jueves, 1 de noviembre de 2012

“El árbol del paraíso”, de José Joaquín Iriarte

 


Experimentado periodista, José Joaquín Iriarte (1937) publica su primera novela, El árbol del paraíso, donde se mezclan recuerdos biográficos, experiencias personales, análisis periodísticos e históricos con un argumento basado en la reconciliación, el amor y la amistad. La novela transcurre en Lodosa, pueblo navarro del que es natural el autor, desde la década de los 50 hasta inicios de los 80 del siglo pasado. La Guerra Civil y sus consecuencias son el ingrediente principal, pues los protagonistas viven condicionados por hechos sucedidos durante la Guerra o tienen que hacer frente a la división incluso familiar entre vencedores y vencidos que parece haberse instalado en la sociedad española durante el franquismo.

El autor no comparte, sin embargo, el maniqueísmo tan presente en las historias y novelas que se han escrito sobre la Guerra Civil y la posguerra, lo que ha permitido la fijación de cómodos clichés y estereotipos de los que resulta difícil escaparse, más que nada porque la división entre buenos y malos simplifica mucho las cosas y contribuye al melodrama y a una epidérmica emotividad. Como escribe el autor en el epílogo, “he manejado abundante documentación extraída de publicaciones periódicas y libros de historia. Y cada vez que me acerco a la verdad subjetiva que contiene, mi actitud es de progresiva cautela, y, al mismo tiempo, de una cierta esperanza de que, ¡por fin!, se publique una historia objetiva, un relato exacto y comprobado, sin adherencias de parcialidad o de sectarismo”.

Los protagonistas de esta novela son Montxo, Pedro y Arantxa, que proceden de tres familias de Navarra marcadas por la Guerra Civil. La historia familiar de Montxo está repleta de tragedias familiares que salpican incuso a sus padres, muertos después de la Guerra por su pertenencia a los maquis. Pedro, el hijo del médico de Lodosa, disfruta de una cómoda posición y también quiere dedicarse a la medicina. Arantxa es una joven con muchas inquietudes que, por la cerrazón de su familia, sobre todo de su madre, ha tenido que abandonar los estudios para dedicarse a las tareas del hogar. Montxo y Pedro se conocen en un hotel de los montes de Urbasa, a donde han ido a recuperarse de la tuberculosis. Entre los dos, a pesar de algunos encontronazos, surge una auténtica y profunda amistad que, junto con la figura de Arantxa , será el principal motor de una novela que recoge muy bien el ambiente de la época.

Como telón de fondo, la realidad española de aquellos años, que el autor describe al detalle y no sólo en los aspectos externos. Iriarte habla de las rencillas familiares, los odios, los celos, las mentiras institucionalizadas, la falta de comprensión; y también de la otra cara de la moneda: del esfuerzo de muchas personas por construir una sociedad más justa y más humana que supere esas divisiones. Los personajes de la novela quieren así aportar su grano de arena para que la vida en Navarra aparque estos estériles enfrentamientos.

Además, la novela tiene un ingrediente humano muy meritorio, pues tanto las peripecias de los protagonistas como el estilo del autor van encaminados a reflejar con realismo la vida cotidiana de unos protagonistas que se sirven de sus cicatrices para apostar por la reconciliación.

El árbol del paraíso
José Joaquín Iriarte
Eunate. Pamplona (2012)
252 págs. 18 €.

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