domingo, 29 de abril de 2018

“Breviario de escolios”, de Nicolás Gómez Dávila


         La misma editorial, Atalanta, publicó en un volumen en 2009 la edición completa, Escolios a un texto implícito,con todos los aforismos del escritor colombiano Nicolás Gómez Dávila (1913-1994). El autor fue un eminente intelectual con una cultura enciclopédica que canalizó a través del género aforístico, para el que se nutrió de los 30.000 volúmenes de su biblioteca de libros en latín, griego, francés, inglés y alemán que leía en su idioma original. Gómez Dávila se define como un filósofo antimoderno, profundamente católico, que practica una estética de la resistencia frente a las imposiciones ideológicas del progresismo y lo políticamente correcto.
            Este volumen contiene una selección de los más de 10.000 aforismos que publicó. La han realizado José Miguel Serrano Ruiz-Calderón y Gonzalo Muñoz, los dos expertos en la obra del escritor colombiano y entusiastas de la lucidez intelectual de un escritor minoritario, exigente, que vivió alejado de los cenáculos literarios y que tuvo contadas relaciones sociales. 
            Esta selección contiene lo mejor del espíritu de Gómez Dávila. Aparece su aguda e irónica crítica a la modernidad, a la técnica y al progreso. Es un hombre con una delicada sabiduría y una profunda humanidad que traspasa los numerosos temas que aborda en sus aforismos. Los autores de la selección mencionan algunos temas que se repiten en sus aforismos: la crítica a las instituciones, a las ansias de igualdad, a las convenciones académicas, la crítica del halago a la contracultura, a la vulgarización de los gustos y a la infantilización de las mentes y actitudes… 
“El individualismo degenera en beatificación del antojo”, escribió. Y “La imbecilidad muda de tema en cada época para que no la conozcamos”. Este es el tono y el estilo de sus inteligentes y certeros aforismos. 


Breviario de escolios
Nicolás Gómez Dávila
Atalanta. Girona (2018)
292 págs. 21,60 €.

lunes, 23 de abril de 2018

“Sucederá la flor”, de Jesús Montiel


Jesús Montiel (Granada, 1984) ha conseguido importantes premios literarios como el Hiperión. Sucederá la flor es, después de Notas a pie de instante (2018), su segundo libro de prosa. Además, Montiel ha sido el traductor del libro Resucitar, del francés Christian Bobin, con el que este libro tiene muchas similitudes.
            El libro es muy breve pero aborda una historia impactante, escrita con un estilo lírico, intimista, quizá lo más destacado del libro junto con las agudas observaciones sobre la enfermedad, la vida, el paso del tiempo.
            Todo está escrito como un suceso real, basado en su propia vida. Uno de sus hijos, el más pequeño, de dos años, está enfermo. Después de sucesivas visitas médicas, descubren que tiene una galopante leucemia. A partir de ese instante, le ingresan en el hospital, donde pasa una larga temporada. El libro, escrito un par de años después de los sucesos, y dirigido directamente a su hijo, recrea estos duros momentos.
            Resulta asombroso el trabajo estilístico del autor, que consigue imágenes muy vivas y sorprendentes con las que transmite su estado de ánimo y lo que sintió en aquellos duros días. “Creo –escribe- en el ser humano. Aunque el mundo parezca injusto. Una sonrisa basta para devolverme la confianza”. Y escribe esto cuando todo parece haberse vuelto en su contra y cuando tiene que asimilar la dura enfermedad de su hijo pequeño. 
            También reflexiona sobre la enfermedad de los niños: “Un niño enfermo es un libro escrito por Dios con la tinta sagrada del sufrimiento en el dialecto de un amor que no se inquieta ni exige explicaciones”.
            Libro emotivo que en su poesía y simplicidad recuerda al entusiasmo vital de los libros de Chrstian Bobin: un entusiasmo nada ingenuo sino arraigado en el ser del hombre y en su sentido de la trascendencia.



Sucederá la flor
Jesús Montiel
Pre-Textos. Valencia (2018)
64 págs. 9 €.

domingo, 15 de abril de 2018

“Memorias”, de Anastasia Tsvietáieva


Interesantes memorias de Anastasia Tsviétaieva (1894-1993), la hermana menor de la gran poeta rusa Marina Tsviétaieva, que se suicidó en 1941. La vida de su hermana Marina se convierte en el hilo conductor de estas memorias, que se detienen sobre todo en la infancia y adolescencia de las dos hermanas, hijas de un matrimonio culto y burgués. Su padre fue director del Museo de Bellas Artes de Moscú, y su madre era una pianista de prestigio. Por las frecuentes enfermedades de la madre, la familia pasó largas temporadas en el extranjero.
También Marina, que vivió los inicios de la Revolución Rusa en Crimea y Moscú, consiguió escaparse al extranjero con su marido, Serguéi Efrón, y sus hijos Ariadna y Mur. A finales de la década de los treinta, decidieron regresar a la URSS. Primero lo hicieron su marido y su hija Ariadna y luego ella, en 1939, se instaló con su hijo Mur. Pero no fue una buena decisión. Al poco de llegar, detuvieron a su marido, le condenaron y fusilaron; a su hija Ariadna, la detuvieron también y la enviaron a Siberia. Desesperada y sola, sin apenas medios para vivir, enferma, Marina se suicidó en Yéluga en 1941. Como cuenta su hermana Anastasia, ella no se enteró de su muerte hasta dos años después. El recuerdo emocionado de la muerte de su hermana ocupa la parte final de este libro de memorias.
            Tampoco tuvo una vida fácil la autora, Anastasia. Primero, fue detenida en 1933, pero gracias a la intervención del propio Gorki consiguió recuperar la libertad. Pero fue nuevamente detenida en 1937 y condenada a diez años de internamiento en Siberia; tras salir, quedó deportada en Siberia y no pudo regresar a Moscú hasta 1956.
            Anastasia, con un estilo nítido y ligero, en ocasiones muy lírico, revive la primera parte de su vida, de manera especial su infancia y juventud, y luego algunos episodios posteriores, como la muerte de su hermana y el viaje que realizó al lugar donde se quitó la vida, pero no estamos ante las memorias de una víctima del Gulag, suceso que no aparece en este libro, del que se publicó una antología en 1971 (hasta la época de la Perestroika no se permitió la publicación de testimonios sobre el Gulag, aunque muchos de ellos circularon en samizdat durante los peores años de la represión comunista).
            Como decíamos, el peso de la narración se lo llevan los recuerdos de su hermana, sus inquietudes literarias y artísticas y la intensa relación que mantuvo con artistas y poetas contemporáneos, tanto ella como su hermana Marina, de la talla de  Anna Ajmátova, Gumiliov, Mandelstam, Voloshin y Pasternak, entre otros, autores que como le sucedió a Marina, sufrieron de manera directa o indirecta la censura y la persecución. De hecho, la mayoría de estos autores, y también Marina Tsviétaieva, son los protagonistas del volumen La palabra arrestada (Galaxia Gutenberg, 2018), del poeta y escritor siberiano Vitali Shentalinski, autor fundamental a la hora de conocer la magnitud de la represión que padecieron miles de escritores durante las décadas de comunismo. Uno de estos capítulos está dedicado a contar la conflictiva relación de Marina con el régimen, que ya quedó reflejada en su libro Diarios de la Revolución, escrito en 1917, y la trágica persecución que sufrieron su marido, su hija y ella misma.
            Estas memorias describen el pujante ambiente social y artístico que se vivió en Rusia en las primeras décadas del siglo XX, que sufrió una radical transformación a partir de la Revolución y de la primera Guerra Mundial, donde se alteraron los valores artísticos y el arte quedó sometido totalmente a los intereses ideológicos del Partido Comunista (como cuento, recurriendo a muchos testimonios literarios, en mi libro Cien años de literatura a la sombra del Gulag). 


Memorias
Anastasia Tsvietáieva
Hermida Editores. Madrid (2018)
1.200 págs. 35 €.
Traducción: Marta Sánchez Nieves y Olga Korobenko.

“Por carreteras secundarias”, de Alfonso Armada


En los últimos meses se han publicado bastantes libros sobre el mundo rural español, algunos con bastante éxito, como La España vacía, de Sergio del Molino, y Los últimos, de Paco Cerdá. Este volumen reúne los artículos que el prestigio periodista Alfonso Armada (Vigo, 1958), editor de la revista Fronterad, corresponsal de guerra y colaborador del ABC, escribió a propósito de dos viajes que realizó por España en 2011 y 2012. En esos dos viajes recorrió la geografía española de los pueblos del interior. Su objetivo era viajar por carreteras menores, humildes, “las que o nunca llegaron a nada o acabaron siendo relegadas por alguna autovía cercana”. Recorre carreteras y pueblos que están en los márgenes, que no son indispensables destinos turísticos, aunque muchos de ellos esconden auténticas joyas artísticas y gastronómicas.
            Como escribe Ignacio Martínez de Pisón en el prólogo, “la España que aquí se retrata ni siquiera despertaría la curiosidad de los profesionales de la modernidad”. De manera irónica, también se refiere a que estos artículos no forman ningún libro de autoayuda para neorruralistas.


            El viaje acerca a los lectores a la España abandonada, vacía, en vías de extinción. Pueblos situados en caminos perdidos que se van extinguiendo con el paso del tiempo y que se han vuelto invisibles. De manera breve, Armada se refiere a los lugares que visita, a las circunstancias personales de su llegada a estos sitios, las conversaciones que mantiene con todo tipo de personajes. Incluye sugerentes comentarios eruditos y estéticos, y también reflexiones de calado sobre el ritmo de la vida actual y el contraste que supone viajar a estos destinos silenciosos. La lista de los pueblos y provincias que recorren es muy amplia, lo que también contribuye a ofrecer una imagen plural de la vida cotidiana de tantas gentes que viven alejadas del mundanal ruido.
            El viaje comenzó con dos premisas: no visitar pueblos costeros (sólo del interior, aunque en alguna ocasión sí llega hasta el mar) y sólo pueblos y carreteras de mala muerte y secundarias.

Por carreteras secundarias
Alfonso Armada
Malpaso. Barcelona (2018)
400 págs. 22 €.