miércoles, 1 de mayo de 2013

"La noche de Valia", de Monika Zgustova



Monika Zgustova es una escritora y traductora checa que reside desde la década los ochenta en Cataluña y que colabora también en diferentes medios de comunicación. Autora de varias novelas, como La mujer silenciosa, para escribir La noche de Valia se ha inspirado en sucesos reales que conoció en diferentes entrevistas que tuvo con mujeres rusas que fueron victimas del gulag. En una nota final, Zgustova cuenta que “hacía muchos años que había proyectado escribir acerca de las mujeres en el gulag, y cada paso de la investigación de los materiales que guarda el Memorial de Moscú me llevaba al encuentro de las verdaderas protagonistas de esta novela, las mujeres que vivieron uno de los peores infiernos que ha podido concebir el ser humano”.

La historia de esta novela se la contó Valia, una de las últimas mujeres que visitó, una anciana que “estaba prácticamente impedida por la malnutrición y el frío intenso de los años de prisión, pero ni el dolor físico ni la edad conseguían apagar la enorme seducción y fuerza de su relato”. Al final, la novela es “la historia de Valia que he imaginado como compendio de todos esos relatos que escuché. Podría ser la historia de cada una de ellas, de sus vidas de sufrimiento y valor”.

Valia es una joven actriz que vive en la ciudad de Arjánguelsk. Cuando está a punto de finalizar la Segunda Guerra Mundial, conoce a varios militares norteamericanos que se encuentran alojados en el hotel de la ciudad a la espera de partir hacia su país. Valia se enamora de uno de ellos, Bill, y se queda embarazada. Bill promete ir a buscarla y Valia aguarda un regreso que a medida que pasan los meses considera imposible. Mientras, trabaja como actriz y vive con su madre y su hija pequeña en una durísima posguerra. Pero cuando su hija tiene apenas dos años, Valia, cuyo padre había sido fusilado en la Gran Purga de finales de los treinta y cuyos encuentros con Bill no pasaron desapercibidos a los servicios de seguridad, es denunciada como espía americana, detenida, encarcelada y condenada a trabajos forzados en Siberia.

La novela describe sus años de estancia en los campos, siempre con la amenaza de prolongar por más tiempo su condena si cometía el más mínimo error. Apenas recibe noticias de su madre ni de su hija y sobrevive gracias al apoyo y la solidaridad de los otros presos políticos. El relato de estos años es muy duro, pues estuvo sometida a chantajes, ataques, falsas acusaciones y a un sinfín de abusos y desprecios. Cuando regresa a su hogar, continúan las dificultades, pues lleva consigo el estigma de ser una presa política. No puede residir en ninguna capital importante, le cuesta encontrar trabajo y, además, muerta ya su madre, tiene problemas para alimentar a su hija. Gracias a su insistencia, tiene un reencuentro con Bill, que acaba haciendo un viaje a Moscú, aunque ella descubre las intenciones de la KGB de utilizar esa relación para convertirle en espía. Valia asume su soledad y también lo difícil que resulta explicar a la gente la experiencia de los años vividos en Siberia. Sólo los que han sufrido algo similar son capaces de entender y de ayudar, como le sucede a Valia.

La novela, sencilla en su desarrollo y en sus intenciones, intenta esquivar el dramatismo de lo que se cuenta destacando algunos valores positivos, como la amistad y la solidaridad, y recurriendo a presentar con delicadeza los pensamientos íntimos de Valia, una joven culta, fuerte, de buenos sentimientos, que se siente desbordada por la dureza de las situaciones que va viviendo, aunque nunca tira la toalla, ni dentro de los campos ni ya en el exterior, cuando también todo se le vuelve en contra.

Aunque el desarrollo es, quizás, demasiado previsible, la perspectiva que adopta Zgustova es original, ya que centra el argumento en aspectos quizá menos conocidos de la represión comunista sobre las mujeres, además de proporcionar un punto de vista femenino a la hora de afrontar el dolor y el sufrimiento. La noche de Valia es, además, un libro de denuncia, pues como ha dicho la autora, “se sabe mucho de los campos nazi pero no se quiere recordar el gulag”.

 
La noche de Valia
Monika Zgstova
Destino. Barcelona (2013)
352 págs. 19 €.

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