miércoles, 27 de marzo de 2024

"La experiencia de leer", de C.S. Lewis

 


En 1961, el inglés C.S. Lewis (1898-1963), prolífico escritor, crítico y profesor universitario en Oxford y Cambridge escribió un breve ensayo sobre crítica literaria, La experiencia de leer, en el que sugería un novedoso experimento: si la función tradicional de la crítica ha sido la de juzgar libros, Lewis propone partir de la distinción entre lectores, con el fin de ver “hasta qué punto sería razonable definir un buen libro como un libro leído de determinada manera y un mal libro como un libro leído de otra manera”. 

El experimento resulta clarificador, pues la manera de acercarse a la literatura de los lectores con sensibilidad literaria poco tiene que ver con la de los que recurren a ella “en última instancia”, abandonándola “tan pronto como descubren otra manera de pasar el tiempo”. Mientras que los buenos lectores “siempre están buscando tiempo y silencio para entregarse a la lectura, y concentran en ella toda su atención”, los mediocres lectores “la reservan para viajes en tren, para las enfermedades, para los raros momentos de obligada soledad, o para la actividad que consiste en leer algo para conciliar el sueño”. El experimento de Lewis puede hacerse extensible a otras artes.

Para Lewis, empleando una imagen pictórica, unos usan el arte y otros lo reciben. En los que usan el arte, éste “no añade nada a nuestra vida y solo se limita a proporcionarle brillo, asistencia, apoyo o alivio”. Los que lo reciben, lo hacen con entrega y dedicación, sabiendo que el encuentro con una buena lectura puede dejar una huella indeleble en su conciencia.

En el análisis del mal lector, Lewis traza en 1961 un retrato que define de manera muy acertada al lector más proclive a los best seller que a la lectura de otro tipo de obras. Así, “salvo por obligación, nunca leen textos que no sean narrativos”; “no tienen oído. Solo leen con los ojos”; “tampoco son sensibles al estilo”; “les gustan las narraciones en las que el elemento verbal se reduce al mínimo”; “lo que piden son narraciones de ritmo rápido. Siempre debe estar sucediendo algo” y todo tiene que estar subrayado o sobreescrito. A los lectores no literarios “les gusta que los libros despierten, prolonguen, exasperen y finalmente satisfagan su curiosidad. De ahí la popularidad de las historias de misterio”. Para corroborar su tesis, Lewis dedica unos capítulos a hablar de cómo se enfrenta el lector literario y no literario al mito, a la fantasía y al realismo. 

Como corolario, para Lewis “un buen libro es aquel que permite o ‘invita u obliga’ a una buena lectura”, experiencia estética y vital que poco tiene que ver en los dos casos de lectores. 


La experiencia de leer

C.S. Lewis

Alba. Barcelona (2023)

130 págs. 18 € (papel) / 9,99 € (digital).

T.o.: An Experiment in Criticism.

Traducción: Amado Diéguez.

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