, en la cultura catalana que se ha realizado a través de estos dos idiomas. Dejar a un lado, minusvalorar o eliminar el papel de la cultura catalana escrita en castellano, como se está haciendo últimamente por parte del nacionalismo más excluyente, supone falsificar la historia y amputar de la cultura catalana a autores fundamentales, como demuestra Vila-Sanjuán en este estudio que quiere ser una introducción a una realidad cultural que no puede empequeñecerse o convertirse en instrumento político.
            Para Vila-Sanjuán, y lo demuestra con creces en los capítulos de este libro, la cultura catalana escrita en castellano cuenta con personajes que no pueden quedar en la sombra; y por eso su libro pone en valor aquellos “hitos sin los que la cultura de Cataluña no puede comprenderse”.
            El autor divide su estudio en tres grandes capítulos cronológicos. En el primero, 1412-1700, se destaca el papel que desempeñaron poetas y escritores catalanes en la renovación de la literatura castellana, como es el caso de Enrique de Villena y Juan Boscán. En este periodo, analiza las aportaciones a la literatura religiosa de Ignacio de Loyola y se comenta el viaje que don Quijote realizó a Barcelona como símbolo de la unión cultural. El segundo capítulo abarca desde 1701 a 1900, cuando se consolida la literatura catalana y, a la vez, aparecen importantes figuras que transitan los dos idiomas o que renuevan la cultura española desde su catalanismo, como Aribau, Piferrer y Jaime Balmes.  El tercer capítulo contiene un estudio de los principales fenómenos literarios desde 1901 a la actualidad, aunque introduce tres divisiones: de 1901 a 1939, de 1940 a 1975 y de 1976 a 2018. 
Si antes de la guerra civil se destacan a escritores como Gaziel, Eugenio d’Ors y Bartolomé Soler, entre otros muchos, tras la contienda el autor señala el importante peso específico que tuvieron tres editoriales: Destino, Planeta y Barral; alrededor de estas editoriales muchos escritores realizaron en castellano una importante contribución a la literatura catalana. Es el caso, por ejemplo, dentro de la “galaxia Destino”, de Ignacio Agustí, Carmen Laforet, Ana María Matute y Sebastián Juan Arbó; dentro de la “galaxia Planeta” destaca a José María Gironella, Tomás Salvador y Mercedes Salisachs; y en la “galaxia Carlos Barral” incluye a Gil de Biedma, los Goytisolo y Juan Marsé. Por último, del periodo 1976 a 2018, Vila-Sanjuán destaca las aportaciones de un grupo de escritores fundamentales para la literatura castellana y catalana, aunque hayan escrito mayormente en castellano: es el caso de Eduardo Mendoza, Manuel Vázquez Montalbán, Terenci Moix, Enrique Vila-Matas, Carlos Ruiz Zafón y Javier Cercas.
            En su estudio, Vila-Sanjuán demuestra cómo la industria cultural en castellano se consolida en Cataluña en el siglo XVI y desde entonces forma parte del mapa cultural español. Por eso, este libro, que aparece en un momento político y cultural espinoso, reivindica la tradición literaria catalana en castellano que es igual de importante, como poco, que la escrita en catalán. Para él, todos los autores estudiados no pertenecen a una segunda categoría y son igual de catalanes que los que escriben solo en catalán. Y el que escribe este libro ha sido uno de los críticos culturales que más ha hecho por consolidar el catalán como lengua cultural. 


Otra Cataluña
Sergio Vila-Sanjuán
Destino. Barcelona (2018)
366 págs. 19,99 €.

lunes, 22 de octubre de 2018

“En Troa Librerías salimos al encuentro de los lectores buscando su complicidad”. Entrevista a María Crespo, Directora General de Troa Librerías



Desde hace ya casi cinco años, María Crespo Garrido es la Directora General de Troa Librerías, que cuenta con una cadena de librerías distribuidas por toda España. Troa Librerías es, para muchos lectores, un referente en el terreno del mundo del libro y de la cultura. La dilatada experiencia de Troa (más de sesenta años) avala a sus librerías como un habitual lugar de encuentro de libros, autores, lectores, buscando que se cumpla aquello que decía Marcel Proust: “El hallazgo afortunado de un buen libro puede cambiar el destino de un alma”. Hablamos con María Crespo para que nos explique el trabajo que se realiza en Troa.  
1.- Troa Librerías nace en diciembre de 1951. ¿Con qué objetivos?
            Son muchos años de trabajo y de experiencia, muchas décadas en contacto con numerosos lectores y con el mundo del libro, viviendo buenos momentos y también difíciles, pues de todo ha habido en estos años. Troa nace con la intención de fomentar la cultura y de hacer más accesible el mundo del libro a todo tipo de personas. Y este objetivo sigue estando de plena actualidad. Queremos que la gente lea porque estamos convencidos de los saludables beneficios de la lectura en todas las personas. Leer sigue siendo la mejor herramienta para mejorar como personas y para fomentar la formación cultural. En definitiva, con el amor a la lectura construimos entre todos un mundo mucho mejor. A eso nos dedicamos.

2.- ¿Cuántas librerías forman parte de Troa? ¿Qué servicios prestan?
            Forman parte de Troa unas veinte librerías que están diseminadas por toda la geografía española. Cada una tiene su sello personal y todas aportan la experiencia de un grupo con muchos años de trabajo en torno al libro. Además de las selecciones de libros para adultos y para un público infantil y juvenil, Troa está muy asentada en muchos colegios, con los que trabaja codo con codo. Contamos con un experimentado departamento de libros de texto, de libros institucionales, asesoramiento personalizado a empresas, etc. Trabajamos todas aquellas facetas y ámbitos donde tiene presencia el libro. 

3.- Una de las señas de identidad de Troa Librerías es el nivel profesional de sus libreros. ¿Cómo definiría el trabajo que realizan?
            Vivimos en una época en la que más que información (de la que tenemos sobredosis) hace falta orientación. Teniendo en cuenta la cantidad de libros que se publican, no es fácil moverse en este mundo. Los libreros de Troa están al tanto de las novedades y ofrecen a los lectores, si se lo piden, sugerencias, posibles alternativas, recomendaciones. Todo ello basado en su experiencia humana y profesional y en su formación cultural. No se trata de vender un libro al precio que sea sino de facilitar el encuentro satisfactorio de cada lector con un libro. Por eso huimos de las recetas mágicas y de los consejos generales. Son muchos años trabajando en esta dirección y nos ha ido bien esta política de ponernos a la altura de los lectores y buscar su complicidad.


4.- Troa Librerías cuenta, además, con un asesoramiento profesionalizado. ¿En qué consiste esta faceta?
            Como comentaba, el mercado literario es inabarcable y hacen falta profesionales que sepan moverse en el proceloso mundo de la edición. Nosotros estamos para servir al público aceptando sus sugerencias y propuestas; también nos fiamos completamente de las editoriales; además, contamos con un equipo de profesionales que nos ayudan a conocer mejor los libros que se publican con el fin de poder aportar a los posibles lectores nuestra valoración y nuestra selección. Nuestro deseo que que estos lectores lean, primero, los buenos libros, ya que es imposible leerlos todos. Es lo que se hace en todas las librerías, que seleccionan, con la ayuda de este equipo, lo que consideran más apetitoso para sus posibles lectores. No resulta un trabajo fácil porque el nivel de las editoriales españolas es mayúsculo. Contamos con un mercado editorial variado y completísimo, lleno de constantes sorpresas. No es precisamente un mundo aburrido, plano o parado. Hay multitud de iniciativas editoriales que demuestran la vitalidad de una industria en constante movimiento. Lástima que este entusiasmo por el libro no venga acompañado de un mayor número de lectores, como confirman las estadísticas cuando se habla del lugar que ocupa la lectura en España. 

5.- ¿Se nota en las librerías el peso de lo digital? ¿Sigue teniendo futuro el libro en papel?
            Claro que se nota. Muchos lectores, por comodidad o por lo que sea (prefiero no poner calificativos a la gente que piratea libros como si tal cosa), han optado por el libro digital. Estamos ante un mercado creciente que, sin embargo, no está suponiendo, como algunos habían previsto apocalípticamente, el arrinconamiento y muerte del libro en papel. Sigue habiendo un tipo de libros que solo se publicarán en formato papel y sigue habiendo un tipo de lectores que continúan apegados al papel. Menos mal. Nuestra apuesta es vender de todo, pero está claro que nuestro modelo de negocio se basa fundamentalmente en el trabajo en vivo y en directo de nuestras librerías.

6.- En los últimos días han cerrado importantes librerías en nuestro país. ¿Se ha acabado el modelo “tradicional”? ¿Tienen que reinventarse las librerías?
            Es un negocio espinoso y en crisis, como tantos otros. El auge de lo digital, el retroceso cultural (no lo digo yo, está ahí) y la pérdida del valor del libro como objeto de cultura y sabiduría han relegado el papel del libro y de las librerías. Algunas no han tenido más remedio que cerrar, lo que resulta una pena y aumenta la sensación de que vivimos en un páramo cultural, a pesar de otras apariencias. Por eso las librerías no deben hoy esperar a que vengan los clientes sino salir a su encuentro. Para ello, deben reinventarse constantemente y dejar volar la imaginación para ampliar su oferta de actividades. En este sentido, un importante reto es la mejora de la formación de los libreros. Tenemos bastantes muy competentes, y estamos procurando que todos conozcan bien las novedades y otros muchos libros más o menos recientes que pueden interesar a los clientes. Si el librero conoce los libros acertará mas fácilmente, y si además conoce a los clientes más aún.
Además, seguimos promoviendo clubes de lectura, que sirven para que muchos lectores entren en contacto entre ellos y descubran buenos libros; pero también hemos multiplicado las presentaciones de libros y los actos culturales que tienen al libro como protagonista. Además, hay que facilitar a los lectores, con diferentes iniciativas, que conozcan títulos ya olvidados y otros que han pasado quizás sin pena ni gloria. En nuestro caso, estamos constantemente hablando de libros, novedades, selecciones… Publicamos trimestralmente una revista y todas las semanas seleccionamos una serie de títulos que nos ha llamado especialmente la atención. Con esto estamos consiguiendo la fidelidad de los lectores (una buena noticia para nosotros), que ven que no solo despachamos (que hay que hacerlo, y bien) sino que también proponemos y sabemos hablar de libros.*

miércoles, 17 de octubre de 2018

"La maleta", de Serguéi Dovlátov


La editorial Fulgencio Pimentel sigue publicando las obras del escritor ruso Serguéi Dovlátov (1941-1990). Esta es la tercera, tras la publicación de Retiro Oficio. Como las anteriores, también está inspirada en sucesos de su propia vida, en este caso con recuerdos de sus años de vida en la URSS, desempeñando trabajos variados y alimentando a la vez su vocación de escritor, aunque por sus problemas con el régimen no consiguió autorización para publicar nada (sus obras se distribuyeron secretamente en samizdat). 
Su obra entronca con lo mejor de Pushkin y Chéjov y conecta con la larga tradición de escritores satíricos rusos: Nikolái Gógol, Iván Goncharov, Ilf y Petrov, Mijaíl Zóschenko, Isaal Bábel, Mijaíl Bulgákov y, entre otros, Vladímir Voinóvich. Heredero, pues, de la mejor literatura humorística soviética, optó por la ironía y el sarcasmo para enfrentarse con la realidad. En España se habían publicado ya con anterioridad algunas de sus obras, como Los nuestrosEl compromiso La extranjera.
Lo más destacable de la literatura de Dovlátov es su estilo, diáfano, sencillo y directo, totalmente despojado de la habitual retórica comunista, que había creado un estilo paraliterario, manifiestamente ampuloso, extremo y heroico. También hay que destacar su sentido del humor y su ácido sarcasmo para retratar su vida y la de un variado muestrario de personajes que proceden de la realidad sociológica de la Rusia comunista. 
En La maleta vuelve a recurrir a su biografía. En él relata el escaso contenido que metió en la maleta que le acompañó al exilio: “Y así fue como me largué, con solo una maleta. Era de aglomerado forrada en tela, con refuerzos niquelados en las esquinas. La cerradura estaba estropeada. Tuve que atar la maleta con cuerdas de las que se usan para tender la colada”. Pero cada cosa que mete dentro –unos calcetines, unos botines, una chaqueta, un cinturón, un traje, unos guantes…- tienen su divertida historia detrás, que Dovlátov cuenta con abundantes digresiones y con gran sentido del humor. Estas historias, que en algunos casos funcionan como relatos cortos, describen a su vez la patética realidad soviética vista desde diferentes ángulos, repleta de personajes esperpénticos, que todavía lo son más gracias a la entretenida pluma de Dovlátov. 
       Todo está, además, contado de manera muy directa, en primera persona, con un estilo transparente y pulido que va directo al grano. Dovlátov desmitifica constantemente no solamente la vida soviética sino también su propia biografía y su carrera como escritor, huyendo de la nostalgia o de la melancolía. Con mucha ironía, Dovlátov maneja un estilo ameno, despojado de las sombras de la tragedia. 


La maleta
Serguéi Dovlátov
Fulgencio Pimentel. Logroño (2018)
192 págs. 19,90 €.
Traducción: Justo E. Vasco.

viernes, 12 de octubre de 2018

"Viaje a Rusia", de Josep Pla


En 1925, ocho años después de la Revolución rusa, el periodista Josep Pla (1897-1981) viajó a la URSS para escribir una serie de artículos periodísticos por encargo de La Publicitat. Los artículos tuvieron una gran aceptación y se publicaron ese mismo año en formato libro en la editorial Diana, consiguiendo vender más de cinco mil ejemplares. Este éxito demuestra el interés que existía en España por todo lo que estaba pasando en la URSS y que propició que una larga lista de intelectuales y políticos de todas las procedencias políticas (aunque de manera especial de la izquierda) viajasen a aquel país para comprobar en directo el alcance de las medidas revolucionarias: en mi libro Cien años de literatura a la sombra del Gulag me refiero a esta moda viajera.
            Pla parte de una intención periodística: “He procurado plantear las cosas en un terreno objetivo”. Él quiere limitarse a contar lo que ve, sin añadir valoraciones ni opiniones personales. No siempre le resulta fácil mantener la imparcialidad, pero en general consigue el propósito de componer un texto muy informativo y didáctico, en el que, por un exceso de periodismo, se echa en falta la actitud irónica, crítica y socarrona de la mayoría de los textos de Pla. Aunque años después se despachó a gusto contra las políticas totalitarias que arrinconaban al individuo frente al poder del Estado, en este libro Pla comprueba, quizás aplastado por la propaganda, la ruptura radical que supone el comunismo soviético en todos los órdenes, de manera especial en todo lo que afecta al orden social. Pla no tiene una opinión muy positiva de las democracias liberales, por lo que ve con buenos ojos algunas de las decisiones que adopta Rusia, que van precisamente en la dirección contraria.
Explica muchas cosas que tienen que ver con cuestiones organizativas. Habla de los problemas con los que se han enfrentado los comunistas: por ejemplo, las reticencias de los campesinos a seguir sus directrices. Expone los conflictos políticos, la situación de las diferentes repúblicas, los idiomas, la industria, la educación… No hay que olvidar que tras la guerra civil y el “comunismo de guerra”, que provocaron mucha miseria en todo el país, Lenin no tuvo más remedio que abrir un camino intermedio entre el comunismo y el capitalismo, la Nueva Política Económica (NEP), que calmó los ánimos de los más contrarios al comunismo aunque levantó muchas sospechas entre los fervientes partidarios de aplicar sin contemplaciones las recetas comunistas. Por eso, Pla contempla una Rusia en proceso de evolución. 
Por todo ello, Pla muestra una actitud condescendiente, comprensiva, quizás porque comparando la Rusia actual con la de la época de los zares, ve motivos para la esperanza, y eso que, como explica el mismo, se aproximó a esa realidad “con el candor de la ignorancia” y reconociendo que “estamos demasiado próximos a los acontecimientos para señalar la dirección que tomarán”. Hay, sin embargo, observaciones que anticipan lo que vendrá después, con comentarios que van más allá de lo puramente periodístico, como cuando dice que “es probable que a distancia la revolución rusa no quede más que como un fantástico cambio de personal y con una inversión del significado verbal de las palabras”. Intuye que la libertad individual pasará a un segundo plano y que todo en Rusia se estatalizará, también la producción intelectual. Y ve como un peligro la obsesión por la propaganda, constante en todos los órdenes de la vida. 
Este volumen incluye también un breve perfil del político catalán Andreu Nin escrito por Pla en 1959 y que incluyó en su serie de Homenots. Nin ejerció de intérprete en el viaje que Pla hizo a Rusia en 1925. Pla resume en este texto su trayectoria política y doméstica, su viaje  la Rusia, su gran nivel como traductor. Recuerda varias anécdotas personales que sirven para definir el espíritu rígido y dogmático de Nin, entusiasta sin fisuras de la Revolución (aunque más tarde tuvo que abandonar Rusia acusado de trotskista). El tono de este perfil es distinto al que empleó cuando relató su viaje. Aquí hay más observaciones subjetivas y personales. Aparece el Pla más auténtico. 


Viaje a Rusia
Josep Pla
Destino. Barcelona (2018)
180 págs. 18 €. 
T.o.: Viatge a Rússia el 1925. Notícies de l’URSS. Una enquesta periodística Andreu Nin (192-1938), en Homentos. Segona sèrie. 
Traducción: Marta Rebón.

"Vi. Una mujer minúscula", de Kim Thúy


Residente desde hace más de treinta años en Canadá, la autora (Saigón, 1968) abandonó Vietnam en un bote cuando tenía diez. Hasta ese momento había vivido en una familia adinerada de Vietnam, donde no faltaba de nada y en permanente contacto con la vida occidental. Pero la llegada del comunismo acaba con todo aquello. Inspirándose en su biografía ha escrito las novelas Ru Mân. Al igual que en las otras, en Vi hay también un trasfondo biográfico.
            En la novela, todos los miembros de la familia de la narradora y protagonista, Vi, consiguen escapar de Vietnam menos su padre. Acaban en Canadá donde rehacen sus vidas, en permanente conflicto entre las tradiciones de su tierra y el estilo de vida occidental de Canadá. Desde el principio, Vi se muestra como una joven independiente y moderna, que rompe con algunas costumbres y tradiciones de su pueblo, lo que le lleva a una ruptura con su madre y sus hermanos. Gracias a su trabajo en un despacho de abogados, tiene la oportunidad de viajar y vivir frecuentemente en su país de origen. Allí ve las cicatrices de la guerra que provocó su salida y, también, de profundizar en sus raíces familiares y personales. A la vez, la novela es una búsqueda para encontrar un sitio en el mundo a través del amor.
Más que el relato discursivo de los hechos, la autora prefiere las breves instantáneas, la atención a los minúsculos detalles que la autora recuerda de manera leve y de gran eficacia narrativa y poética, profundizando en las emociones y los sentimientos de la protagonista. Thúy es una escritora de una gran sensibilidad, que ha elegido para el relato de su vida la pincelada poética al crudo realismo.


Vi. Una mujer minúscula
Kim Thúy
Periférica. Cáceres (2018)
160 págs. 16 €.
Traducción: Laura Salas.

domingo, 30 de septiembre de 2018

"Isla Crimea", de Vasili Aksiónov


Vasili Aksiónov (1932-2009), hijo de Evgenia Ginzburg, la autora de El vértigo, uno de los testimonios más impactantes de la vida en los Gulag de Stalin, nació en Kazán y a los cinco años, cuando sus padres fueron detenidos, fue a parar a un orfanato estatal del que fue rescatado por su tío, que se hizo cargo de él. Tras trece años de separación, volvió a reencontrarse con su madre en Magadán. Luego, estudió Medicina a la vez que escribía poesías y relatos. A la muerte de Stalin en 1953, surgió en la Unión Soviética los stiliagui,una subcultura juvenil que no ocultaba su fascinación por lo occidental (especialmente, el cine y el jazz) y que rechazaba en la moda y en la estética las consignas soviéticas. Vasili fue uno de los máximos representantes de este movimiento, que presentó a la sociedad una nueva juventud nada politizada que tenía con otro lenguaje y otras aspiraciones vitales. Aksiónov publicó en esos años algunos relatos en revistas y en 1960 aparece su primer novela, Colegas, enmarcada en esta tendencia juvenil; un año después, publicó Billete a las estrellas
En la década de los setenta sigue publicando novelas, relatos, obras de teatro y traducciones. Dos novelas suyas, La quemadura (1975) y La isla de Crimea (1979), fueron censuradas y no se pudieron publicar en la URSS. También a finales de los setenta, un grupo de escritores aglutinados en torno a la revista Juventud, entre los que estaba Aksiónov, publicaron un almanaque, Metropol, sin la autorización de la Unión de Escritores. Desde entonces, se multiplicaron todavía más sus problemas con el régimen. Se exilió en 1980 a Estados Unidos, donde impartió clases en diferentes universidades. Fue incluso despojado de la ciudadanía soviética. 
Durante la década de los ochenta escribió una trilogía sobre la familia Grádov, que publicó en 1989, 1993 y 1994 y que tituló Una saga moscovita, su novela más famosa e internacional, en la que describió con una mirada muy crítica la vida en la Unión Soviética desde 1924, fecha de la muerte de Lenin, hasta 1953, cuando muere Stalin (de esta novela hablo extensamente en mi libro Cien años de literatura a la sombra del Gulag).  Isla Crimea no se pudo publicar en la URSS hasta 1990. En Rusia, la novela se volvió a poner de moda tras la invasión del ejército ruso de Crimea en 2014. 
Para escribir esta novela, Aksiónov se inspira en algunos sucesos de su biografía, de manera especial en sus años de activista de la cultura no oficial; también aparece su mirada crítica sobre la realidad soviética de aquellos años, finales de los setenta, cuando no parecía que fuera a derrumbarse el rocoso sistema soviético de manera inminente, a pesar de las numerosas y evidentes grietas. La novela se centra en las peripecias profesionales, políticas y sentimentales de Andréi Arsénievich Lúchnikov, director del polémico y popular rotativo Courier Ruso, con sede en Simferopol, capital de Crimea. Lúchnikov es hijo de un destacado militar que combatió contra los comunistas en la guerra civil que se desató tras la Revolución rusa entre los bolcheviques y el “ejército blanco”. 


En la novela, la Guardia Blanca consiguió al final refugiarse en Crimea y desde entonces mantiene su independencia contra los asedios del bloque comunista. Sin embargo, Lúchnikov hijo considera que Crimea ha perdido desde entonces sus raíces y su oportunidad de compartir el destino de la Rusia mística e inmortal. Dominada por un capitalismo salvaje y por una democracia aparentemente esperpéntica, Crimea se prepara para unas cruciales elecciones políticas en las que amenaza con presentarse una nueva formación, OLA (Orgullo, Lealtad y Adhesión), capitaneada por Lúchnikov y un grupo de poderosos amigos, que propugnan que Crimea debe integrarse en la URSS. Otras opciones reclaman mantener el statu quoactual, como los evapros, los militares y dirigentes que proceden del ejército blanco y que viven anclados en las estructuras del Antiguo Régimen; o los iakis, una tendencia protagonizada por los jóvenes que desean romper del todo tanto con Rusia como con el pasado “blanco”. En torno a este tema, las relaciones de Crimea (y Lúchnikov) con Rusia, gira esta novela ambiciosa que realiza una profunda crítica y amena radiografía de la historia y la vida en la URSS y su futuro social y político.
Lúchnikov es un periodista hábil, populista, consciente de su fama y de su poder personal. Viaja por todo el mundo y tiene contactos en las altas esferas de los principales gobiernos del mundo; también se relaciona con destacados dirigentes comunistas y con miembros del KGB dedicados a Crimea. A pesar de conocer las limitaciones a la libertad, el patético fracaso de las medidas económicas, las perversiones del totalitarismo y el pavor a perder el control de la sociedad del Partido Comunista, considera que el único camino que le queda a Crimea es regresar a sus raíces y fundirse con Rusia. En su vida ocupan un destacado lugar su padre y su hijo, Antón, a pesar de que ha tenido con él una relación distante y su ideario se aproxima más al de los iakis; y en la novela también tienen su importancia sus relaciones amorosas, de manera especial con una de sus amantes, Tatiana Lúnika, uno de los principales personajes de la novela, una presentadora rusa de televisión que ha sido campeona de atletismo internacional y que está casada con un deportista ruso que encarna la sumisión a los dictados comunistas.
La novela es detallista al máximo a la hora de ofrecer desde diferentes perspectivas la vida en la URSS, con algunas luces y sus muchas sombras, donde con palabras del autor, “sigue malviviendo en ausencia de derechos, en la oscuridad espiritual, en la escasez y la mentira”. Y también la de Crimea, ejemplo de cómo podía haber sido Rusia si la Revolución no hubiese triunfado. Hay muchos personajes con los que aborda temas colaterales, muy interesantes: el simbolismo del encuentro de Lúchnikov con la milagrera Eudokía, la relación con Dim Shebeko, hijo de un dirigente del KGB y artista underground; el cineasta fracasado Vitali Gángut; un millonario americano dedicado al mundo del cine y su coro de exiliados rusos, los dirigentes del Partido Comunista (retratados como una banda de gángsteres de Chicago), el mundo de los evapro, los compañeros de Instituto de Lúchnikov…
Aksiónov maneja una prosa descriptiva, irónica y muy gamberra. Lúchnikov es un personaje acomodaticio y moralmente frívolo, que solo vive para sus caprichos personales (sean estos políticos o sexuales). Pero su sentido periodístico de la vida permite ofrecer una imagen poliédrica de la realidad y realizar una disección en carne viva del combate entre el comunismo y el mundo occidental, ninguno de los dos idealizados por el autor. Novela de largo aliento, en la que se mezcla la novela distópica con la sátira y el thriller político, con la que Aksiónov supera los límites temporales y políticos del contexto en el que se ambienta para realizar una parábola de carácter más universal sobre el choque entre el poder del individuo y el destino de la colectividad. 


Isla Crimea
Vasili Aksiónov
Automática. Madrid (2018). 
512 págs. 22 €.        
Traducción: Yulia Dobrovolskaia y José María Muñoz Rovira.