sábado, 18 de enero de 2014

“La soledad de Alcuneza”, de Salvador García de Pruneda



Publica la editorial Renacimiento la versión completa de esta novela sobre la Guerra Civil, de la que se conocía, de hace ya muchos años, una edición resumida. La novela fue escrita por Salvador García de Pruneda (1912-1996), autor y diplomático español, quien vivió personalmente la contienda combatiendo en el Escuadrón de Zapadores de la División de Caballería. Su experiencia personal está en la base de lo que se cuenta en este libro, publicado por vez primera en 1962. Otras novelas suyas son La encrucijada de Carabanchel, ambientada en la ciudad de Madrid antes de la Guerra Civil –con la que consiguió el Premio Nacional de Literatura en 1963- y Ceuta en el Umbral, escrita en 1963 y no publicada hasta 1977.

La novela está escrita en primera persona por el teniente de caballería Juan Alcuneza, quien cuenta su testimonio personal sobre la marcha de la guerra, especialmente en el frente aragonés y en la Batalla del Ebro, aunque también describe momentos de descanso alejados del frente. Por su formación universitaria -Alcuneza es licenciado en Filosofía y Letras- acostumbra a literaturizar muchos pasajes y sensaciones, añadiéndoles una densidad humanística que se traslada a la narración, con momentos e impresiones muy literarios, esquivando al máximo el maniqueísmo ideológico y el estrecho estilo bélico cuando lo único que se quiere es destacar los valores épicos.

Por eso, la mirada de Alcuneza es original y equilibrada, pues ofrece un punto de vista más intelectual y artístico del desarrollo de la guerra y de los acontecimientos. Las reflexiones sobre la guerra son generales, existencialistas, estéticas, sin utilizar la narración para defender retóricamente ninguna causa. Hay un momento en la novela en el que, en el fragor de una batalla encarnizada, coinciden seis soldados de cada bando en un puesto defensivo. Deciden pactar una tregua hasta que acabe el ataque. Alcuneza conoce a uno de los milicianos, antiguo compañero de estudios. La conversación entre los soldados les lleva a exponer, de manera dialogada y también histérica, los motivos de cada bando para continuar con la guerra. La conclusión es que es imposible, por ahora, la reconciliación. En el caso de Alcuneza, su implicación en la Guerra tiene más connotaciones personales y familiares que ideológicas, pues al inicio de la guerra los republicanos mataron en Brihuega (Guadalajara) a su padre y una hermana; durante la guerra, además, pierde a otro de sus hermanos, también militar en el bando nacional.

García de Pruneda escribe sobre las vicisitudes diarias de la guerra con muchos ingredientes humanos, anecdóticos y otros que proceden del reportaje militar, pues detalla con precisión –él también participó en la guerra- algunas de las actuaciones militares o el funcionamiento diario de su grupo. Cuenta todo de manera muy realista y costumbrista, con gran expresividad estilística, con momentos literarios muy conseguidos, incluso poéticos, gracias a que el autor intenta transmitir siempre unas impresiones insólitas, la mayoría de las veces alejadas de la perspectiva bélica.

A todo ello contribuye la formación humanística del protagonista y los compañeros habituales de sus correrías y aventuras, entre los que se encuentra un sacerdote de Sigüenza con vocación de guerrillero que también fue compañero suyo en la universidad, amante de las letras, y un exótico y peculiar militar de origen ruso que combatió contra el ejército rojo y que ahora lucha en España para impedir que el comunismo se extienda por España y Europa. Con estos y otros personajes, como el alférez amnésico y el teniente de Farnesio, quiere el autor dar continuidad humana a una narración que transcurre en continuo movimiento, con la constante presencia de la muerte, aportando poquísimos datos geográficos sobre el desarrollo de la guerra, una manera de elevar su relato a la categoría de símbolo de los desastres que llevan consigo esta y todas las guerras.

El desarrollo de la guerra y la relación entre los personajes llevan el peso de la narración, aunque deliberadamente no hay un argumento claro que centre la atención de la narración, lo que afecta a su lectura, pues Alcuneza, un personaje singular, poco ejemplar en la defensa de algunos valores morales, tampoco es representativo de la vida militar. Comprometido con su vida militar, es, sin embargo, más observador que activo protagonista de los sucesos que pasan a su alrededor.

Por último, y es uno de sus principales logros estéticos, también hay que mencionar el deliberado aroma nostálgico que desprende la novela. Alcuneza y la mayoría de sus compañeros pertenecen a la Caballería, un cuerpo en vías de extinción por el avance de las unidades motorizadas y los carros de combate. Tanto él como sus mandos y compañeros son conscientes de que son una especie en vías de extinción. Las constantes referencias a los caballos y al valor simbólico de la Caballería remiten a un tipo de guerra que ya es historia ante el inexorable predominio de armas de destrucción más eficaces y menos románticas. La melancolía se mete de lleno en el alma de Alcuneza, a quien le va a costar asimilar, como dice casi al final del libro, que “la guerra ha arrasado mi vida”.

Gracias a su comprensión, a su melancolía, a su humanidad (aunque no sea precisamente Alcuneza un defensor a ultranza de los valores que parece defender el bando nacional), el autor logra esquivar el tono propagandístico de buena parte de la literatura que se ha escrito sobre la Guerra Civil en los dos bandos. Aunque todo está contado desde la perspectiva de un militar del bando nacional, su narrador escapa a las rígidas y previsibles posturas políticas (y panfletarias). Una excelente recuperación editorial que contribuye a enriquecer todavía más la numerosa bibliografía ya existente sobre la Guerra Civil española.





La soledad de Alcuneza
Salvador García de Pruneda
Renacimiento. Sevilla (2013)
576 págs. 20 €.

1 comentario:

  1. Lo encargué a Amazon porque en ebook no lo tenían. Es muy bueno, me está encantando lo que escribe y cómo lo hace. Como ves, sigo tus recomendaciones. Un abrazo

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