Es tal el volumen de novedades que aparecen en las librerías periódicamente que resulta difícil escoger y fijar la atención entre tanta oferta. Además, suelen ser los best-sellers y las novelas que buscan entretenimiento al por mayor las que se llevan la atención de la crítica literaria y las que ocupan los primeros puestos en las listas de libros más vendidos y en las selecciones que hacen los medios de comunicación y las propias librerías. Hoy más que nunca, resulta indispensable la labor de buenos lectores con prestigio y críticos literarios independientes que sepan distinguir el grano de la paja. No resulta fácil realizar esta tarea teniendo en cuenta el peso de las grandes editoriales, la fuerza de la publicidad y la velocidad a la que se suceden las novedades, lo que provoca que novelas originales, interesantes, exigentes, de calidad, pasen sin pena ni gloria y a las pocas semanas sean víctimas del olvido.
Por eso hacen falta libros como este, Novelas que dejan huella, en el que el autor, experimentado crítico y riguroso lector, realiza una selección de “mis novelas preferidas de este siglo tan aburrido”. Hilario Mendo (Madrid, 1948) es también autor de otro volumen de características similares, Mis libros inolvidables (2006), en el que escribió sobre sus libros favoritos de los últimos decenios del siglo XX. Conviene aclarar que no estamos ante un libro académico ni un estudio sobre la literatura contemporánea actual. El autor mantiene una conversación con sus lectores en la que, como suele hacer de manera habitual en diferentes contextos, recomienda libros que le han gustado y llamado la atención. Eso sí, con unos criterios claros: “las ficciones de calidad, aunque escasean, mantienen todavía un nivel por encima de los productos culturales de esta sociedad del hiperconsumismo”.
Basta con echar un vistazo al índice –e incluso a la lista de libros que figura en las páginas finales- para comprobar cómo Hilario Mendo tiene un sentido elevado de las posibilidades de la lectura como vehículo positivo de transformación humana, personal y hasta espiritual, sin reducir la misión de la literatura al mero pasatiempo. Libros, pues, que abordan muchas cuestiones de la condición humana desde perspectivas diferentes, con un sentido muy abierto de la cultura y sin reducir los mensajes literarios a solamente los “positivos”, pues en muchas ocasiones muchos de los libros seleccionados muestran las cicatrices, las dudas, las incertidumbres, los errores del hombre contemporáneo, siempre contados, eso sí, con elegancia y una sobresaliente calidad literaria.
De los cincuenta libros elegidos, menciona brevemente el lugar que ocupa en la trayectoria del autor, selecciona algunos pasajes significativos y analiza tanto sus contenidos literarios como sus mensajes de fondo, incorporando el autor en sus comentarios algunas reflexiones personales que interpelan a los lectores y que tienen que ver con aspectos culturales y existenciales de actualidad en el pensamiento contemporáneo.
Sorprende la intuición de Hilario Mendo para descubrir títulos a los que apenas se les ha prestado atención, como Preparación para la próxima vida, de Atticus Lish, “novela descarnada y conmovedora, que ha tocado mis fibras más sensibles como pocas ficciones lo han hecho en las últimas décadas”. O En islas extrañas, de Amy Lyptrot, obra “de gran crudeza y honestidad” y “profundamente humana”. También merece destacarse su agudeza para rescatar Brooklyn, de Colm Tóibin; Paz, de Richard Bausch; La mujer de un solo hombre, de A.S.A. Harrison; Ahora me rindo y eso es todo, de Álvaro Enrigue; Tallo de hierro, de William Kennedy; Un tiempo para callar, de Patrick Leigh Fermor; Capital, de John Lanchester, y otros títulos muy interesantes.
Abundan los autores norteamericanos (Raymond Carver, Tobías Wolff, Saul Bellow, William Saroyan, Wallace Stegner, Edgar L. Doctorow, Cormac McCarthy, Lucia Berlin…). Alaba las mejores novelas de un grupo de autores judíos, como Isaac Bashevis Singer, Abraham B. Yehoshúa, Israel Joshua Singer. Entre los españoles, aparecen autores de hace décadas (como Arturo Barea, de quien el autor rescata La forja de un rebelde) y otros contemporáneos como Javier Marías, Jesús Carrasco, Fernando Aramburu, Andrés Barba y Natalia Sanmartín. Entre los autores hispanoamericanos, destaca La fiesta del chivo, de Vargas Llosa, y El hombre que amaba a los perros, de Leonardo Padura. Y el autor escribe también sobre autores europeos clásicos y modernos, como Antonio Tabucchi, Ian McEwan, Stefan Zweig, Vasili Grossman, Carlo Levi, Siri Hustved...
Estamos, pues, ante un libro muy personal, no una mera guía, que puede servir a muchos lectores inquietos e interesados en la literatura actual para descubrir lecturas que “dejan huella”, como dice su título. Y también a salir de lo establecido, lo más vendido, lo que más se lee, etc., muchas veces lecturas insustanciales y sin alma. Merece la pena dejarse aconsejar por el autor: tiene un buen ojo clínico para descubrir novelas y ficciones que muestran los variados y contradictorios intereses del ser humano actual.
Novelas que dejan huella
Hilario Mendo
Digital Reasons. Madrid (2023)
316 págs. 18 €.
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