jueves, 20 de marzo de 2025

“El español que enamoró al mundo”, de Ignacio Peyró


 El español que enamoró al mundo es un original y personal retrato de Ignacio Peyró dedicado al cantante Julio Iglesias. No se trata propiamente de una biografía, ni tampoco de una aproximación subjetiva a su figura y trayectoria. Siguiendo el hilo de la vida de Julio Iglesias, bastante agitada, el autor destaca los momentos más significativos de su carrera profesional y muchos otros episodios biográficos significativos de los que han dejado constancia sus familiares, los propios testigos y las declaraciones que ha realizado el propio cantante. Peyró acude a las fuentes escritas, a los periódicos, a los libros de memorias y… a las revistas del corazón. 

Para su elaboración, Peyró menciona explícitamente en el prólogo, como modelo para su escritura, el libro de Evelyn Waugh, Edmund Campion. También puede encontrarse otra inspiración en las biografías que escribió Josep Pla, de quien el autor es un excelente lector, como, por ejemplo, la que Pla dedicó al pintor Manolo Hugué en Vida de Manolo

 

Despreciado por la crítica

 

Como escribe Peyró, “el español más conocido del siglo XX tras Dalí y Picasso”, con más de trescientos millones de discos vendidos (cuando “había que ir a comprarlos”), apenas ha merecido curiosamente el interés académico ni sociológico. Los artículos de algunos periodistas y profesionales de la canción no suelen ser precisamente laudatorios y, cuando hablan de él, lo hacen con una mirada condescendiente y por encima del hombro que rebaja el lugar que Julio Iglesias debería ocupar en el mundo de la canción a nivel nacional e internacional y también en la cultura popular. 

Pero esto pasa solo en España. En todo el mundo, incluso hoy día, cuando ya con más de ochenta años Iglesias ha decidido pasar a un segundo plano, el cantante sigue siendo un referente internacional.

 

Cantante por casualidad

 

Julio Iglesias de la Cueva nace en Madrid en 1943, de ascendencia gallega. Su padre, un prestigioso médico, le animó a estudiar Derecho, carrera que consiguió terminar después de una larga estancia en Londres donde hizo sus primeros pinitos en el mundo de la canción. Julio tuvo una breve carrera como futbolista -llegó a jugar de portero en los juveniles del Real Madrid- que tuvo que abandonar tras una grave enfermedad que le obligó a pasar una larga temporada convaleciente. 



Para recuperarse del todo, fue cuando viajó a Londres. Su carrera profesional como cantante se inició de manera curiosa, pues había conseguido que una canción suya, “La vida sigue igual”, fuese seleccionada para el Festival de Benidorm de 1968. La canción la iba a interpretar el cantante Manolo Pelayo, pero una hepatitis de última hora provocó que fuese el propio Julio Iglesias el que la tuviese que cantar, consiguiendo el primer premio.

Luego se sucedieron los discos, los viajes, las películas. En 1970, participó en el Festival de Eurovisión con una de las canciones, Gwendolyne, que compuso durante su estancia en Londres, inspirada en su primera novia. Aunque no ganó, la canción se convirtió en todo un éxito, con más de un millón de discos vendidos. Y en 1971, su boda con Isabel Preysler, de la que se divorció en 1978 después de tener tres hijos con ella.

 

Artista de mayorías

 

Peyró destaca en todo momento el afán de triunfar de Julio Iglesias y su ansia por ser un cantante de mayorías. Eso le llevó a trabajar de manera muy intensa. En 1980, le fichó la multinacional CBS, se trasladó a vivir a Miami y en esa década tiene lugar su apoteosis internacional, con una calculada y meritoria campaña para triunfar en Estados Unidos, muy bien recreada por Peyró.


“Triunfar en Estados Unidos significó para Julio completar la vuelta al mundo de su fama”. Desde entonces, se sucedieron las millonarias ventas de discos, los conciertos en todos los rincones del mundo, los numerosos premios, las constantes apariciones televisivas y publicitarias, siempre con el objetivo de ser el número uno.

Tras su separación matrimonial, como consecuencia de sus públicas y conocidas infidelidades, Julio Iglesias siguió teniendo muchos líos amorosos y aventuras, algunas conocidas y explotadas en los medios de comunicación, y otras silenciosas y ocultas. En 1990 se casó con su actual mujer, la holandesa Miranda Rijnsburger, con la que ha tenido cinco hijos. Peyró destaca cómo, a partir del 2000, después de llegar a la cima, Iglesias tiene la habilidad de “negarse a hacer el ridículo”. En estos años, el cantante es consciente de que “mantenerse cuesta más”.

Sale en el libro su faceta como inversor, algunas de sus excentricidades de millonario, sus afinidades políticas (apoyó personalmente a José María Aznar en las elecciones de 1996), algunos sucesos turbios (como el secuestro de su padre por parte de ETA), su faceta como seductor, la relación con los hijos de su primer matrimonio, la ruptura con algunos de sus más allegados colaboradores.

 

Con el telón de fondo de aquella España

 

Peyró va al grano. La narración resulta muy amena por la cantidad de cosas que pasan y por el tono que emplea, en ningún momento hagiográfico, pero tampoco mordaz. El libro describe su persona sin entrar en análisis técnicos ni sobre su estilo como artista, la calidad y letra de las canciones, ni sobre la industria de la canción. 




En su estilo hay frecuentes observaciones muy personales, que dan al libro un sabor muy auténtico y divertido, como cuando escribe, a propósito de una de las residencias del cantante en Miami, que “estamos ante una casa que encarna una visión arquitectónica a medias entre Luis XIV y Jesús Gil”. O cuando cuenta la participación del cantante en 1992 en una campaña de la Xunta de Galicia para revitalizar el Xacobeo 93, “que iba a devolver al Camino de Santiago a una popularidad de la que no gozaba desde que el románico era el último grito en interiores”. 

Escribe Peyró, hablando del momento presente, “ahora anda activo con su serie con Netflix, pasa muchas horas en internet, y ha asistido con estupor a todos esos memes —‘ya llega Julio’, ‘si tienes hambre, aquí hay fiambre’— con los que se ha hecho presente en las vidas de aquellos a los que ya no llegó con sus canciones. Para ellos también tiene un mensaje: ‘soy el cantante que te va a gustar mañana’”. El libro es también una excelente aproximación “ambiental” a la España de las últimas décadas del siglo XX. 

Ignacio Peyró (Madrid, 1980) es autor de Pompa y circunstancia, un monumental diccionario sobre la cultura británica; de Comimos y bebimos, donde escribe de manera muy atractiva sobre gastronomía; y del diario Ya sentarás cabeza, que tuvo una excelente acogida. En la actualidad es el director del Instituto Cervantes en Roma, escribe en El País y colabora en la cadena Ser. 



 El español que enamoró al mundo
Ignacio Peyró

Libros del Asteroide. Barcelona (2025). 

336 págs. 20,95 € (papel) / 10,99 € (digital).

sábado, 1 de marzo de 2025

"La bendición de las estrellas", de Ramón Loureiro

 


El escritor y periodista Ramón Loureiro (Fene, La Coruña, 1965) es autor de novelas, diarios y ensayos. Como novelista, merece destacarse su innovadora Las galernas de Normandía, donde da forma a una persona geografía literaria que traslada a sus otros escritos y que vuelve a aparecer incluso en La bendición de las estrellas, su último volumen de diarios. Este mundo real e imaginario que él llama “Tierra de Escandoi” y que sitúa al oeste de la “tercera Bretaña”, se encontraría al Norte de Galicia, entre Mondoñedo y Ferrol. A este lugar mítico, trasunto de su Sallobre natal, ha dedicado también el ensayo fotográfico A escura Terra de Escandoi. Loureiro escribe en La Voz de Galicia y ha obtenido el prestigioso premio Julio Camba de Periodismo. Su literatura transita por una Galicia real y fantástica con ecos admirativos de otros escritores gallegos, como Álvaro Cunqueiro y Gonzalo Torrente Ballester.

            Pero La bendición de las estrellas no es ni un diario mítico ni imaginativo, aunque en sus páginas haya referencias a estas tierras cuasifantásticas. Se trata del diario tranquilo, pausado, cotidiano de un escritor que nos habla de su intimidad de una manera transparente. Todo transcurre en un espacio concreto y con unos personajes de carne y hueso con los que comparte recuerdos y agradables momentos.

            El diario lo terminó de escribir en agosto de 2024 y sus entradas recogen sus vivencias de los últimos años, donde el coronavirus, que estaba dando los últimos coletazos, condicionó bastante sus hábitos y costumbres personales y sociales. Hay muchas referencias a situaciones externas, a paisajes, a sus recuerdos, a su presente (aunque apenas habla de su actividad periodística). 

En un momento dado escribe que “cada día soy un hombre diferente” y ese retrato voluble se manifiesta en diferentes estados de ánimo, a veces contradictorios. A menudo lo que se destaca es la amistad y la conexión con la fuerza de un paisaje concreto, el de su tierra y el de su infancia, pero también hay instantes en los que, de manera breve pero desgarrada, muestra jirones de una vida solitaria y desasosegada, como cuando escribe “no tengo lugar alguno al que volver” o “me pesa en exceso la soledad y el irremediable paso del tiempo” o el desahogo que contiene otra de sus entradas del diario: “Nadie puede imaginar hasta qué punto me invade a veces el deseo de desaparecer por completo, de desvanecerme sin dar ni un paso más, de ser siempre nada”.

            Junto con este desamparo interior -“vivo sin rumbo, a la deriva”- hay también referencias a sus creencias religiosas, contadas con naturalidad, como esta contundente afirmación: “hoy es más necesario que nunca creer en Dios ardientemente y procurar mantener la vista fija en el horizonte. Seguir buscando lo que aún está lejos”.

            Loureiro habla con cuentagotas de algunos de sus autores preferidos (Ricardo Piglia, Torrente Ballester, José María Merino), de libros que está leyendo (los diarios de César González-Ruano), de sus años de atleta, que recuerda con emoción. También del impacto que le provocan algunas fotos familiares o tímidos recuerdos. Y en todo momento, el recurso a la imaginación onírica propia del mundo gallego para referirse al paisaje y a las condiciones climatológicas.

            Ya en 2015 había publicado Diarios, su primera incursión en este género. En La bendición de las estrellas, Loureiro sobresale su atrayente madurez literaria con la que muestra, sin estridencias estilísticas, una vida en movimiento sin ninguna afectación.



La bendición de las estrellas

Ramón Loureiro

Sr. Scott. Madrid (2025)

128 págs. 16,90 €

sábado, 8 de febrero de 2025

"Manual del editor de mesa", de Ana Bustelo

 


Me gusta leer libros relacionados con el mundo editorial, tanto los que cuentan por dentro cómo funciona una editorial como aquellos que explican los entresijos de la industria y del mercado editorial. De entrada, lanzo desde aquí mi felicitación a la editorial Berenice por los muchos libros que ya ha publicado sobre estos temas, libros que permiten a un buen número de profesionales y aficionados acercarse a una realidad que cuenta con muchísima actividad en nuestro país. Somos un país que publica muchos libros, tiene muchas editoriales y das una patada a una piedra y sale un autor. 

            Ana Bustelo cuenta con una dilatada experiencia profesional en editoriales de renombre y ha orientado su actividad hacia el mundo editorial. Ha sido traductora, redactora, correctora y editora. Siempre apoyada en su experiencia, todo lo que cuenta en este “manual” resulta super útil para conocer de cerca en qué consiste el trabajo de editor “de mesa”, aquel que se dedica en una editorial (o por su cuenta) a preparar la edición de un libro.

La primera premisa de Ana Bustelo es que este trabajo es necesario siempre, aunque el libro se encamine hacia el terreno de la autoedición. En la actualidad, con la cantidad de facilidades que hay para publicar un libro, se piensa que el autor tiene la capacidad y formación suficientes para afrontar todos los pasos que deben darse para publicar un libro, saltándose la intervención de otras personas que quizás controlan mucho más sobre estas cuestiones. Craso error. 

            Ana Bustelo sigue todos los pasos de un manuscrito desde que aparece en la editorial hasta que se publica. Primero hay que tomar la decisión de si se publica o no, decisión para la que debe contar con el apoyo de lectores con experiencia que deben señalar en sus informes la calidad del libro y la oportunidad de su publicación.

            Si la decisión es positiva, hay que revisar y corregir -siempre- el libro. Luego aborda todos los siguientes pasos, como el proceso de maquetación hasta la impresión final, con una serie de imprescindibles pasos intermedios: la ficha técnica del libro, el diseño de la cubierta, la redacción de las solapas y la contracubierta, además de trabajar conjuntamente con el departamento de marketing para la publicidad del libro y los dosieres que hay que pasar a la prensa.

            También explica el libro otras cuestiones que todo editor debe controlar, como el trato con los/las agentes literarios, los contratos, las galeradas, la presencia en ferias profesionales y populares. 

           El libro concluye con una “Breve guía de estilo”, un glosario (imprescindible), una selección de lecturas recomendadas (bastante acertada) y varios anexos que proporcionan ejemplos de informes de lectura, informe de marketing y cómo debe ser el dossier de prensa.

            Esta cita que reproduce la autora del escritor Alfred Döblin resume muy bien cómo funciona esto de publicar un libro: “El editor mira con un ojo al escritor y con el otro al público. El tercer ojo, sin embargo, el ojo de la sabiduría, está fijo en la bolsa del dinero”. Y así resume la propia autora lo más esencial de este libro: “Todo esto está aderezado con anécdotas reales de mi experiencia trabajando en diferentes editoriales, porque creo que eso es lo más útil y también lo más divertido”.     

            Puedes encontrar más información sobre este libro y sobre la autora en este enlace



Manual del editor de mesa

Ana Bustelo

Berenice. Córdoba (2024)

240 págs. 19 €.

domingo, 15 de diciembre de 2024

Selección de libros de literatura de Aceprensa de 2024

    


    
    En Aceprensa hemos preparado una breve selección de títulos para leer o regalar en estas fiestas de Navidad. Hay de todo, desde novelas con trasfondo histórico, memorias infantiles, libros de relatos, novelas ambientadas en la posguerra española, diarios muy personales y narraciones que recrean episodios clásicos como la guerra de Troya. 

    A la vez, recuperamos la lista que hicimos para el pasado verano, con títulos también recientes de temáticas muy variadas.

                  

Selección Navidades 2024.

 

          Selección Verano 2024.

"Vendrán a detenerme esta noche", de Tahir Hamut Izgil


    Tahir Hamut Izgil nació en 1969 en un pueblo “pobre y feo” del extremo noroeste del desierto de Taklamakán, en Kasghar, en la Región Autónoma de los uigures, un pueblo de raíces túrcicas con sus propias costumbres y tradiciones que practican un islamismo moderado. Xinjiang, la provincia china a la que pertenecen, se encuentra dentro de la renovada “Ruta de la Seda”. 

            Hamut estudió Literatura en la Universidad de Pekín y hasta su salida de China trabajaba como director de cine. También es uno de los poetas uigures más prestigiosos y en este libro se incluyen algunos de los poemas que escribió sirviéndose de circunstancias personales relacionadas con su salida del país. En la actualidad, Hamut vive en Estados Unidos con su mujer y sus dos hijas, con las que consiguió escaparse en 2017 huyendo de la constante represión a la que está sometido su pueblo desde que los chinos incrementaron las políticas represivas en esta región.            

    En 2009 tuvieron lugar algunos atentados terroristas y se intensificaron los enfrentamientos con los chinos de etnia han, ahora mayoritarios en la zona tras las medidas que desplegaron las autoridades comunistas contra los uigures. En la actualidad, el pueblo uigur está sometido a un obsesivo control y se persiguen su religión y sus costumbres con la excusa de luchar contra el terrorismo islámico. Para “encarrilar” a este pueblo dentro de la ortodoxia comunista china, se han creado campos de “reeducación” en los que ya han estado detenidos más de un millón de uigures. En estas cárceles se enseña la lengua, las costumbres chinas y la ideología comunista. 

            Thair Hamut ha sido testigo de este progresivo proceso que ha salpicado a toda la población uigur, de manera especial a buena parte de los intelectuales y escritores, muchos de ellos amigos de Hamut. Esta persecución, metódica y programada, es lo que se cuenta en este duro libro, que recuerda a testimonios parecidos vividos en las dictaduras comunistas en la época de la Unión Soviética. 

            El de Hamut no es el único testimonio publicado en España sobre este asunto. Guldehar Haitiway ha dado a conocer en El gulag chino (Ariel, 2022) su dramática experiencia tras ser detenida y condenada a siete años de prisión en China. Haitiway vivía en París con su marido y sus dos hijas y una de ellas participó en una manifestación a favor del pueblo uigur. Después, Haitiway realizó un viaje a China para solucionar algunos asuntos burocráticos y fue detenida en el propio aeropuerto con la foto de su hija en la concentración como principal acusación. Ingresó en una de las llamadas “escuelas”, eufemismo con el que los chinos designan a los campos de reeducación.

            Por su parte, Hamut consiguió abandonar su país a tiempo. Poco tiempo después de su huida fueron detenidos sus amigos y otros muchos escritores. Se exilió con su familia en Estados Unidos, donde ha publicado este libro con la ayuda del escritor Joshua L. Freelance, autor del prólogo. Con mucho detalle, Hamut, que vivía en la ciudad de Urumqui, una de las más importantes de la zona uigur, describe en este libro biográfico el constante clima de asedio que llevan padeciendo desde hace años. Su salida del país no fue nada fácil y tuvo que superar numerosos obstáculos hasta pedir asilo político en Estados Unidos, donde vivió los primeros meses “atenazado por sentimientos contradictorios, entre la emoción y la incertidumbre, la alegría y la presión, la ira y la esperanza”.

            Este libro es una potente denuncia de las políticas que están empleando las autoridades comunistas chinas para controlar las vidas de los uigures y sus movimientos. El objetivo es eliminar sus raíces, acabar con sus prácticas religiosas y rebajar al máximo su presencia en esta zona. Y lo están consiguiendo, gracias también al silencio internacional ante estas prácticas. 


Vendrán a detenerme esta noche

Tahir Hamut Izgil

Libros del Asteriode. Barcelona (2024)

258 págs. 21,95 € (papel) /10,99 € (digital).

T.o.: Waiting to Be Arrested At Night

Traducción: Catalina Martínez Muñoz.

viernes, 22 de noviembre de 2024

"Historia de Vallecas (II). Alcaldía de Vallecas", de José Luis García Heras

 

              Continúa José Luis García Heras desgranando la historia de Vallecas en libros muy históricos, divulgativos, con los que busca contagiar su pasión por Vallecas, el barrio donde nació y creció. Sus dos últimos libros centrados en Vallecas van a los hechos históricos, aportando numerosos datos y textos que proceden de la rigurosa documentación que ha manejado. Hay que reconocer su gran trabajo de investigación con el fin de proporcionar una historia lo más ajustada posible a la realidad, fuera de mitos y de leyendas, que también las hay cuando se escribe de un barrio con tanta historia y tradición.

            Si el volumen primero estaba dedicado a la historia “De Balecas (1202) a la Anexión a Madrid (1950)”, donde desgranó de manera amena y precisa los hechos más señalados de una historia rica en detalles, ahora dedica este volumen a los alcaldes de Vallecas más o menos contemporáneos que han tenido más renombre y que han enriquecido con sus hechos y actuaciones la historia de Vallecas hasta su anexión a la capital ya como un nuevo distrito en el mes de diciembre de 1950, anexión que tuvo lugar con Félix López Gómez de Ontiveros como último alcalde de Vallecas. Centrándose en los últimos años, desde finales del siglo XIX, rescata García Heras los nombres de los alcaldes que tuvo Vallecas, numerosos, pues lo normal era que, salvo excepciones, nadie desempeñase el cargo más de tres años. 



    De entre todos ellos se destacan en este libro a tres alcaldes: Melquíades Biencinto, que lo fue de 1899 a 1903; Adolfo Salazar, de 1925 a 1930; y Amós Acero, el más conocido de todos, que lo fue en dos periodos, de 1931 a 1934 y de 1936 a 1939. De los tres, traza el autor unas breves biografías en las que subraya la relación que mantuvieron con el barrio y sus posteriores actuaciones como alcaldes en tres momentos muy significativos. 

Melquíades Biencinto, que había nacido en un pueblo de Toledo, Carranque, se estableció a los 22 años en el Puente de Vallecas, donde puso en marcha una carnicería-salchichería. Era una persona muy generosa, como demuestra el hecho, insólito, de donar a los pobres el dinero que tenía asignado como alcalde. Suelo acordarme bastante de él pues es una calle por la que suelo pasar a menudo, paralela a la M-30. 


Adolfo Salazar procedía de Almadén y fue un industrial muy prestigioso que modernizó Vallecas, aunque en esos años tuvo que asumir un importante flujo migratorio que acabó por transformar casi de manera radical el barrio, pues hasta ese momento Vallecas, como se dice en algunos textos de la época, tenía el encanto de ofrecer a la vez cosas del campo y de la ciudad. 

A partir de esos años, Vallecas es cada vez más una localidad populosa, que se nutría de emigrantes de aluvión que llegaron a la capital. Aunque Vallecas ya había mejorado en suministros e instalaciones, con la llegada de tantas personas hacían falta muchas más inversiones en educación, vivienda y saneamientos, inversiones que no llegaron y que provocaron que en muchas ocasiones Vallecas mostrara una manifiesta desatención. Salazar abandonó el cargo en 1930 y le sucedieron, hasta las elecciones municipales de 1931, Rogelio Folgueras y Jesús del Pino.



En 1931 fue elegido alcalde Amós Acero, que había nacido en Villaseca de la Sagra (Toledo) en 1893. En 1926 aceptó un puesto de maestro en el Puente de Vallecas, donde decidió instalarse, aunque ya vivía en Madrid desde 1920. Al poco de llegar se afilió al PSOE y a la UGT. En 1931 también resultó elegido como diputado en las Cortes Constituyentes. Con motivo de la Revolución de Asturias (y en otras muchas localidades de España) de 1934, que Amós Acero apoyó, fue destituido de su cargo y nombrado alcalde Eustaquio Pardo Zorrilla. En 1936 volvió de nuevo a la alcaldía y lo fue durante la Guerra Civil. En todas sus biografías se destaca de Amós Acero la entrega a su barrio y el interés que puso por crear escuelas e intentar mejorar las instalaciones básicas de Vallecas. 

Estos son, de manera resumida, algunos de los contenidos de este libro, que, como decíamos, tiene como objetivo presentar de manera sencilla y asequible muchos pormenores de la historia de Vallecas, en esta ocasión con las vidas de tres alcaldes que brillaron por encima de los demás. 

Una vez más hay que agradecer a José Luis García Heras su apasionado empeño y su profesionalidad por dar a conocer estas historias, muchas de ellas desconocidas. Sin lugar a duda, sus libros sobre Vallecas, que no son pocos, están ayudando a muchos vallecanos a conocer mucho mejor sus raíces y a descubrir historias insólitas de su barrio.



Historia de Vallecas (II). Alcaldía de Vallecas

José Luis García Heras

Ediciones PV. Madrid (2024)

96 págs. 10 €. 


Mail de contacto: jlghpv15@gmail.com


lunes, 18 de noviembre de 2024

"Más de un siglo se alarga el día", de Chinguiz Aitmátov

 


En su trabajo editorial de dar a conocer literaturas minoritarias y recuperar a autores ya olvidados, Automática Editorial rescata una de las obras más importantes de Chinguiz Aitmátov (1928-2008), escritor nacido en la República de Kirguistán y que llevó a su literatura las vivencias de aquellas tierras y parajes vecinos, como los de Kazajistán, a la vez que recuerda en sus libros momentos de su niñez en una minúscula aldea kirguís. En la misma editorial se ha publicado Yamilia, una historia de amor que supera las barreras y las tradiciones ambientada en el mundo rural de Kirguistán al principio de los años de dominio soviético.

            Más de un siglo se alarga el día transcurre en la estepa kazaja, en una aldea muy apartada donde solo viven los que trabajan para el ferrocarril soviético desempeñando puestos de guardagujas, mantenimiento de los raíles y para despejar los caminos de las intensas nieves de la zona. No es un sitio agradable para vivir (ni para morir), pero algunos de los muchos trabajadores que van pasando por ese lugar acaban encontrando allí sentido a su existencia, identificándose con el paisaje y con el estilo de vida, a pesar de las penalidades que tienen que atravesar.

            Es el caso de Qazanghap, todo un baluarte en esa colonia, quien consiguió sacar adelante a su familia y ayudar en la medida de sus posibilidades a otras personas que no acababan de encontrar un sitio donde establecerse, tras estériles peregrinajes buscando trabajo y un lugar donde conseguir estabilidad para construir una familia. Es el caso de Ediguéi Buranny, casado con Ukubala, los dos originarios del mar Aral. Un casual e inesperado encuentro con Qazanghap en Kumbel, una ciudad próxima al que sería su destino definitivo, la aldea de Boranly-Buranny, cambiará definitivamente sus vidas.

            La novela cuenta el largo camino que tiene que recorrer Ediguéi y la comitiva que le acompaña para enterrar a Qazanghap en el desierto de Ana-Beit, el cementerio de la zona, ligado además a curiosas leyendas ancestrales que Ediguéi hace suyas para confirmar que el destino del cuerpo de Qazanghap es ese cementerio. Tras conocer la muerte de su mejor amigo, a quien tanto debe, Ediguéi se responsabiliza de llamar a sus hijos, ya despegados de aquellas tierras y sus costumbres, y de organizar el viaje, en el que le acompañarían a regañadientes unos familiares de Qazanghap y algunos vecinos, como Edilbai el Largo. 

            A lo largo del viaje Ediguéi repasa su vida, su relación con Qazanghap y algunas historias que tienen que ver con leyendas de la zona que tienen un profundo valor antropológico, además de servir para explicar algunas cuestiones del presente. A la vez, Ediguéi se nos presenta como un personaje profundo, con sus crisis afectivas y existenciales, anclado en aquel duro y estéril paisaje que se le presenta como una imagen de su melancólica alma. Personalmente, este personaje, austero, familiar, trabajador, abnegado, buen compañero, generoso, me ha parecido lo mejor del libro. 

La novela describe también cómo hasta ese lugar apartado llegan con cuentagotas los nuevos aires de la modernidad y también la presión del Partido Comunista soviético, obsesionado con uniformar a todos los habitantes de su vasto imperio. 

            En muchos momentos, el hilo conductor de la trama resulta muy tenue, pues los recuerdos o algunas historias protagonizadas por amigos y vecinos de Ediguéi se apoderan completamente de la narración, dedicando muchas páginas a relatar sus aventuras y leyendas. Es el caso de las desgracias que padecen sus vecinos Abutalip, su mujer Zaripa y sus dos hijos pequeños, a quienes el irracional poder soviético persigue de manera sistemática, incluso en un lugar tan apartado como Boranly-Buranny, por haber sido hecho prisionero por los alemanes Abutalip durante la Segunda Guerra Mundial y después, tras su liberación, haber colaborado con los partisanos yugoslavos, considerados después enemigos por Stalin. De manera colateral, se muestra el afán del poder soviético de imponer como sea su ideología, perseguir a los que considera sus enemigos y acabar con las tradiciones y costumbres de los muchos pueblos que formaron parte de la Unión Soviética. 

            En la novela, sobre todo al principio, aparecen algunos capítulos en los que el autor habla de las expediciones al espacio de los rusos y los americanos en las que incluso descubren el planeta Mambla Selvática, donde viven unos extraterrestres que se han puesto en contacto con los astronautas que se encuentran en el espacio, provocando el miedo y la estupefacción en los dirigentes de los países. Es precisamente en Kazajistán, en un lugar cercano a donde transcurre la acción de la novela, donde tienen lugar los viajes espaciales de los rusos. Parece como si el autor quisiese mostrar dos vidas muy distintas: la de Edigueí y sus vecinos, ancladas en la tradición, y la que prometen los avances de la ciencia, con una potente carga deshumanizadora.

            Tanto la inclusión de estos capítulos “espaciales” como el extenso relato de algunas de las leyendas de aquella zona inciden en el ritmo y el desarrollo de la novela, que pierde fuelle precisamente por estas largas digresiones. Cuando la acción se centra en Ediguéi, sus ideas, sus crisis, su mundo interior y la relación con sus vecinos y su entorno -con las estepas sarozekas y con su camello Qaranar-, la novela levanta el vuelo pues el autor toca la fibra de los valores y los sentimientos universales en medio de un paisaje indiferente y enorme, que parece empequeñecer el destino del ser humano.


Más de un siglo se alarga el día

Chinguiz Aitmátov

Automática. Madrid (2024). 

560 págs. 29 € (papel) / 12,99 € (digital). 

Traducción: Marta Sánchez-Nieves Fernández.