sábado, 21 de febrero de 2015

“Cartas de lejos”, de Josep Pla


             Nueva edición de uno de los primeros libros del escritor catalán Josep Pla (1897-1981), publicado en 1928. Es uno de sus libros de viajes más conocidos. Desde sus inicios como periodista, Pla viajó por todo el mundo como corresponsal. En algunos libros, sus crónicas están dedicadas a la actualidad política en los años convulsos anteriores a la Segunda Guerra Mundial. Pero Pla, escritor muy cosmopolita, conocedor como pocos de lo que estaba pasando en Europa en aquellos años, también escribió libros de viajes en los que aparcó las preocupaciones políticas y se centró en la descripción literaria de los paisajes y los modos de vida de muchos lugares europeos. La misma técnica emplearía muchos años después, cuando en 1954 publicó sus Cartas de Italia.
            Este libro  comienza en el sur de Francia. Pla dedica unos cuantos capítulos a diferentes ciudades y zonas francesas, como Bretaña, “tierra triste, gris y callada, o la ciudad de Lyon, sumergida en el silencio nocturno, “espeso y provinciano”. La llegada a Inglaterra le provoca un sorpresivo entusiasmo. En Londres, escribe que “el placer de descubrir una ciudad enorme y desconocida, sin guías ni libros, dejando sólo flotar el espíritu en lecturas anteriores, es una de las cosas más agradables que se pueden hacer en la vida”. A Londres dedica no pocos capítulos. Escribe sobre algunos de sus barrios (Soho, Fleet Street), sobre las tabernas, sobre localidades cercanas como Oxford. Como en el resto de los lugares que recorre, entre sus observaciones preferidas destaca la gastronomía, llena siempre de valoraciones muy concretas que conectan la calidad de la cocina con el carácter de sus habitantes. En el caso de Inglaterra, no se muestra muy satisfecho: “La cocina inglesa es sana, tiene calorías, no contiene ninguna filigrana decorativa equívoca. Pero yo, francamente, preferiría que fuese más divertida y más tentadora”.
            Después de Inglaterra, regresa al contienen y recorre Bélgica, Holanda (le sorprende positivamente la manera de ser de los holandeses), Alemania… Luego, los países nórdicos: Dinamarca, Noruega, Suecia, donde concluye su periplo. Le fascina la naturaleza gris y metálica de estos países, “lacrimosa y melodramática, oscurecida por la sinfonía de los vientos y de la mar, muerta bajo el cielo de plomo, desierta,”; este paisaje “forma como un fondo adecuado para desarrollar el ansia nebulosa de perfectibilidad y de protesta de estos seres naturales, para presidir sus preocupaciones, su casuística moral complicada”.
            Como decíamos, no describe el clima político y se entretiene en analizar la actualidad. Su mirada va mucho más allá, a lo más permanente, a la fusión entre paisaje y carácter. Fiel a su máxima estilística –“escribir sobre las cosas que he visto”, estas crónicas son un prodigio de minuciosa observación. Su estilo es sencillo, claro, atento al detalle revelador (de ahí la importancia de los adjetivos en su prosa). La mirada de Pla es siempre subjetiva y literaria, no periodística (por lo menos, en esta ocasión). Gracias a su cuidado y elaborado estilo, el libro sigue siendo muy actual. Por un lado, podemos disfrutar de la prosa dúctil de Pla, una de las mejores de la literatura catalana y castellana del siglo XX; por otro, sus agudas y meditadas observaciones ayudan a comprender mejor la idiosincrasia de los lugares que visita, que retrata siempre huyendo de los tópicos literarios y turísticos.


Cartas de lejos
Josep Pla
Austral. Barcelona (2015)
288 págs. 7,95 €.
T.o.: Cartas de lluny.
Traducción: Josep Daurella.

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