miércoles, 21 de octubre de 2015

“Una llegada inesperada y otros relatos”, de Ha Jin



Del chino Ha Jin (1956), residente en Estados Unidos desde 1989, se han publicado en España cuatro novelas –La espera (2000), En el estanque (2002), Sombras del pasado (2005) y Despojos de guerra (2005), además de su libro de ensayos El escritor como migrante (2012). Sin embargo, a pesar de haber obtenido por sus cuentos renombrados premios internacionales, hasta la fecha no se había publicado en España ninguno de sus cuatro libros de relatos ni una selección.
            Esta antología de Encuentro contiene trece relatos que permiten conocer su impecable trayectoria como cuentista. El libro se abre con una generosa introducción escrita por los propios traductores que sitúa la vida, la obra y los principales temas literarios de este escritor chino.
            Para escribir sus relatos, Ha Jin se inspira en su propia biografía o en historias y anécdotas que le han contado. Él mismo ha afirmado que todos sus cuentos proceden de la directa realidad. Los autores señalan en la introducción que sus relatos pueden dividirse en dos temas bien claros: por un lado, las referencias a la China comunista de la Revolución Cultural y los años posteriores a la muerte de Mao, que coinciden con los años juveniles y universitarios del autor; por otro, los que describen la vida de los emigrantes chinos en Estados Unidos, experiencia que compartió también el autor.
Ha Jin procede de Liaoning, una provincia situada al noreste de China que limita con Corea del Norte. A los dieciséis años se alistó al Ejército de Liberación Popular, donde permaneció hasta los diecinueve. Posteriormente, antes de su ingreso en la Universidad, trabajó de telegrafista para la Compañía Ferroviaria de Harbin. En este trabajo aprendió inglés, lo que le decidió a orientar sus estudios hacia la literatura norteamericana. En 1981 comenzó un Master of Arts en la Universidad de Shandong por el que consiguió una beca para ampliar estudios en la Universidad de Brandeis, en Estados Unidos. Allí, en junio de 1989, contempló por televisión las protestas y revueltas estudiantiles de la Plaza de Tiannamen, sofocadas de manera violenta por el ejército chino. Ha Jin decidió entonces no regresar a su país. Desde 2002 es profesor titular y profesor de escritura creativa en la Universidad de Boston.
En sus relatos ambientados en China aparecen historias que proceden del mundo rural y sucesos de los que el autor fue testigo durante la Revolución Cultural, que puso el país patas arriba durante una década. Algunos relatos describen el enfrentamiento del individuo contra el todopoderoso estado y también historias donde se narra la asfixiante burocracia estatal, la persecución policial y la extensión de la injusticia. En definitiva, con el colorismo y exotismo de la vida rural China, en la que perviven los valores tradicionales del confucionismo –a pesar de la oposición comunista a estos valores-, el autor muestra los excesos del totalitarismo comunista chino. Sus cuentos presentan algunas realidades y tradiciones primitivas y ancestrales. No es una imagen complaciente ni idílica de esa realidad sino que por sus páginas aparecen, con trazos muy humanos, nada sórdidos, historias de adulterios (un delito perseguido con saña por las autoridades), prostitutas que se han regenerado y que añoran la maternidad, la novedad en pleno comunismo de una homosexualidad prohibida por las autoridades...
Ha Jin despliega estos temas como parte de un decorado realista y costumbrista crudo, variado y complejo, a pesar de la uniformidad a todos los niveles que quiere imponer el comunismo.
Los relatos sobre emigrantes en Estados Unidos descubren a personajes que consiguen su sueño de realizarse y otros en los que aparecen más los obstáculos y las dificultades de su proceso de adaptación o que son víctimas de las mafias de la inmigración. Algunos, como “Niños como enemigos”, plantean abiertamente de manera crítica la pérdida de valores tradicionales de los chinos americanos de segunda y tercera generación.
Ha Jin dibuja de manera muy atrayente el tema de sus relatos; su realismo resulta convincente en las ambientaciones y en el costumbrismo que desprenden; técnicamente, enganchan con la trama, aunque quizá abuse de los finales abiertos, que pueden disparar la imaginación de los lectores pero que, sin embargo, pueden dejarlos un tanto descolocados. El autor muestra a su vez con cierta crudeza, dependiendo de los relatos, la pugna entre la Nueva China comunista y los valores viejos, que se salda con el triunfo de la represión. En los relatos ambientados en Estados Unidos, la pugna es entre los valores consumistas y materialistas y el mundo cerrado del que procede la comunidad china. Ha Jin mezcla estos mundos en unas narraciones sólidas.



Una llegada inesperada y otros relatos
Ha Jin
Encuentro. Madrid (2015)
312 págs. 26 €. (papel). 9,99 €. (digital). 
Traducción: José R. Ibáñez y Blasina Cantizano.

sábado, 10 de octubre de 2015

“Cosas de niños”, de David Wagner



    Considerado uno de los escritores alemanes actuales con más proyección, David Wagner estudió Literatura Comparada e Historia del Arte en Bonn, Berlín y París y es autor de unas cuantas novelas, ensayos, relatos y también poemas. En este libro, desde una perspectiva muy literaria, se aproxima al tema de la paternidad.
            El narrador tiene una niña muy pequeña, de pocos años. Asiste atónico y perplejo a las primeras reacciones de una hija que comienza ir al colegio. A través de escenas muy breves, que no llegan a una página, el autor anota las sensaciones de su hija, sus comentarios, sus observaciones y cómo empieza a concretarse y fortalecerse una íntima relación entre los dos. El contenido de estas breves escenas es muy variado: canciones, comidas, juegos, comentarios, gestos, sueños, paseos… El narrador es consciente de que su vida ha cambiado radicalmente desde que tiene una hija. Ahora “soy el guardaespaldas, vigilo, estoy siempre ahí. La sujeto, la cojo de la mano, llevo sus cosas. Soy su guardaespaldas, vigilo”. El padre está siempre a su lado, pero sabe que ya no es él quien impone las normas y los ritmos: “Jugamos al pillapilla, pero no la puedo pilla. Jugamos al escondite, pero no la puedo encontrar. Jugamos al cocodrilo, pero no puedo morder. Jugamos al mono y tengo que chillar. La niña pone las normas, las restricciones y la excepción”. Ahora toca cantar “canciones que llevo años, decenas de años sin oír, sin cantar, y que ahora oigo todos los días”. La paternidad le ha transformado hasta en los actos externos y en el orden de la vida diaria: “desde que tengo una hija, separo la basura, llevo todas las pilas al contenedor de recogida y sólo compro detergente suave, ecológico y sin fosfatos”.
            A la vez, este libro es un análisis literario de la relación del narrador con su padre. La mayoría de las acciones que hace con su hija le recuerdan las que hacía él con el suyo. “Y entonces me tumbo en la cama y de repente mi propia infancia se tumba en el edredón de plumas, yo, tal como fui, vuelvo a estar ahí”. Nostalgia y melancolía del tiempo pasado, de la infancia, y también ajuste de cuentas, nada traumático, con la paternidad, con el papel de su padre, con la relación que tuvo con él, primero de dependencia absoluta y, luego, poco a poco, de ansiada distancia e independencia. Hasta que la figura del padre se vuelve borrosa y nada idealista. Y con el estreno de la paternidad, la aparición de su hija, todo vuelve a cambiar y a transformarse. Por un lado, “desde que la niña está, desde que soy padre, ya no me intereso tanto por mis padres. La historia con mis padres ya no es la historia más importante del mundo”. Pero, por otro, la relación con su hija le lleva a reflexionar y dar otro sentido a su pasado, su vida anterior, sus sensaciones de cuando era un niño.
            No se trata ni de un libro de memorias ni de un ensayo sobre el poder transformador de la paternidad. El libro está concebido como un juego literario, una sucesión de instantáneas breves, fugaces, mínimas, domésticas, insignificantes con las que el autor elabora un entretenido y poético puzzle sobre los misterios de la infancia. 


Cosas de niños
David Wagner
Errata Naturae. Madrid (2015)
160 págs. 15,50 €.
T.o.: Spricht das Kind.
Traducción: Esther Cruz Santaella.