Markus Zusak, joven escritor australiano que hasta la aparición de La ladrona de libros sólo había publicado libros para niños, obtuvo en 2007 un gran éxito con esta novela, llevada recientemente al cine, dirigida por Brian Percival. A juicio de José María Aresté, crítico de cine de Aceprensa, la película es fiel al original, aunque el resultado final es “demasiado frío y cerebral” y “no acaben de aflorar las deseadas emociones”.
Concebida
como una novela juvenil, la historia traspasa las edades y los
géneros. Cuenta la vida de la niña Liesel Meminger, que es acogida
por una familia de una localidad cercana a Munich al final de la
década de los años treinta. Liesel encaja perfectamente con su
nueva familia, especialmente con el padre, Hans, un pintor en paro
que toca el acordeón y que no se encuentra cómodo con la ideología
ni con la parafernalia del régimen nazi. Hans enseña a Liesel poco
a poco a leer, y la relación de la niña con los libros es uno de
los atrayentes temas de esta emocionante novela, pues la acción
transcurre durante la segunda guerra mundial, cuyos efectos serán
ciertamente dramáticos en ese pueblo.
La
estructura de La ladrona de libros es original, con una
técnica que anticipa continuamente lo que más adelante se relata y
que interrumpe la narración de los hechos para fijar la atención en
algún asunto; la narradora es la Muerte, despojada de resonancias
macabras, aunque no se oculta esa realidad ni sus consecuencias (y
menos en una época como aquella).
La
novela está escrita con un estilo sencillo, ingenuo, coloquial y a
veces poético. Tiene unos personajes con los que es fácil
identificarse –especialmente interesantes son el matrimonio Hans y
Rosa y el judío Max- y el mensaje de la novela, duro pero emotivo,
llega directamente al corazón. Hay momentos intensos (los bombardeos
durante la guerra y la vida del judío Max), otros divertidos (la
amistad con Rudy), otros muy atractivos (la relación de Liesel con
su padre y con Max). El autor aprovecha sentimentalmente los
gravísimos momentos que Liesel tiene que vivir y padecer, pasajes
dramáticos que dan a la novela un énfasis de melodrama. Pero por
encima de todo se destacan los valores humanos de la mayoría de los
personajes, que intentan vivir dignamente en unas circunstancias que
conducían a todo lo contrario. Y también destaca el valor que el
autor –y los personajes- dan a los libros y la lectura.
La ladrona de libros
Markus
Zusak
Lumen.
Barcelona (2007)540 págs.
T.o.: The Book Thief.
Traducción: Laura Martín de Dios.
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