martes, 29 de enero de 2013

“Una biblioteca de verano”, de Mary Ann Clark Bremer



Nacida en 1928 en Nueva York, Mary Ann Clark, hija de padre norteamericano y madre alemana, llevó una vida muy cosmopolita, con continuos viajes por América y Europa. Tras una agitada vida, empezó a escribir en 1970 sus memorias, que publicó en diferentes editoriales y con seudónimo. Hasta hace poco no se han comenzado a recuperar estos libros, en los que fue desgranando sus viajes y algunos sucesos de su vida.

Una biblioteca de verano es un buen ejemplo de la literatura memorialística de esta autora. Se trata de un breve volumen en el que de manera muy sobria y leve, describe su vida desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta 1956, cuando concluye el libro.

Casi al final de la Segunda Guerra Mundial, el barco en el que viajaba con sus padres por el Canal de La Mancha fue atacado por un submarino alemán. Como consecuencia, sus padres fallecieron y ella pasó una larga temporada en un hospital recuperándose de sus heridas. Dos años después, se traslada a Francia, a D., donde su tío Marcel, fallecido sólo unos meses antes, tiene una hermosa mansión, La Bienhereuse. Mary Ann adoraba a su tío y conocía muchas anécdotas de su vida. Durante unas semanas se hace cargo de su voluminosa biblioteca, que pone a disposición de los vecinos de D.

Estos hechos son el plato fuerte de esta sencilla novela. Mary Ann habla de su pasión y fascinación por los libros, de algunos de los autores favoritos de su tío, de los libros que se llevan sus vecinos para leer. “Le hablaba –escribe la autora, fallecida en 1996 en Ginebra- de cuán importantes eran los libros para mí: no podía separarlos de mi vida verdadera. Los libros eran la vida. Y podía recrearlos mientras caminaba, aun lejos de ellos”. Quizás sean estos pasajes los más sugerentes de una novela que apenas cuenta nada y lo que se cuenta lo hace sin insistir, sin dar mucha información y sin explotar la vena psicológica y subjetiva.

Repasando los libros de su tío ve que aparecen en muchos de ellos unas iniciales que llaman su atención. Más tarde, tras una serie de pesquisas, descubre que están relacionadas con una mujer de la que se enamoró su tío. De ese suceso no conocía nada su sobrina, y se despierta su curiosidad por conocer más cosas de aquella mujer. En un momento dado, el sobrino de esa mujer, Saúl, aparece por D. y conoce a Mary Ann. Los dos se trasladan en 1950 a Israel, donde reside la madre de Saúl.
 

Una biblioteca de verano
Mary Ann Clark Bremer
Periférica. Cáceres (2012)
86 págs. 14,75 €.

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