miércoles, 4 de septiembre de 2013

“Cuadernos de Rusia. Diario 1941-1942”, de Dionisio Ridruejo


Magnífica edición del diario de Dionisio Ridruejo en Rusia durante los dos años que estuvo como voluntario en la División Azul. En primer lugar, hay que felicitar a la editorial Fórcola por la espléndida edición de este libro, lo que vuelve a demostrar, como ya hemos escrito en otras ocasiones, la alta calidad de las editoriales españolas, también de editoriales pequeñas e independientes como Fórcola, cuyo fondo bibliográfico merece más atención por parte de especialistas y lectores.
Este diario de su estancia en Rusia se publicó por vez primera en 1978, en la editorial Planeta, de manera póstuma. Ridruejo los había escrito entre el otoño de 1942 y la primavera de 1943. Basados en sus impresiones instantáneas de la marcha de la guerra, fueron reescritos durante su estancia en Ronda, a donde había sido confinado por el régimen franquista tras la dimisión de todos sus cargos políticos y literarios y manifestar su abierta oposición a la deriva del régimen, con una Falange domesticada por Franco que había impedido que se desarrollase esa Falange “hipotética” que defendieron tantos falangistas y que les ocasionó no pocos problemas. Hasta su marcha a Rusia, Ridruejo había sido uno de los jerarcas falangistas y franquistas más importantes del régimen, a pesar de su juventud. Tuvo una participación muy activa durante la Guerra y fue también uno de los encargados de la reconstrucción cultural del nuevo régimen.

Ridruejo fue también uno de los principales impulsores de la División Azul. Él se alistó como soldado raso y así vivió en directo y a ras de suelo muchos de los duros momentos que cuenta en estos diarios. Pero también sabemos que Ridruejo fue tratado como lo que era: un importante jerarca del franquismo. Por eso, cuando tuvo que ser ingresado en un hospital para recuperarse de la tensión de la guerra, fue trasladado a Berlín, donde convivió con el embajador español e importantes cargos del gobierno alemán.

Su experiencia es en muchos momentos, los más, la de un soldado común que sufrió en sus carnes la dureza de una aventura militar complicada y muy peligrosa, que causó la muerte de tantos compatriotas, como se describe en estas intensas páginas. Tampoco hay que olvidar la procedencia literaria de Ridruejo, su visión ilustrada de la guerra, la tentación estetizante en la que cayó como consecuencia de su formación ilustrada y el falangismo y fascismo práctico que condicionó su visión de los hechos.

De todos es conocida la evolución posterior de Ridruejo (1912-1975) dentro del régimen de Franco. Tras su confinamiento en Ronda, abandonó la Falange, desencantado de la evolución que había tomado dentro del franquismo. Años después, fue desterrado en diferentes ocasiones y participó en movimientos sociales y políticos contrarios al régimen, lo que le llevó a ser procesado y encarcelado. Vivió en París entre 1962 y 1964 y en Estados Unidos en 1968 y 1969. En 1974 refundó la Unión Social Demócrata Española. Murió en 1975.

Esta edición contiene un prólogo a cargo de Jordi Gracia, máximo especialista en la obra del autor soriano, a quien ha dedicado importantes estudios sobre su pensamiento y evolución política, situando a Dionisio Ridruejo en el lugar que le corresponde dentro del franquismo y antifranquismo. En el prólogo, Gracia destaca también la calidad testimonial de estos diarios.

A continuación, esta edición incluye un exhaustivo estudio sobre estos diarios, escrito por Xosé M. Núñez Seixas, de la Universidad Ludwig Maximiliam de Munich, que lleva por título “Dionisio Ridruejo y la experiencia de la División Azul (1941-1942)”. Para Núñez Seixas, estos diarios “constituyen, probablemente, una de las obras cumbre de la literatura memorialística sobre la División Española de Voluntarios o División Azul (DA), cuerpo de voluntarios reclutados de forma mixta por las milicias de Falange y el ejército. En total, se movilizaron a cerca de 47.000 combatientes españoles”. Esta introducción comenta ampliamente su contenido y los principales rasgos históricos, políticos y militares de la División Azul. Al igual que Jordi Gracia, Núñez Seixas destaca también la altura literaria de este testimonio: “la prosa ridruejana muestra su fina sensibilidad, una capacidad para expresar dudas, sentimientos y matices y una gran precisión en la descripción y caracterización de tipos humanos, ambientes, situaciones y paisajes”.

Cuando redactó de manera definitiva estos diarios, Ridruejo todavía creía firmemente en la Falange. En este sentido, sus juicios son los de un joven y destacado falangista, muy culto pero muy politizado, partidario de la causa alemana. Cuando él estuvo en la División Azul, conoció algunos durísimos episodios de la persecución contra los judíos, aunque todavía no se había llegado a la solución final contra los judíos, que tendría lugar a finales de 1942 y que supondría la aparición industrializada de los campos de exterminio. Ridruejo muestra su rechazo a algunos de los episodios que vivió, aunque comparta con los alemanes, con algunas críticas, muchos de sus objetivos sociales y militares.

El resultado es un libro fundamental, uno de los mejores libros sobre la experiencia de la División Azul que es también un excelente libro memorialístico. Ridruejo demuestra que es un gran poeta y escritor. Como escribe Núñez Seixas, “el jerarca falangista fue un fino observador de lo que la guerra y la aventura del frente ruso producía en los hábitos de comportamiento de los voluntarios. Y en primer lugar en si mismo”.


Cuadernos de Rusia. Diario 1941-1942
Dionisio Ridruejo
Fórcola. Madrid (2013)
448 págs. 24,50 €.

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