Autora de varias novelas, libros de
relatos y ensayos, Laurie Colwin (1994-1992) se especializó en retratar la vida
de la clase media neoyorquina. Se la suele citar como una Jane Austen moderna. Tantos días felices se publicó en 1978 y
es una síntesis de toda su literatura.
Sorprende,
de entrada, que aunque publicada a finales de la década de los setenta, la
novela es plenamente actual en su estilo, en sus personajes y en la narración
de la vida de sus protagonistas. La novela cuenta la relación entre dos primos
lejanos, Guido y Vincent, que vuelven a encontrarse en Nueva York años después
de finalizar sus estudios, cuando los dos estrenan la treintena y sus
aspiraciones amorosas han cambiado después de años de sucesivas y ocasionales
aventuras amorosas con poco recorrido.
Guido
Morris dirige ahora una fundación familiar, la Fundación Carta Magna, dedicada
a financiar una revista de arte y diferentes proyectos que sirvan para
embellecer con obras de arte los espacios públicos. Vincent Cardworthy ha
estudiado en Londres y en el Massachusetts Institute of Technology y ahora se
dedica, en el Consejo de Planificación Urbana, a la gestión de residuos y
materiales de reciclaje.
La novela
adopta la perspectiva de estos dos personajes. Tras las presentaciones de los
protagonistas, la novela se centra, en primer lugar, en contar el proceso de
enamoramiento y posterior matrimonio de Guido con Holly, una joven a la que
conoce por casualidad y de la que se enamora perdidamente, aunque al principio
parece que por los caracteres de los dos es imposible que encajen. Por su
parte, Vincent, también con muchas historias de amor de usar y tirar a sus
espaldas, se enamora de una compañera de trabajo, Misty Berkowitz, quien no se
lo pone nada fácil. La novela tiene un interesante toque costumbrista, pues
describe de manera certera las vidas de un grupo de personas cuyo horizonte
vital no parecía ir dirigido al matrimonio. Se muestra el proceso de
enamoramiento, los problemas y dificultades, las diferencias psicológicas y de
carácter, todo ello en un contexto laboral y social muy actual, la vida de la
clase media alta norteamericana. También resultan muy convincentes los
personajes secundarios, que amplían el valor costumbrista de la novela, con
personajes modernos que proceden del mundo empresarial y del mundo
universitario y que representan estilos de vida que, en ocasiones, son esclavos
de la libertad que parecen propugnar. Hay una veta irónica de la autora a la
hora de escribir sobre algunos de ellos, como Sybel, la novia de Stanley, un
familiar de Misty, o de Gem, prima de Holly.
Guido es una
persona seria y responsable, trabajadora, muy racionalista en sus actitudes y
observaciones; por su parte, Holly es una mujer insegura a la que le cuesta
asimilar lo que está viviendo y cómo le ha cambiado la vida; por eso prefiere
romper de vez en cuando con lo establecido para, desde fuera, reflexionar sobre
su vida y sus expectativas. Por ejemplo, cuando Holly se entera de que está
embarazada, decide hacer un retiro espiritual con unas monjas anglicanas (no es
creyente, pero respeta el silencio y las formas espirituales), con el fin de
asimilar su nueva situación. Por su parte, Vincent es un optimista vital que
contagia su natural y honesta inclinación a ver todo de manera positiva, también
su amor por Misty y sus primerizos desplantes. Misty es el personaje más
complicado, pues para ella la vida es un constante campo de batalla donde todo
es problemático, también el amor y la amistad, aunque se trate en su caso de
una estrategia arisca para ocultar su sensibilidad. Tanto Guido como Vincent,
cuando hablan sobre sus respectivas mujeres, se sienten “perplejos, exhaustos,
mareados, descolocados”, pues no acaban de entender muy bien algunas de sus
reacciones y apreciaciones. Estas lógicas diferencias contribuyen a que la
novela sea un buen estudio sobre el matrimonio y la relación entre los hombres
y las mujeres. Eso sí, aquí el contexto social y moral determina la calidad de
estas relaciones y algunas importantes decisiones. Sin embargo, todos tienen en alta estima lo que supone un
auténtico y sólido amor, los compromisos que lleva consigo el matrimonio y la
suerte de participar de una profunda y sólida amistad.
Tantos días felices
Laurie
Colwin
Libros
del Asteroide. Barcelona (2015)
264
págs. 19,95 €. (papel). 11,99 €. (digital).
T.o.:
Happy All The Time.
Traducción: Marta Alcaraz.
Traducción: Marta Alcaraz.
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