miércoles, 16 de abril de 2014

“Libros, buquinistas y bibliotecas”, de Azorín




Continúan recuperándose la obra de los grandes maestros de la literatura y del periodismo de la primera mitad del siglo XX: Josep Pla, Manuel Chaves Nogales, Julio Camba, Gaziel... Libros buquinistas y bibliotecas es el segundo volumen que publica la editorial Fórcola con textos de José Martínez Ruiz (1873-1967), más conocido por su popular seudónimo, Azorín. El anterior, ¿Qué es la Historia? Reflexiones sobre el oficio de historiador, contenía una selección de artículos sobre una faceta a la que Azorín dedicó muchas páginas. Ahora, con el subtítulo “Crónicas de un transeúnte: Madrid-París”, con prólogo de Andrés Trapiello y en edición de Francisco Fuster, responsable también del volumen anterior, se reúnen 50 textos de Azorín dedicados al mundo del libro, las librerías y las bibliotecas. La antología de Fuster contiene artículos publicados en prensa, prólogos y capítulos de libro dedicados a este tema, algunos de ellos es la primera vez que se publican en forma de libro. Para Fuster, este volumen “constituye la más completa y documentada exposición de la personal filosofía de Azorín sobre el libro y la lectura de todas las publicadas hasta la fecha”.

El libro está dividido en cuatro partes: artículos sobre la edición y difusión del libro, las bibliotecas y su variedad, las librerías de viejo y las ferias del libro y, por último, “el complejo universo del lector y de la lectura”. Azorín se pasó toda la vida rodeado de libros; escribe, por tanto, desde su experiencia personal, que siempre sale en unos artículos que esquivan el tono ensayístico para hacerlos más personales, íntimos y periodísticos. Azorín habla de sus pesquisas en los baratillos de libros viejos, en los mechinales y puestos de París, en diferentes bibliotecas y librerías... En los artículos suelen aparecer anécdotas personales. Y todos están escritos con ese inconfundible estilo que revela, como escribe Andrés Trapiello en el prólogo, “a un escritor metódico que no dejó de escribir con puntillismo ejemplar”.

Azorín tiene un alto concepto del libro y de la lectura. Vivió en un momento de modernización de la industria editorial y de expansión de la prensa escrita. Cada vez había más librerías y libros. En sus artículos reivindica Azorín la lectura de los clásicos y la edición de calidad: “Vale la pena que el libro sea construido con arte, con simpatía, con fervor”. Y algunas de sus reflexiones están repletas de sabiduría y sentido común: “El joven lo lee todo y de todo aprovecha poco. El anciano lee poco y de lo poco lo aprovecha todo. Con la edad las lecturas se van reduciendo. Decía un filósofo que lo grave es saber no lo que se ha de leer, sino lo que ‘no’ ha de ser leído”.

A diferencia de otros escritores que se están reeditando y recuperando, el paso del tiempo ha hecho más mella que otros en la literatura de Azorín. Sus referencias culturales (sobre todo la literatura francesa, citada a menudo en estos artículos), su estilo periodístico (alejado de la actualidad), sus comentarios y reflexiones... pueden transmitir una estética lejana a los lectores contemporáneos. Por eso es de agradecer esta antología, magníficamente editada, en la que Francisco Fuster ha seleccionado los mejores artículos de un tema, el mundo de la lectura, de los más íntimos de un escritor que vivió en permanente contacto con los libros.



Libros, buquinistas y bibliotecas
Azorín
Fórcola. Madrid (2014)
240 págs. 21,50 €.

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