lunes, 7 de enero de 2013

“Prisioneros en el paraíso”, de Arto Paasilinna

 
Contada por un periodista que viaja rumbo a Australia para escribir un reportaje, la historia de Prisioneros en el paraíso, como otras obras de Paasilinna, es ciertamente disparatada: un variopinto grupo de personas viajan rumbo a la India en un avión fletado por las Naciones Unidas. La mayoría de los ocupantes pertenecen a dos misiones de la ONU, una de la Organización para la Agricultura y la Alimentación –son diez leñadores finlandeses para realizar trabajos educativos- y otra de la Organización Mundial de la Salud, con enfermeras suecas y comadronas finlandesas que se van a encargar de tareas educativas sobre el control de natalidad en Bangladesh. Además, en el avión viaja el narrador, periodista finlandés, y el personal de vuelo, todos ingleses. Pero una avería del avión les obliga a aterrizar de emergencia en una isla perdida del archipiélago indonesio.

Tras la consternación inicial, los supervivientes tienen que salir adelante en unas condiciones difíciles. Si al principio surgen los problemas y las tiranteces, poco a poco empiezan a organizarse y acaban por construir con mucho trabajo y generosidad una pequeña comunidad donde imperan los valores utópicamente socialistas. Al principio, tienen una vaga esperanza de ser rescatados, pero llega un momento en que deciden instalarse en la isla como si fuesen a vivir allí para siempre. La estancia en la isla altera la escala de valores de la mayoría y descubren el amor, la amistad y un estilo de vida que es la antítesis de la agitada y vacía vida que llevaban en sus países de origen. Bajo la pluma de Paasilinna, este argumento, muy explotado literariamente, se aleja de interpretaciones serias y existencialistas y se convierte en una parábola crítica y absurda –y también muy epidérmica y tópica- de la sociedad actual.

Si en otras novelas, como Delicioso suicidio en grupo, sus divertidas criticas aportaban novedosos puntos de vista, en esta ocasión Paasilinna (Finlandia, 1942) emplea una serie de recursos grotescos poco ingeniosos y reiterativos –y hasta burdos- que sostienen una concepción de la vida políticamente correcta que, además, y esto quizás sea lo peor de la novela, subraya una moralina existencial.
 

Prisioneros en el paraíso
Arto Paasilinna
Anagrama. Barcelona (2012)
198 págs. 16,90 €.
T.o.: Paratiisisaaren vangit. Traducción: Dulce Fernández Anguita.


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