Aunque no se trata
propiamente de una novela, La historia de mi gente consiguió
en 2011 el prestigioso premio literario Strega, que catapultó a
Edoardo Nesi (Prato, 1964) como uno de los autores italianos
contemporáneos más leídos. Un año después publicó Una vida
sin ayer, también aparecido en Salamandra, donde entre otras
cosas describe las reacciones a la recepción de este premio entre
sus amigos y conocidos.
La historia de mi
gente es un singular libro memorialístico donde Nesi mezcla el
estilo literario, los recuerdos familiares, las anécdotas personales
con la reflexión social y política. Todo ello con un hilo
conductor: explicar el declive y el desmoronamiento de la vida
empresarial en Prato, ciudad italiana eminentemente textil que ha
sufrido de una manera devastadora las consecuencias de la
globalización, con el cierre masivo de la industria textil a la que
estaban dedicadas la mayoría de las empresas de la zona. Una de
ellas, T. O. Nesi e Hijos, es la empresa familiar en la que trabajaba
Edoardo, fundada por sus abuelos, que tuvo que vender en 2004 tras
once años desempeñando puestos en la dirección, actividad que
compaginaba con sus aspiraciones a dedicarse a la literatura.
No se trata de un
análisis distante, sesudo, frío, analítico; Prato, describe desde
dentro el progresivo hundimiento no sólo de estas empresas sino de
todo un estilo de vida. Estas empresas, muy pequeñas y familiares,
dieron trabajo a miles de personas durante muchos años,
especialmente después de la Segunda Guerra Mundial, contribuyendo al
desarrollo y el bienestar de una zona con pocos recursos. T. O. Nesi
e Hijos vendía sus telas y productos textiles Italia y en todo el
mundo, con un trato directo con sus clientes, muchos de ellos
diseñadores itnernacionales. La llegada de la globalización alteró
el orden de prioridades e impuso una visión exclusivamente
economicista del trabajo y de los procesos comerciales. Ya no
importaba tanto la calidad, ni los empleados, ni el equilibrio
conseguido para que las empresas y los trabajadores salieran adelante
sin apenas conflictos laborales; ahora lo que predominaba era la
rentabilidad, a toda costa.
Y esa rentabilidad
provocó una deshumanizada competencia de precios que acabó por
afectar tanto a la calidad de los productos –algo que no parecía
importar a nadie- como a la viabilidad de las empresas. Estas se
deslocalizaron y el Made in Italy –el prestigio de una
idiosincrasia avalada por los años- se convirtió en un mero
negocio. El resultado fue el cierre de estas empresas, la pérdida de
miles de puestos de trabajo y la inmediata irrupción en Prato de
cientos de trabajadores chinos que en condiciones de semiesclavitud y
con el Made in Italy como bandera, continuaron con el
funcionamiento de una industria textil agonizante que era un mero
simulacro, en cutre, de la que existía antes.
El gran acierto de este
emotivo libro, escrito con el corazón, es cómo el autor se
identifica con el triste destino de sus paisanos, que asisten al
declive de todas aquellas cosas que dieron sentido a sus vidas y que,
encima, en pleno momento de cambio, tuvieron que rendirse a los
dictados de los grandes expertos en economía que, como profetas,
habían augurado un esplendoroso futuro a las empresas italianas que
apostaran por la globalización.
Nesi habla de todo esto
intercalando recuerdos personales y familiares, contando sus viajes a
Estados Unidos en su época de estudiante, su descubrimiento de la
literatura, algunas anécdotas de sus años de escritor, opiniones
sobre algunos novelistas (Nesi ha sido traductor del norteamericano
David Foster Walace y siente una especial inclinación por Thomas
Pynchon, Joan Didion y Scott Fitzgerald). La mezcla resulta auténtica
y la elegía de su mundo y el de los suyos plenamente sincera.
La editorial Salamandra
ha publicado también Una vida sin ayer (Salamandra.
Barcelona. 160 págs. 11 €. T.o.: Le nostre vite senza iesi.
Traducción: Teresa Clavel), libro en el que Nesi repite la misma
fórmula narrativa: un tono personal, familiar con el que aborda
cuestiones sociales que son de plena actualidad no solo en Italia. Si
en el libro anterior había, sobre todo, una mirada al pasado, ahora
Nesi se dirige al futuro y elige a los jóvenes como los
protagonistas de una serie de necesarios cambios sociales y
empresariales que deben devolver a la sociedad italiana la ilusión
por emprender y el orgullo por contribuir a un mundo mucho mejor.
Nesi
no cae para nada en el fácil discurso lleno tópicos y de soflamas
de algunos gurús sociales, económicos, sindicales y políticos; lo suyo es una
reflexión cordial y literaria, cargada de optimismo, que contiene
algunas soluciones de sentido común para detener las consecuencias
de una crisis que amenaza con resquebrajar el mundo familiar forjado
por miles de trabajadores de pequeñas y artesanales empresas.
La historia de mi gente
Edoardo NesiSalamandra. Barcelona (2012)
160 págs. 9,50 €.
T.o.: Storia della mia gente. Traducción: Teresa Clavel Lledó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario