jueves, 19 de diciembre de 2013

“La vida secreta de Walter Mitty”, de James Thurber


 
James Thurber (1894-1961) está considerado como el mejor humorista norteamericano después de Mark Twain. Tras la I Guerra Mundial se dedicó al periodismo y también se convirtió en una de las estrellas de la revista The New Yorker, donde comenzó a publicar sus cuentos. Fue dibujante, periodista y escritor, contemporáneo de Truman Capote y Dorothy Parker. También es autor de varios relatos infantiles bastante buenos y entretenidos que han sido editados recientemente en España por la editorial Ático de los Libros: Los trece relojes (2010), ingenioso libro de 1959, y La misteriosa O (2013), que escribió en 1957.


La editorial Acantilado ha publicado dos colecciones de relatos de James Thurber, La vida secreta de Walter Mitty y Carnaval. Los dos libros representan lo mejor de su manera de entender la literatura y las relaciones humanas. El relato más conocido de todos, “La vida secreta de Walter Mitty”, que da título al primer volumen, es actualidad porque vuelve a llevarse al cine, en esta ocasión en una versión dirigida por el actor Ben Stiller. En él aparecen algunas de sus obsesiones narrativas: el conflicto entre la realidad y los sueños, las relaciones de pareja analizadas desde una perspectiva irónica, una divertida e intrascendente misoginia y la obsesión por la naturalidad estilística.

Los primeros relatos de La vida secreta de Walter Mitty están dedicados a una de sus mejores creaciones, el matrimonio Monroe. Aunque su costumbrismo urbano refleja el mundo de hace décadas, las anécdotas que cuenta, por su agudeza y sentido del humor, son perennes. Este es uno de sus principales aciertos de este libro; otro, por resaltar solo algunos, es el estilo. Thurber huye de las excentricidades literarias y en sus relatos está todo contado de una manera suave y atenuada. Además, sus historias no son inverosímiles sino que sabe encontrar el lado cómico de situaciones cotidianas. Hay crítica social, sí, pero nunca es el objetivo prioritario. Más bien prefiere, con inteligencia, reírse de ciertos comportamientos humanos.

Carnaval es otra antología de sus relatos cortos y humorísticos. En ella vuelve a aparecer el matrimonio Monroe, enredados en sus habituales y absurdas discusiones. Muy divertido resulta el relato La ruptura de los Winship, donde una insulsa conversación sobre quién es mejor actor, el pato Donald o Greta Garbo, deriva en un duro enfrentamiento que pone el matrimonio al borde de la separación. También resulta muy agudo Un par de hamburguesas, el irónico pero verosímil y costumbrista diálogo que mantiene otra pareja durante un viaje en coche.

Thurber resulta irónico sin caer en un humor grueso y facilón. Lo suyo es el retrato distante de situaciones cotidianas o de fenómenos periodísticos o literarios recientes, como la moda de los libros de autoayuda, que empiezan a inundar las librerías con sus obvias reflexiones sobre el comportamiento humano. Con mucho ingenio, parodia las conclusiones de estos libros aplicadas a la cultura laboral y empresarial. Otros relatos se ríen también de la obsesión por la intriga de los lectores de las novelas policíacas, como El misterio del asesinato de Macbeth.

Thurber se sirve de un agradable costumbrismo a la hora de describir tipos humanos y sociales muy atrayentes, tomados de la realidad, insistiendo siempre en su vena cómica, como el relato dedicado a la tía Ida. Y también demuestra su veta inteligente cuando habla de aspectos más literarios y cultos, como las peregrinas reflexiones que aparecen en Cómo ver una mala obra de teatro.

Leer a Thurber es encontrarte con la carcajada a la vuelta de página, En cualquier momento aparece el comentario divertido, aunque más que brillar en el chiste o el latigazo, Thurber es un experto en introducir el componente absurdo en medio de las situaciones cotidianas. Gran observador de los comportamientos humanos, la otra cara de su agudeza es el desencanto con el que presenta la realidad humana y social de su tiempo, aunque Thurber no es un escritor de época sino que sus descripciones, como las de todos los clásicos, atienden a tipos y situaciones universales.
 

 
La vida secreta de Walter Mitty
Acantilado. Barcelona (2004)
264 págs. T.o.: The Secret Life of Walter Mitty.
Traducción: Celia Filipetto.


Carnaval
Acantilado. Barcelona (2007)
208 págs. T.o.: The secret life of James Thurber.
Traducción: Celia Filipetto.

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