Monika Zgustova es una
escritora y traductora checa que reside desde la década los ochenta
en Cataluña y que colabora también en diferentes medios de
comunicación. Autora de varias novelas, como La mujer silenciosa,
para escribir La noche de Valia se ha inspirado en sucesos
reales que conoció en diferentes entrevistas que tuvo con mujeres
rusas que fueron victimas del gulag. En una nota final, Zgustova
cuenta que “hacía muchos años que había proyectado escribir
acerca de las mujeres en el gulag, y cada paso de la investigación
de los materiales que guarda el Memorial de Moscú me llevaba al
encuentro de las verdaderas protagonistas de esta novela, las mujeres
que vivieron uno de los peores infiernos que ha podido concebir el
ser humano”.
La
historia de esta novela se la contó Valia, una de las últimas
mujeres que visitó, una anciana que “estaba prácticamente
impedida por la malnutrición y el frío intenso de los años de
prisión, pero ni el dolor físico ni la edad conseguían apagar la
enorme seducción y fuerza de su relato”. Al final, la novela es
“la historia de Valia que he imaginado como compendio de todos esos
relatos que escuché. Podría ser la historia de cada una de ellas,
de sus vidas de sufrimiento y valor”.
Valia
es una joven actriz que vive en la ciudad de Arjánguelsk. Cuando
está a punto de finalizar la Segunda Guerra Mundial, conoce a varios
militares norteamericanos que se encuentran alojados en el hotel de
la ciudad a la espera de partir hacia su país. Valia se enamora de
uno de ellos, Bill, y se queda embarazada. Bill promete ir a buscarla
y Valia aguarda un regreso que a medida que pasan los meses considera
imposible. Mientras, trabaja como actriz y vive con su madre y su
hija pequeña en una durísima posguerra. Pero cuando su hija tiene
apenas dos años, Valia, cuyo padre había sido fusilado en la Gran
Purga de finales de los treinta y cuyos encuentros con Bill no
pasaron desapercibidos a los servicios de seguridad, es denunciada
como espía americana, detenida, encarcelada y condenada a trabajos
forzados en Siberia.
La
novela describe sus años de estancia en los campos, siempre con la
amenaza de prolongar por más tiempo su condena si cometía el más
mínimo error. Apenas recibe noticias de su madre ni de su hija y
sobrevive gracias al apoyo y la solidaridad de los otros presos
políticos. El relato de estos años es muy duro, pues estuvo
sometida a chantajes, ataques, falsas acusaciones y a un sinfín de
abusos y desprecios. Cuando regresa a su hogar, continúan las
dificultades, pues lleva consigo el estigma de ser una presa
política. No puede residir en ninguna capital importante, le cuesta
encontrar trabajo y, además, muerta ya su madre, tiene problemas
para alimentar a su hija. Gracias a su insistencia, tiene un
reencuentro con Bill, que acaba haciendo un viaje a Moscú, aunque
ella descubre las intenciones de la KGB de utilizar esa relación
para convertirle en espía. Valia asume su soledad y también lo
difícil que resulta explicar a la gente la experiencia de los años
vividos en Siberia. Sólo los que han sufrido algo similar son
capaces de entender y de ayudar, como le sucede a Valia.
La
novela, sencilla en su desarrollo y en sus intenciones, intenta
esquivar el dramatismo de lo que se cuenta destacando algunos valores
positivos, como la amistad y la solidaridad, y recurriendo a
presentar con delicadeza los pensamientos íntimos de Valia, una
joven culta, fuerte, de buenos sentimientos, que se siente desbordada
por la dureza de las situaciones que va viviendo, aunque nunca tira
la toalla, ni dentro de los campos ni ya en el exterior, cuando
también todo se le vuelve en contra.
Aunque
el desarrollo es, quizás, demasiado previsible, la perspectiva que
adopta Zgustova es original, ya que centra el argumento en aspectos
quizá menos conocidos de la represión comunista sobre las mujeres,
además de proporcionar un punto de vista femenino a la hora de
afrontar el dolor y el sufrimiento. La noche de Valia es,
además, un libro de denuncia, pues como ha dicho la autora, “se
sabe mucho de los campos nazi pero no se quiere recordar el gulag”.
La noche de Valia
Monika ZgstovaDestino. Barcelona (2013)
352 págs. 19 €.
No hay comentarios:
Publicar un comentario