lunes, 28 de septiembre de 2015

“La buena reputación”, de Ignacio Martínez de Pisón


Con esta novela, Ignacio Martínez de Pisón (Zaragoza, 1960) ha conseguido el Premio Nacional de Narrativa en 2015. Libro a libro, su trayectoria literaria ha ido creciendo en calidad e intensidad y con merecimientos propios es ya una de las voces literarias españolas más sólidas, prestigio que avalan sus novelas El tiempo de las mujeres (2003), Dientes de leche (2008) y, entre otras, El día de mañana (2011), a las que hay que sumar libros de relatos y Enterrar a los muertos (2005), un singular libro de investigación literaria sobre la guerra civil que muchos, entre los que me incluyo, consideran su mejor libro.
            Martínez de Pisón ha ido ambientando sus novelas en el tardofranquismo, especialmente en las décadas de los 60 y 70, donde incluye su memoria personal. La buena reputación abarca treinta años, desde la década de los 50 hasta comienzos de la década de los 80, y está concebida como una saga familiar que parte del matrimonio entre Mercedes y Samuel en la Melilla de la década de los 50. El autor se centra en estos dos personajes y, posteriormente, en las dos hijas del matrimonio, Sara y Miriam, y en los dos hijos de Miriam, Elías y Daniel. La novela transcurre en Melilla, Málaga y Zaragoza.
            La primera parte de la novela, la dedicada a Samuel y Mercedes es la más viva e intensa, y también la más original, pues se desarrolla cuando todavía existe el Protectorado de Marruecos. Samuel se dedica a los negocios, está muy bien relacionado con las autoridades y es uno de los judíos más influyentes de Melilla y de todo el norte de África. El autor reconstruye bien una realidad desconocida, la vida de los judíos en Melilla, algunas de sus tradiciones y su entramado social. Para la comunidad judía las cosas cambian con la creación del estado de Israel en 1948 –a donde emigran muchos judíos melillenses- y la posterior desaparición del Protectorado, que obliga a los judíos allí residentes a huir. Samuel acaba formando parte de una organización secreta que se encargará de sacar judíos de Marruecos para llevárselos a Israel. A este cometido solidario dedica muchas de sus energías también con un afán de redimir su vida pasada y su falta de compromiso.
            Pero las cosas ya no son tan fáciles en Melilla y la familia al completo decide regresar a la península. Ya antes, las relaciones de Mercedes y Samuel con sus hijas no son fáciles, sobre todo con Sara, la pequeña, una joven impulsiva y caprichosa que les creará numerosos problemas. En Málaga, donde Samuel también tiene negocios, pasan una breve temporada antes de trasladarse a Zaragoza, la ciudad donde había nacido Mercedes y en la que todavía viven algunos de sus familiares. En Zaragoza reconstruyen sus vidas, aunque Samuel sigue pasando largas temporadas en Melilla. Sus hijas se casan, los años pasan y el interés de la novela se traslada poco a poco a Miriam y Sara y, después, a los hijos de Miriam, Daniel y Elías. Los nietos intentarán continuar los negocios familiares, pero no tienen ni las energías, ni los conocimientos necesarios para que las cosas les salgan bien.
            Martínez de Pisón centra todo su interés en los sucesos familiares, en las relaciones entre sus miembros, en sus constantes conflictos y roces. La realidad española de los 50, 60 y 70 es el telón de fondo sobre el que se mueven las vidas de los personajes, pero apenas tiene trascendencia en el argumento. No es la intención del autor hacer en esta ocasión un retrato sociológico de aquellos años, aunque de manera tangencial los cambios que se dan en la sociedad española conforman las vidas de estos personajes, especialmente de Elías y Daniel, jóvenes educados ya en las costumbres y los valores morales de la transición.
El modelo elegido por Martínez de Pisón son las familias desdichadas, pues, siguiendo a Tolstói, ahí es más fácil encontrar el drama y la literatura. Por eso, el matrimonio entre Mercedes y Samuel es fuente constante de encontronazos, motivados sobre todo por el egoísmo de Mercedes y los desvaríos de Samuel. Miriam es una mujer pusilánime que vive un matrimonio tranquilo y más bien soso hasta que se deshace por la desidia y los engaños del marido. Sus hijos llevan una vida acomodaticia, sin responsabilidades, Elías dedicado al teatro universitario y Daniel a sus constantes fiestas y juergas. Ningún personaje tiene fuertes convicciones morales, ni sociales, ni políticas, ni religiosas. Todos se adaptan a la escala de valores que marcan el presente y sus caprichos y necesidades. Samuel intensifica al final de su vida su fe en el judaísmo, pero más como un acontecimiento social. Elías es el único que tiene alguna inquietud religiosa en su adolescencia, pero su religiosidad es enfermiza y delirante. La evolución del argumento, sobre todo en lo que se refiere a Miriam, indaga en el peso de la memoria y en la necesidad de encontrar un sitio seguro en el mundo. Para Miriam, ese sitio es Melilla, como para su madre lo fue Zaragoza. Su padre, siguiendo la tradición judía, no dejó de ser a su manera un nuevo desterrado.
Tanto el estilo como la propia concepción de la novela es muy realista, con una obsesión por crear personajes reales y verosímiles. De manera concisa pero morosa, se describen multitud de pasajes cotidianos con los que el autor quiere reproducir con fidelidad la vida de aquella España. Sin embargo, la obsesión por este realismo intrascendente ahoga en muchos momentos el interés y el pulso narrativo, pues pocos son los sucesos que destaquen de manera más continuada e intensa, salvo algunos esporádicos, como la ajetreada vida de Samuel, algunas infidelidades, el famoso incendio del hotel Corona de Zaragoza, el devenir de los negocios familiares y la inestabilidad emocional de Miriam. De hecho, la novela pierde fuelle cuando la familia abandona Melilla y también cuando desaparece de la escena Samuel, el personaje con diferencia más sobresaliente de una novela bien escrita y estructurada, ambiciosa en su planteamiento que, en su desarrollo, adolece de un fácil pesimismo y de un escaso ritmo narrativo.


La buena reputación
Ignacio Martínez de Pisón
Seix Barral. Barcelona (2014)
640 págs. 21,90 €. (papel) 12,99 €. (digital).

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