Licenciada en Filosofía y maestra en ejercicio,
Carmen Guaita (1960) es autora de una biografía sobre Víctor Ullate y de varios
libros relacionados con la educación, como Cronos
va a mi clase (2015), Memorias de la
pizarra (2012) y, entre otros, Contigo
aprendí (2008). Jilgueros en la
cabeza es su primera novela.
En
ella se cuenta la vida de Eulalia Requena hasta el momento en el que tiene que
tomar, quizás, la decisión más importante de su vida. En esos instantes de duda,
y mientras da vueltas a lo que debe hacer, recuerda intensamente todas aquellas
circunstancias que la han llevado al momento presente. Eulalia es una
prestigiosa periodista radiofónica que acaba de recibir el Premio Ondas por su
programa nocturno “Jilgueros en la cabeza”. También ha publicado una novela que
ha sido muy bien recibida y ahora se encuentra escribiendo la segunda,
inspirada en sus vivencias personales y en sus familiares. Eulalia lleva a sus
espaldas varias historias de amor frustradas. Ahora, con más de cuarenta años,
debe decidirse por seguir con un amor asentado en constantes y dolorosos altibajos
sentimentales o aceptar la que intuye puede ser su última oportunidad.
En
la novela se alternan capítulos que avanzan en el retrato cronológico de la
vida de Eulalia con otros en los que se cuenta su estado presente. Las dos
narraciones se funden en los capítulos finales. Eulalia nació en Cádiz a
comienzos de la década de los sesenta. Hasta los seis años, tuvo una infancia
mimada y muy feliz, rodeada de sus abuelos y del cariño obsesivo de sus
numerosas tías abuelas, entrañables personajes cuyas historias, plagadas de
dramatismo por ser de alguna manera víctimas de la guerra civil, enriquecen la
novela. A los seis años se traslada a vivir con sus padres a Madrid. Desde
entonces, vivirá con un padre ausente, absorbido por su dedicación al trabajo,
y una madre, Lalita, que no encuentra su sitio ni como esposa ni como madre.
Sólo el regreso veraniego a Cádiz y el contacto con sus abuelos maternos y
paternos da ciertas alegrías a Eulalia, una joven imaginativa, estudiosa y
responsable.
La
novela cuenta la evolución profesional, familiar y sentimental de Eulalia,
quien no acaba de enamorarse nunca por completo hasta que a principios del año
2000 conoce al fotógrafo César Santillana. Para ella, César es su gran amor,
aunque nunca será correspondida con la intensidad emocional que ella pone en esa
relación. Cuando decide comprar y rehabilitar una casa en un pueblo costero
gallego, Cedeira, conoce a un arquitecto, Juan Purchena, que con su hija
adolescente Eváns, intenta recuperarse de la muerte de su mujer tras una
dolorosa enfermedad.
Lo
más interesante de la novela es el mundo interior de Eulalia, repleto de
recovecos afectivos y sentimentales que se han ido forjando a lo largo de su
vida. Eulalia recuerda con auténtica devoción a sus abuelos y sus tías abuelas,
personajes que alimentaron su infancia de múltiples historias que le asaltan en
todo momento y que son la raíz de sus constantes ocurrencias imaginativas.
Eulalia escribe en unos cuadernos estos recuerdos, sus pensamientos, sus
anhelos, sus fracasos, la difícil y tensa relación con sus padres,
especialmente con su madre, una mujer insatisfecha que protagoniza una sucesión
de vivencias dramáticas. Todo ello siempre aderezado por la música, otro de los
notables ingredientes de esta novela, pues los estados de ánimo de Eulalia
siempre tienen su reflejo en escenas entresacadas de diferentes óperas, de las
que Eulalia es más que una entendida. Todo ello da forma a una mujer con la que
resulta fácil identificarse, sufridora, noble, profunda, excelente profesional,
sentimental, que no ha tenido suerte a la hora de encontrar el auténtico amor
de su vida, que ella, por su desbordante imaginación y sensibilidad, idealiza
hasta límites insospechados.
En
ocasiones, en la novela se abusa de una recargada atmósfera romántica que se manifiesta tanto en el
estilo como en algunas escenas del argumento. En este sentido, el personaje de
César, egoísta y narcisista, resulta un poco de cartón piedra.
La
novela tiene muy buenos momentos. Destaco todo lo que tiene que ver con la
descripción de la infancia de Eulalia, repleta de familiares y poéticas
escenas. También, los elementos costumbristas, que en la novela encarnan su
larga lista de familiares, retratados todos con mucho cariño. Resulta
interesante, además, la conexión con la actualidad, lo que convierte a los
protagonistas en metáforas de diferentes maneras de entender y vivir la
realidad. Cuando aparece contenido, sin exageraciones, el estilo es sugestivo,
agradable, atrayente, el apropiado para reflejar la absorbente actividad
psicológica y sentimental de Eulalia, un personaje muy logrado que llena toda
la novela con su carisma y sensibilidad.
Jilgueros en la cabeza
Carmen
Guaita
Ediciones
Khaf. Madrid (2015)
344
págs. 14 €.
Tengo muchas ganas de leer esta novela, parece sumamente interesante y amena.
ResponderEliminarTengo muchas ganas de leer esta novela, parece sumamente interesante y amena.
ResponderEliminar