jueves, 30 de julio de 2015

“Por las fronteras de Europa”, de Mercedes Monmany


Prestigiosa crítica literaria en el diario ABC y ensayista especializada en literatura contemporánea y europea, Mercedes Monmany (Barcelona, 1957) realiza en esta obra “un viaje por la narrativa de los siglos XX y XXI” en el que se centra en la literatura europea. La autora ofrece un exhaustivo panorama de lo mejor de la literatura nórdica, francesa, centroeuropea, italianas, británica, irlandesa, rusa, alemana, portuguesa, etc. La autora incluye también a autores turcos e israelíes y también a escritores brasileños y del África lusófona. No aparecen autores españoles.
Todas las obras comentadas por la autora han sido traducidas al castellano, lo que demuestra la vitalidad del sector editorial español, abierto a todas las literaturas y, a diferencia de otros países, muy poco endogámico. Para la autora, este libro lo ha podido escribir gracias al trabajo que realizan las editoriales, tanto las grandes, que suelen publicar mucha literatura internacional, como las editoriales pequeñas e independientes, que han permitido con sus traducciones descubrir a autores minoritarios, poco comerciales, pero de gran calidad  literaria. La autora destaca singularmente el papel que están desempeñando las editoriales Minúscula, Acantilado, Libros del Asteroide y Salamandra, aunque la lista, por suerte, podría alargarse pues el sector editorial español está más vivo e internacional que nunca.
La autora afirma que este libro refleja también el afán europeísta que se vive en la actualidad en España y que se manifiesta en un afán por conocer y seguir lo mejor de las diferentes literaturas europeas. Esta tendencia demuestra que la cultura española no vive de espaldas a Europa sino que está plenamente integrada en un espíritu europeo que la autora desea alimentar con su libro.
Los comentarios de la autora no son académicos y están en la línea de los que suele realizar en los medios de comunicación con los que colabora. En este sentido, sus textos son muy divulgativos y literarios, y permiten descubrir muchos autores y libros. La autora está muy al día de lo que se publica y demuestra, además, un profundo conocimiento de las tradiciones literarias de estos países, aunque sólo aparezcan autores de los siglos XX y XXI. Su ensayo/viaje es también un balance de lo que se está escribiendo en Europa y del prestigio tanto nacional como internacional de muchos escritores europeos.
El escritor italiano Claudio Magris, extensamente comentado en este libro, es el autor del prólogo. En él destaca la apertura intelectual de la autora y su detallado conocimiento de la literatura europea. Y coincide con Monmany en señalar la literatura centroeuropea, de la que Magris se siente heredero, “como paraíso perdido, como infierno, como teatro del mundo, como prueba general del futuro”. Por eso, y por todos los comentarios que contiene, este ensayo “es también un atlas espiritual, una geografía literaria”.
La autora destaca especialmente la literatura que se está haciendo en Irlanda, país de escritores con una gran resonancia internacional, además de las literaturas de Islandia y de Centroeuropa y los Balcanes. Y entre sus autores favoritos destaca a Joseph Roth, Italo Svevo, Patrick Modiano, Danilo Kis, Irène Némirovski y Sándor Márai, todos ellos muy bien editados y traducidos en España.



Por las fronteras de Europa
Mercedes Monmany
Galaxia Gutenberg. Barcelona (2015)
1.512 págs. 39,50 €.

lunes, 27 de julio de 2015

“Comedia con fantasmas”, de Marcos Ordóñez


Crítico teatral en el diario El País, Marcos Ordóñez (1957) es autor también de varias novelas (como Una vuelta por el Rialto, 1994), un libro de memorias, Un jardín abandonado por los pájaros, y varios libros dedicados a personajes del mundo del cine y del teatro, como Big Time: la gran vida de Perico Vidal (2014). Comedia con fantasmas está ambientada en un mundo que el autor conoce a la perfección, el del teatro y del cine a lo largo del siglo XX. Publicada en 2002, ahora vuelve a reeditarse en una nueva editorial.
”Voy a hablar de un mundo que ya no existe”. Así comienza Pepín Mendieta sus memorias, que abarcan desde 1925 a 1984, cuando las concluye ya anciano, apartado del mundo del teatro y viviendo de sus numerosos recuerdos.
Todo comienza en 1925, en Villaura, cuando a los 13 años abandona su familia y entra como meritorio sin sueldo en la compañía itinerante El Gran Teatro del Mundo, que dirige Eduardo Pombal. El alma de la compañía es Pombal, un director de escena absolutamente apasionado por las obras de Shakespeare y por las comedias de magia, tan en boga en la España de los años veinte y treinta. La primera obra que vio Pepín fue El sueño de una moche de verano, de Shakespeare, que Pombal adaptaba con profusión de “efectos especiales”. Trabajó con Pombal hasta 1934, cuando decide abandonarle, cansado del carácter maniático y posesivo de su director.
Con Pombal recorrió muchos escenarios de la península hasta que se instalaron en Madrid contratados por el empresario Benito Reyzábal y donde tuvieron mucho éxito con espectaculares adaptaciones de El barón de Münchausen, Sin novedad en el frente y Jane Eyre, obra con la que entra en escena Rosa Camino, actriz de gran talento que será después una de las amantes de Pepín. Durante sus años en la compañía El Gran Teatro del Mundo, hizo de chico para todo, dedicándose sobre todo a la preparación de los escenarios.
Tras abandonar a Pombal, y casi por casualidad y para sobrevivir, empezó a trabajar de actor en pequeños papeles. Tras la guerra civil, cuando los géneros teatrales populares perdieron terreno ante las posibilidades del cine, Pepín empezó a hacer de extra en algunas películas. Luego emprendió una meteórica carrera como actor hasta que se convirtió en un cómico de renombre dentro del cine más popular. Durante esos años de éxito, Pepín recuerda su trayectoria profesional y sus reencuentros con aquellas personas que habían marcado su vida. De manera especial, con Pombal, que fue un director y actor exitoso hasta su ostracismo; con Monroy, también actor, amigo de Pombal y persona muy cercana a Pepín y su círculo de amistades; con Rosa Camino, que tuvo una famosa pero intermitente carrera como actriz y que aporta a la novela el componente sentimental; y el resto de los integrantes de El Gran Teatro del Mundo, con los que Pepín mantenía una estrecha relación.
Lo más sobresaliente del libro es la recreación, desde dentro, del mundo del teatro itinerante y popular. El autor ha realizado un gran trabajo de documentación y en esta novela se ha inspirado en actores y directores de carne y hueso, convirtiendo en novela sus trayectorias profesionales. Abundan las sugestivas observaciones sobre cuestiones relacionadas con la interpretación, los montajes, la ambientación, el público, el mundo de los actores… Destaca el papel de Eduardo Pombal, un adelantado a su tiempo en tantas cuestiones que supo competir de manera muy digna con el cine sacando el máximo partido a las posibilidades escénicas del teatro popular. La novela recrea un espectáculo que se encuentra en vías de extinción y, también, un estilo de vida, el de los cómicos itinerantes y el de los primeros actores del mundo del cine.
El autor abusa, sin embargo, de algunos tópicos relacionados con la profesión de cómico: todos los personajes son muy vitales, idealistas, materialistas a su manera, que viven instalados en un relajado estilo de vida donde sobresalen la obsesión por el teatro y por el placer. También son tópicas y gruesas algunas referencias costumbristas. Le falta a la novela un argumento más convincente y la trama sentimental no acaba de tener la suficiente envergadura y credibilidad.
El autor ambienta muy bien la novela en unas décadas cruciales de la historia de España y acierta en centrar el interés del argumento en las peripecias teatrales de sus protagonistas, sin que los hechos históricos que se describen (proclamación de la Segunda República, agitación social, guerra civil, posguerra…) adquieran una desmedida relevancia argumental.
“No existe ya aquel paisaje, el paisaje de mi vida”, rememora Pepín Mendieta. Las memorias son su último esfuerzo para rescatar del olvido una manera de hacer teatro que ya no volverá y a la que en esta novela se realiza un rendido homenaje.
  

Comedia con fantasmas
Marcos Ordóñez
Libros del Asteroide. Barcelona (2015)
424 págs. 19,95 €.

jueves, 23 de julio de 2015

“Vida de familia”, de Akhil Sharma


Al igual que el joven Ajay Mishra, narrador y protagonista de esta novela, , su autor, Akhil Sharma (Delhi, 1971), emigró a Estados Unidos en 1979 cuando tenía ocho años. Como Ajay, también nació en Delhi, vivió en Nueva York y estudió en Princeton. Vida de familia ha sido elegida como una de las cinco mejores novelas del año por The New York Times.
            Las primeras páginas del libro resumen brevemente la vida de Ajay en Delhi con sus padres y su hermano mayor Birju. “En la India vivíamos en dos habitaciones de cemento en el tejado de una casa de dos pisos en Delhi”. Pensando en lo mejor para su familia, su padre se fue a trabajar en 1978 a Estados Unidos; en 1979, viajó hacia Nueva York toda la familia. Se instalaron en Queens, donde comparan constantemente dos modos de vida muy distintos. “Una noche –escribe Ajay al poco de llegar- cayó nieve. Me sentí como si estuviese en un libro o en un programa de televisión”.
            Pero no queda más remedio que adaptarse a la nueva situación y todo el mundo hace lo que puede por aclimatarse cuanto antes en el trabajo y en los colegios. Birju, de catorce años, es un excelente estudiante y tras una dura preparación consigue aprobar el examen de ingreso en el prestigioso Instituto de Ciencias del Bronx, lo que celebra toda la familia. Pero durante unos días de vacaciones, tiene un accidente en una piscina y sufre una importante lesión cerebral.
            Ajay es el narrador y va contando lo que ve a su alrededor desde su perspectiva infantil y luego juvenil, cuatro años menor que Birju. Los padres luchan lo indecible por atender a Birju, aunque pronto empiezan los problemas y discusiones, pues el padre no acepta el fracaso que supone tener un hijo enfermo y recurre a la bebida hasta convertirse en alcohólico. La madre sobrelleva esta situación con entereza, entregada completamente a los cuidados de su hijo. Ajay, sin embargo, se queda un poco en fuera de juego, pues es demasiado niño para asimilar una situación que exige de él pasar a un segundo plano y madurar antes de tiempo. Es un lector empedernido (“yo siempre estaba enfrascado en un libro, ya estuviera leyéndolo o imaginándome que era un personaje”), además de buen estudiante. Sus excelentes notas aumentan su prestigio y el de su familia y le ayudarán a abrirse camino, aunque pagando el peaje de abandonar su casa, a sus padres y a su hermano Birju.
            El entusiasmo con el que la familia se traslada a Estados Unidos no dura mucho tiempo, aunque nunca se plantean volver a la India. Se relacionan con la pequeña comunidad hindú y a la vez están abiertos a la cultura norteamericana. Mantienen las costumbres y tradiciones que pueden y recurren asiduamente a las prácticas religiosas para reforzar su identidad. Lo mejor de la novela es la mirada libre, ingenua, acomodaticia y a ratos exótica de Ajay, que describe con realismo la dolorosa adaptación a una nueva realidad y, después del accidente de Birju, a unas nuevas circunstancias que acaban determinando su vida y la de sus padres. El argumento es sencillo y el tono de la narración es positivo, a pesar de las adversidades.


Vida de familia
Akhil Sharma
Anagrama. Barcelona (2015)
200 págs. 16,90 €. (papel) 10,99 €. (digital).
T.o.: Family Life.
Traducción: Jaime Zulaika.

domingo, 19 de julio de 2015

“Tantos días felices”, de Laurie Colwin


Autora de varias novelas, libros de relatos y ensayos, Laurie Colwin (1994-1992) se especializó en retratar la vida de la clase media neoyorquina. Se la suele citar como una Jane Austen moderna. Tantos días felices se publicó en 1978 y es una síntesis de toda su literatura.
            Sorprende, de entrada, que aunque publicada a finales de la década de los setenta, la novela es plenamente actual en su estilo, en sus personajes y en la narración de la vida de sus protagonistas. La novela cuenta la relación entre dos primos lejanos, Guido y Vincent, que vuelven a encontrarse en Nueva York años después de finalizar sus estudios, cuando los dos estrenan la treintena y sus aspiraciones amorosas han cambiado después de años de sucesivas y ocasionales aventuras amorosas con poco recorrido.
            Guido Morris dirige ahora una fundación familiar, la Fundación Carta Magna, dedicada a financiar una revista de arte y diferentes proyectos que sirvan para embellecer con obras de arte los espacios públicos. Vincent Cardworthy ha estudiado en Londres y en el Massachusetts Institute of Technology y ahora se dedica, en el Consejo de Planificación Urbana, a la gestión de residuos y materiales de reciclaje.
La novela adopta la perspectiva de estos dos personajes. Tras las presentaciones de los protagonistas, la novela se centra, en primer lugar, en contar el proceso de enamoramiento y posterior matrimonio de Guido con Holly, una joven a la que conoce por casualidad y de la que se enamora perdidamente, aunque al principio parece que por los caracteres de los dos es imposible que encajen. Por su parte, Vincent, también con muchas historias de amor de usar y tirar a sus espaldas, se enamora de una compañera de trabajo, Misty Berkowitz, quien no se lo pone nada fácil. La novela tiene un interesante toque costumbrista, pues describe de manera certera las vidas de un grupo de personas cuyo horizonte vital no parecía ir dirigido al matrimonio. Se muestra el proceso de enamoramiento, los problemas y dificultades, las diferencias psicológicas y de carácter, todo ello en un contexto laboral y social muy actual, la vida de la clase media alta norteamericana. También resultan muy convincentes los personajes secundarios, que amplían el valor costumbrista de la novela, con personajes modernos que proceden del mundo empresarial y del mundo universitario y que representan estilos de vida que, en ocasiones, son esclavos de la libertad que parecen propugnar. Hay una veta irónica de la autora a la hora de escribir sobre algunos de ellos, como Sybel, la novia de Stanley, un familiar de Misty, o de Gem, prima de Holly.
Guido es una persona seria y responsable, trabajadora, muy racionalista en sus actitudes y observaciones; por su parte, Holly es una mujer insegura a la que le cuesta asimilar lo que está viviendo y cómo le ha cambiado la vida; por eso prefiere romper de vez en cuando con lo establecido para, desde fuera, reflexionar sobre su vida y sus expectativas. Por ejemplo, cuando Holly se entera de que está embarazada, decide hacer un retiro espiritual con unas monjas anglicanas (no es creyente, pero respeta el silencio y las formas espirituales), con el fin de asimilar su nueva situación. Por su parte, Vincent es un optimista vital que contagia su natural y honesta inclinación a ver todo de manera positiva, también su amor por Misty y sus primerizos desplantes. Misty es el personaje más complicado, pues para ella la vida es un constante campo de batalla donde todo es problemático, también el amor y la amistad, aunque se trate en su caso de una estrategia arisca para ocultar su sensibilidad. Tanto Guido como Vincent, cuando hablan sobre sus respectivas mujeres, se sienten “perplejos, exhaustos, mareados, descolocados”, pues no acaban de entender muy bien algunas de sus reacciones y apreciaciones. Estas lógicas diferencias contribuyen a que la novela sea un buen estudio sobre el matrimonio y la relación entre los hombres y las mujeres. Eso sí, aquí el contexto social y moral determina la calidad de estas relaciones y algunas importantes decisiones. Sin embargo, todos  tienen en alta estima lo que supone un auténtico y sólido amor, los compromisos que lleva consigo el matrimonio y la suerte de participar de una profunda y sólida amistad.
  

Tantos días felices
Laurie Colwin
Libros del Asteroide. Barcelona (2015)
264 págs. 19,95 €. (papel). 11,99 €. (digital).
T.o.: Happy All The Time.
Traducción: Marta Alcaraz.

sábado, 11 de julio de 2015

“La Casa de las Alondras”, de Antonia Arslan


La Casa de las Alondras, novela de 2006, describe un episodio del genocidio de los armenios por parte de los turcos en 1915, poco después de que diera comienzo la Gran Guerra. Se trata de un libro que aborda un asunto espinoso, que todavía sigue siendo polémico por la actitud del gobierno turco.
Esta novela inspiró una película italiana, El destino de Nunik (La masseria delle allodole), estrenada en 2007, dirigida por Paolo Taviani y Vittorio Taviani y protagonizada por Paz Vega. También hay importantes testimonios literarios sobre este tema, como la gran novela del escritor austriaco Franz Werfel, Los cuarenta días del Musa Dagh, publicada en 1933 y reeditada en 2004 en la editorial Losada, donde se cuenta cómo lograron sobrevivir los armenios de siete pueblos situados en las laderas del macizo de Musa Dagh (monte de Moisés), al norte de la bahía de Antioquia.
En La Casa de las Alondras, Antonia Arslan, profesora de literatura en la Universidad de Padua, de origen armenio, bucea en sus raíces familiares para ofrecer un testimonio durísimo de las masacres que vivieron los armenios de las colinas de Anatolia. La primera parte cuenta el modo de vida de los armenios de una familia adinerada, que prepara la llegada de un familiar que vive en Italia.
La autora incorpora sugerentes notas costumbristas, que sirven para ambientar la novela en su tiempo histórico concreto. Luego, sd describen los preparativos para eliminar de manera sistemática a los armenios. Primero, los hombres sufren una trampa mortal que acaba con sus vidas. Luego, las mujeres emprenden una dolorosa huída que supone, a la larga, el fin de los armenios turcos.
La autora no ahorra descripciones violentas, que explican con detalle la eficacia del genocidio. La narración se centra especialmente en la reacción de las mujeres armenias en plena diáspora.


La Casa de las Alondras
Antonia Arslan
Lumen. Barcelona (2006)
265 págs.

jueves, 9 de julio de 2015

“El Efecto Matrimonio”, de Graeme Simsion


Tras el éxito de El Proyecto Esposa, traducida a más de 30 idiomas y de la que se han vendido más de un millón de ejemplares, vuelve el autor australiano a convertir a Don Tillman en el protagonista de su continuación, El Efecto Matrimonio.
            Al igual que en la novela anterior, los mayores aciertos de la novela son el carácter y las reacciones de Don, un persona que tiene algunos rasgos del Síndrome de Asperger. Don es metódico hasta la extenuación: vive dominado por un impulso de organizar todo desde un punto de vista científico, amante del orden y de la comprobación empírica de todas las situaciones, también de los sentimientos. Como escribe de sí mismo, Don, que vuelve a ser el narrador: “soy muy consciente de que no todos entienden lo mucho que valoro la planificación y lo poco que permito que nuestras vidas sigan un rumbo impredecible basado en acontecimientos aleatorios”. Don es consciente de que por culpa de estas obsesiones, tiene pocas habilidades para la interacción social.
            El autor aprovecha literariamente al máximo estos rasgos del carácter de Don. En la anterior novela, El proyecto Esposa, su argumento se centraba en el proceso racional y técnico para conseguir casarse. Ahora, el hilo conductor es la noticia de que Rosie, su mujer, se encuentra embarazada. A partir de ese momento Don aplica sus impresionantes conocimientos técnicos al desarrollo del embarazo y cómo puede afectar este estado a su mujer. Don controla los planes, las actividades, la vida social, los ritmos de trabajo y, sobre todo, la alimentación de Rosie. A la vez, se prepara científicamente para ser padre, lo que provoca constantes situaciones cómicas que el autor utiliza para complicar el argumento con escenas imprevisibles que ponen en peligro la relación entre Don y Rosie.
            A su alrededor, vuelven a aparecer los amigos de Don y Rosie de la primera novela, todos ellos profesionales ya maduros y consagrados y miembros de la comunidad universitaria, como Don y Rosie. Todos ellos están habituados a la manera de procesar la información vital de Don y con sus aportaciones contribuyen a complicar todavía más las cosas.
            Al tratarse de una continuación que utiliza los mismos mecanismos y las mismas reacciones, todo es, en esta ocasión, más predecible. Aunque la finalidad es cómica y el humor es limpio, aparecen algunos detalles de humor un poco gruesos y también algunas referencias a situaciones morales muy contemporáneas en las que el autor opta por la visión políticamente correcta.
            Don sigue siendo, como en la primera novela, un personaje hilarante y entrañable. A pesar de su inexperiencia vital, sus lógicas reflexiones sobre la paternidad y su científico deseo de hacer las cosas bien provocan constantes momentos ridículos y humorísticos en los que se destacan algunos valores humanos como la amistad y la comprensión. Es cierto que la novela no tiene la misma novedad y frescura, pero a pesar de todo se lee muy bien y aumenta el cariño por Don Tillman, profesor de Universidad especializado en Genética, radical enemigo de las incertidumbres.

El Efecto Matrimonio
Graeme Simsion
Salamandra. Barcelona (2015)
384 págs. 18 €.
T.o.: The Rosie Effect.
Traducción: Magdalena Palmer.