Poeta de una dilatada experiencia
–lo último que ha publicado ha sido La ciudad (Antología 1985-2014)-, Diario
de K, es, sin embargo, su primer libro en prosa. Está compuesto por
aforismos, género en alza en los últimos años en España, y todos forman un
diario, como señala el título, porque en ellos, escribe Enrique García-Máiquez
en el prólogo, hay una perspectiva temporal y el sello autobiográfico. Por su
coherencia, estos aforismos son un excelente complemento a su obra poética, con
la que tiene muchos puntos en común.
“Me
gusta mi vida pequeña de paseante solitario”, dice Karmelo C. Iribarren (San
Sebastián, 1959) en uno de estos aforismos. El autor vive alejado de grupos, tendencias,
modas, premios..., lo que algunos llaman la espumosa vida literaria. Entregado
a su literatura, Iribarren es el poeta de lo doméstico, de lo cotidiano, de lo
más alejado de una estética rebuscada. “La prosa de la vida –escribe- está
llena de poesía”, y estos aforismos hablan precisamente de cómo mira el autor
la vida, sin estridencias ni sesudas reflexiones, como explica en uno de ellos:
“los diarios que más me gustan están llenos de filosofía de bolsillo, también
llamada de la vida”.
La ductilidad y brevedad del aforismo permite que la
oferta de pensamientos sea variada y amplia. Para García-Máiquez, en estos
aforismos hay “certeros trazos poéticos, aguda crítica literaria, sensatas
reflexiones metapoéticas, alfilerazos filosóficos, puro sentido del humor y
microrrelatos ejemplares”. En ellos habla de poesía, de su vida diaria, de sus
intuiciones estéticas, de su ideas poéticas, del fluir del tiempo, de su
reflexión sobre la condición humana. Como en su poesía, impera la naturalidad,
la voz cercana con la que resulta fácil identificarse: “Espero que la vida sea
esto, porque no sé hacer otra cosa”. No faltan punzadas irónicas contra
determinadas poses y modas literarias (“si alguna vez voy a la moda será porque
pura y simple coincidencia”), ni felices observaciones repletas de sentido del
humor (“No me hables del pueblo. He sido presidente de una comunidad de
vecinos. Sé lo que es el pueblo”). También habla de las mujeres y del amor
(“Cuando menos lo esperas suena una canción romántica y te cuenta tu vida”).
La fórmula elegida está en consonancia con su
poética. El título, además, Diario de K, ofrece la clave de su lectura:
Karmelo C. Iribarren desparrama en este diario sus sensaciones e impresiones,
demostrando la veracidad de una de sus entradas: “los aforismos son los
primeros planos de la inteligencia”.
Diario de K
Karmelo C. Iribarren
Renacimiento. Sevilla (2014)
204 págs. 16 €.
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