domingo, 8 de junio de 2014

Feria del Libro. Diez libros de periodistas y libros de diarios



1.- Julio Camba, Mis páginas mejores. Antología que el propio Camba preparó de sus artículos periodísticos, una excelente muestra de su categoría como periodista. Se trata de unas crónicas muy personales en las que mezcla el periodismo y la literatura. En estos artículos aparece su fina ironía, su sutil inteligencia, su tono levemente superficial y anecdótico, y su asombrosa capacidad para mostrar aspectos divertidos e insólitos de la realidad. En los últimos meses se han publicado también los volúmenes Sobre casi todo y Sobre casi nada, y la antología Crónicas de viaje. (Pepitas de Calabaza. 303 págs. 2012).


2.- Manuel Chaves Nogales, La República y sus enemigos. Continúa recuperándose la obra periodística de uno de los grandes y felices redescubrimientos literarios de los últimos años. Sólo en la editorial Almuzara se han publicado ya un buen puñado de títulos –Bajo el signo de la esvástica; Andalucía roja y “La Blanca Paloma” y otros reportajes de la República; La España de Franco; Ifni, la última aventura colonial española...-, a los que hay que sumar otros libros publicados en Libros del Asteroide (La vuelta al mundo en avión) y en la editorial Renacimiento (Lo que ha quedado del imperio de los zares), además de la biografía sobre Juan Belmonte y sus espléndidos relatos sobre la Guerra Civil A sangre y fuego. Los dos últimos títulos en publicarse contienen los reportajes periodísticos que Chaves Nogales escribió durante la II República sobre Cataluña -¿Qué pasa en Cataluña?- y los que el periodista, comprometido con la II República, consideraba los peores enemigos para conseguir la estabilidad política: los delirios revolucionarios anarcosindicalistas, que protagonizaron no pocos sucesos violentos que pusieron en jaque a la II República. (Almuzara. 240 págs. 2013).


 3.- Azorín, Libros, buquinistas y bibliotecas. Con el subtítulo “Crónicas de un transeúnte: Madrid-París”, se reúnen 50 textos de Azorín dedicados al mundo del libro, las librerías y las bibliotecas. La antología contiene artículos publicados en prensa, prólogos y capítulos de libro dedicados a este tema, algunos de ellos es la primera vez que se publican en forma de libro. El libro está dividido en cuatro partes: sobre la edición y difusión del libro, las bibliotecas y su variedad, las librerías de viejo y las ferias del libro y, por último, “el complejo universo del lector y de la lectura”. Azorín habla de sus pesquisas en los baratillos, en los mechinales y puestos de París, en bibliotecas y librerías... En los artículos suelen aparecer anécdotas personales, con las que el autor demuestra el alto concepto del libro y de la lectura que tiene. (Fórcola. 240 págs. 2014).


4.- Rosa Sala Rose y Plàcid Garcia-Planas, El marqués y la esvástica. No se trata de una antología de crónicas ni artículos de César González-Ruano (1903-1965) sino un libro de investigación que intenta desentrañar algunos desagradables misterios de su vida. Los autores entran de lleno en su vida desde 1933, cuando es enviado por el diario ABC como corresponsal a Berlín, hasta su regreso a España en 1943, tras ser también corresponsal en Roma, nuevamente en Berlín y por último en París. La exhaustiva investigación tiene como objetivo verificar las sospechas vertidas por algunos testigos que involucran a Ruano en el tráfico de judíos de Francia a España no precisamente con fines humanitarios. Los autores han visitado más de veinte archivos en ocho países y han invertido tres años en su preparación. En su investigación casi policiaca descubren muchas cosas que Ruano ocultó en sus memorias. (Anagrama. 512 págs. 2014).


5.- Josep Pla, El cuaderno gris. Desde su publicación en castellano en 1975, el prestigio de este libro no ha cesado de crecer. Pla comenzó a escribirlo en 1918, el día que cumplía 21 años, y lo finalizó en septiembre de 1919, poco antes de marchar como corresponsal de prensa a París. Sin embargo, hasta su publicación en 1966, el libro fue reelaborado completamente. Por sus páginas desfila su vida, sus lecturas, el paisaje del Ampurdán, sus amigos y familiares, los vecinos de Palagrufell, los comentarios de la tertulia a la que asistía, sus reflexiones críticas sobre la vida universitaria, apuntes sobre cómo el clima determina los estados de ánimo, las mujeres, la soledad... Pla maneja una prosa natural, realista, atenta al detalle, donde destaca su facilidad para retratar en pocas líneas a los personajes que van apareciendo. (Destino. 848 págs. 2012).


6.- Andrés Trapiello, Miseria y compañía. Volumen dieciocho de unos diarios que tienen como título genérico Salón de pasos perdidos. En esta nueva entrega vuelven a salir las habituales personas y escenarios de estos diarios: sus estancias en Las Viñas, la relación con su mujer y sus hijos, sus viajes al extranjero para hacer turismo o para impartir alguna conferencia, su diaria actividad como escritor, sus manías y obsesiones (una de ellas, el arte moderno), sus dardos envenenados contra algunos colegas, las visitas dominicales al Rastro madrileño, puntuales referencias a la vida cultural y política, etc. Hay que resaltar la calidad literaria y su polivalencia estilística. El autor puede emplear un lenguaje coloquial, literario, poético, periodístico... (Pre-Textos. 404 págs. 2013).


7.- José Jiménez Lozano, Los cuadernos de Rembrandt. Sexto volumen de los diarios de uno de los escasos referentes culturales que no han sucumbido a los frágiles encantos de lo políticamente correcto. Se rebela el autor contra la imposición de unos uniformes patrones, muy visibles en el mundo político y cultural, donde se sustituye la tradición y la fuerza de los valores occidentales y cristianos por señuelos banales. Sus análisis son certeros por su profundidad y porque saben destapar el engaño. (Pre-Textos 233 págs. 2010).

8.- Enrique García-Máiquez, El pábilo vacilante. El autor publicó en 2009 Lo que ha llovido una selección de las entradas a su blog Rayos y truenos. Ahora se publica un nuevo volumen, que abarca desde 2008 hasta 2011. García-Máiquez transmite sus inquietudes literarias, existenciales y hasta espirituales. Todo tiene cabida: un comentario sobre sus clases en el Instituto, un libro que está leyendo, el descubrimiento de un autor, una cita deslumbrante, un pequeño poema, haikus, brillantes aforismos. Y pasajes más íntimos y familiares, como la muerte de su madre y el nacimiento de su primera hija. Todos estos sucesos los aborda el autor con naturalidad y confianza. (Renacimiento. 256 págs. 2012).



9.- Miguel D’Ors, Más virutas de taller. Este libro contiene las impresiones del autor desde 2004 hasta 2009 sobre su literatura, su vida como escritor y el mundo que le rodea. Eu contenido es muy variado: la reflexión poética, la crítica literaria, o sus observaciones sobre la poesía actual y la política. Sobresale su sentido de la trascendencia, su independencia de juicio, y su ironía inteligente sobre algunas cuestiones literarias y morales que subyacen en interpretaciones “políticamente correctas”. (Los Papeles del Sitio. 332 págs. 2010).

10.- Gabriel Insausti, Cámara oscura. Irrumpe con fuerza Insausti (1969) entre los escritores que emplean los diarios como el género literario apropiado para reflexionar sobre su vida y su intimidad; y también sobre la realidad que les rodea, casi siempre con una mirada distante, irónica y crítica. Insausti aporta en estos diarios otro modo de mirar las cosas, un punto de vista íntimo y singular que transforma lo vivido –situaciones normales de su vida como profesor, escritor y padre de familia- en sucesos, para él, especiales. Resulta muy atrayente su coherencia ideológica y su independencia cultural. (Pre-Textos. 552 págs. 2012).


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