viernes, 12 de diciembre de 2014

“Así empieza lo malo”, de Javier Marías

En su anterior novela, Los enamoramientos, era evidente el agotamiento de un modelo narrativo que había funcionado con garantías desde hace años; en su última novela, Así empieza lo malo, Javier Marías (Madrid, 1951) los síntomas vuelven a ser preocupantes. Para aliviar el vacío endogámico en el que se han instalado sus novelas, recurre en esta ocasión a un argumento con más morbo que tiene que ver con la Guerra Civil española y sus consecuencias en unos personajes que transitan por la España de inicios de los 80, cuando todavía no se ha aprobado en España la Ley del Divorcio, suceso que, para el narrador, el joven Juan de Vere, es una de las claves de las vidas y los hechos que va a describir en esta voluminosa novela.
            Juan de Vere trabaja como secretario de Enrique Muriel, un director de cine que vive un momento de agotamiento y decadencia. Sus labores como secretario se extienden más allá de las puramente burocráticas, y Juan acaba casi formando parte de una singular familia. Muriel tienen un trato despectivo hacia su mujer, la atrayente y neurótica Beatriz, madre de tres hijos, por quien Juan siente una atracción no solo sexual pues está intrigado con la relación que mantiene con Muriel y con las variadas amistades que tiene. Alrededor de la casa de Muriel pululan una serie de personajes que participan de las fiestas y la vida social del matrimonio. Uno de ellos es el doctor Van Vechten, sobre el que circulan una serie de bulos con mucha dinamita sobre su actuación en la Guerra Civil y en la posguerra.
            Subyugado por este microcosmos, de Vere investiga sobre las alambicadas vidas de estos personajes, sobre su presente y la herencia y condena del pasado. En la novela ejerce de testigo y de espía de situaciones que pasan por el odio, el rencor, la mentira, los abusos, la justicia, el perdón y la constante sexualidad que impregna las relaciones de casi todos ellos. Muriel rechaza a su mujer, todavía muy atractiva, y ésta coquetea de manera nada secreta con algunos amigos. El doctor Van Vechten esconde secretos ignominiosos.
            La trama argumental no da mucho de sí, por mucho que la estire el autor con más intriga de la habitual en sus novelas y con reflexiones mareantes, divagaciones sobre divagaciones, sospechas pendientes de un hilo, diálogos extensísimos y huecos, anotaciones eruditas y culturalistas, vueltas y revueltas del pasado al presente y del presente al pasado, más divagaciones, más sospechas, más diálogos... La constante verborrea del narrador, formada por los ingredientes habituales de la prosa de Marías, de destacada calidad literaria, no ocultan un narcisista engolamiento, una autocomplaciencia estilística y una pedantería que empiezan a ser ya casi las señas de identidad más reconocibles de la prosa de Javier Marías. 


Así empieza lo malo
Javier Marías
Alfaguara. Madrid (2014)
536 págs.
21,50 €. (papel) 9,99 €. (digital)


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