¿Quién fue Pedro Vidal?, se pregunta Marcos Ordóñez en las primeras páginas de este libro que ha sido escrito como un documental con el objetivo de recuperar la olvidada figura de un personaje secundario de la historia de la cinematografía española que, sin embargo, en los años cincuenta, sesenta y setenta, se codeó con los más famosos directores y actores, con los que mantuvo una estrecha amistad en España y en Estados Unidos. Para Ordóñez, Vidal es “un hombre subterráneo, perdido, esfumado, una figura legendaria del pasado, envuelta en ríos de whisky, humo, música de jazz, risas, frases en inglés, ecos de zambullidas en una piscina nocturna”.
Pedro
Vidal fue el ayudante de dirección más importante que ha habido en España.
Debutó trabajando con Orson Welles -al que había conocido en el festival de
Cannes cuando Vidal escribía críticas de cine-, en el rodaje de Mr. Arkadin.
Luego trabajó con Joseph Mankiewicz, Carol Reed, Terence Young y, sobre todo,
con David Lean, con quien colaboró en Lawrence de Arabia, Doctor
Zhivago y La hija de Ryan. Fue, también, íntimo amigo de Frank
Sinatra, Ava Gardner y Robert Mitchum.
“Lo
importante no soy yo, lo importante es la gente que he conocido”, dice Perico
Vidal al autor en una de las muchas conversaciones que tuvieron y que, grabadas
por Ordóñez, son el material primigenio de este libro concebido como una larga
entrevista en la que Vidal desgrana sus numerosos recuerdos de sus amistad con
estos míticos personajes que nada tenían que ver con la España de aquellos
años. Vidal, de hecho, vivió durante muchos años en esa burbuja
cinematográfica, rodeado de estrellas con glamour con aficiones, costumbres y
estilos de vida cosmopolitas y llenos de ego y vanidad.
En
el blog Bulevares Periféricos, Marcos Ordóñez, crítico de cine y teatro
en el diario El País, escritor también (su último libro es Un jardín
abandonado por los pájaros, de 1913, magnífico libro de memorias), rescató
en sucesivas entradas estos encuentros con Perico Vidal, a quien conoció cuando
estaba escribiendo su libro Ava Gardner en España (2004). Ese material,
reelaborado, es el que ha pasado a este libro que se completa con un texto
escrito por la hija de Perico, Alana, quien describe la compleja relación con
su padre, sus largos años de separación y su emotivo reencuentro Lo cierto es
que esta parte poco tiene que ver con todo lo anterior, pues Perico Vidal
apenas habla en sus recuerdos de sí mismo, de su matrimonio con Susan Diederich
y posterior divorcio, de su hija y de sus problemas con el alcohol y su
posterior rehabilitación. Vidal, fallecido en 2010, rescata en estas
conversaciones su vida profesional y las amistades que hizo con tanta gente del
gremio, y de manera muy tangencial añade algún dato personal.
El
título, “Big Time”, era una expresión que Perico empleaba muy a menudo para
referirse a su filosofía vital. Como traduce libremente Ordóñez, “Big Time” es
sinónimo de vivir a lo grande, apurando la vida y metido en algo plenamente
hasta el fondo. Perico vivió así y triunfó, “hasta que el tiempo y sus estragos
le llevaron por otro lado”.
Big Time: la gran vida de Perico
Vidal
Marcos Ordóñez
Libros del Asteroide. Barcelona (2014)
280 págs. 18,95 €. (papel). 9,99 €. (digital).
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