¡Boom! es la
primera novela que se publica en castellano desde que se concediera
en 2012 el Nobel de Literatura al escritor chino Mo Yan. La novela es
de 2003 y se publica ahora en una traducción directa del chino. El
año pasado, en Seix Barral, se publicó Cambios, un breve y sencillo texto
memorialístico donde Mo Yan recordaba algunos sucesos de su vida y
su iniciación como escritor.
¡Boom! contiene
todos los rasgos que la Academia sueca resaltó de la literatura del
autor de Sorgo rojo: “con una mezcla de fantasía y
realidad, de perspectiva histórica y social, Mo Yan ha creado un
mundo que en su complejidad recuerda a los de escritores como William
Faulkner y Gabriel García Márquez, tomando al mismo tiempo como
punto de partida la tradición literaria china y la cultura narrativa
popular”.
Sus
novelas, también ¡Booom!, están ambientadas en un mundo
rural primitivo, con enormes dificultades de todo tipo para salir
adelante. En este contexto incluye en sus narraciones elementos de la
tradición china, repleta de alegorías y de relatos orales, y la
mezcla de lirismo y tremendismo, que a veces aparece de manera
desorbitada.
Para
entender su literatura, resulta interesante el prólogo de este
libro. En él, Mo Yan explica la función de la misericordia en sus
obras, una misericordia anclada en la tradición china y alejada de
los cánones occidentales y que se sustenta en una compleja visión
de la condición humana donde también están presentes la crueldad y
la fealdad. “En este mundo –escribe Mo Yan- no sólo hay pájaros
y ovejas; en la novela no debe haber únicamente personas buenas”.
También reivindica en el prólogo un tipo de novela que no esquiva
la dificultad. “La novela no (...) debe reducir su tamaño
–escribe- para satisfacer a un cierto grupo de lectores, ni perder
la densidad ni reducir la dificultad. Necesita que sea larga, densa y
difícil”.
También comenta más
rasgos de su novelística el epílogo, titulado La narración lo
es todo. Mo Yan señala El tambor de hojalata, de Günter
Grass, como la principal influencia de su libro. Aunque para Mo Yan,
el argumento no debe ser lo más relevante porque su objetivo es “la
narración, el tema es la narración y la narración es la
construcción de ideas”. El narrador de¡Boom! es Xiatong
Luo, un joven de unos veinte años que en su “verborrea” hace
posible que lo “irreal” se convierta en “real”.
Este joven ha decidido
hacerse monje budista a las órdenes del Monje Lan, monje que habita
en el Templo Wutong de una pequeña localidad campesina donde
transcurren los hechos (y buena parte de la literatura de Mo Yan).
Xiatong necesita contar al monje su vida hasta ese momento, sobre
todo su infancia hasta los doce años, pues a partir de esa edad hay
muy pocas referencias en su relato. En la narración se alternan el
pasado, su vida con sus padres en el Pueblo de la Matanza, la parte
más extensa de la novela, y el presente, con Xiatong recluido en el
Templo, con el monje como único oyente de su historia, a la vez que
aparecen en el templo diferentes personajes que interrumpen su
relato.
La historia de su
infancia hasta que abandona el Pueblo de la Matanza es el argumento
principal y lo más interesante de este libro. Se trata de un pueblo
que ha abandonado todas las actividades agrícolas para transformarse
en un ilegal matadero que hace negocio con la venta de carne de los
animales. Xiatong vive obsesionado con la carne: solo piensa en comer
carne, la única meta en su vida. En el pueblo destaca el señor Lan,
al alcalde, quien controla todas las actividades, tanto las legales
como las ilegales. El padre de Xiatong, Tong Luo, siempre está
enfrentado al señor Lan, con quien compite hasta por sus amantes.
Con una de ellas, Tía Burrita, se escapa el padre de Xiatong y
desaparece del pueblo.
Durante
los años de ausencia, su madre trabaja duro para sacar la familia
adelante y enriquecerse. En ese periodo, no prueba la carne, con la
que sueña todos los días, y por eso añora a su padre, que regresa
cinco años después con una hija pequeña, tras el fallecimiento de
su amante. Su llegada coincide con la desaparición de las desdichas
en la familia y, apoyados por el señor Lan, viven unos años de
esplendor. El señor Lan los ha convertido en responsables del
negocio de carne de todo el pueblo. Pero el enfrentamiento latente de
Tong con el señor Lan se mantiene y acabará por estallar.
Xiatong es el obsesivo
narrador de una historia desmesurada con la que el autor ejemplifica
los cambios que se han dado en las últimas décadas en China, con la
radical transformación de la escala de valores del mundo campesino y
la irrupción a todos los niveles de un capitalismo enfermizo y
contagioso. Si al principio Xiatong ve el mundo con la mirada cercana
y egoísta de los niños, tras el regreso del padre gana en madurez y
autonomía, y sus juicios y valoraciones llevan una mezcla de
orgullo, prepotencia y de una “lógica perversa”. Y es que
Xiatong es lo que sus vecinos laman un niño boom, niños que
están constantemente mintiendo y alardeando de lo que saben y pueden
hacer.
La narración está
repleta de elementos que pueden chocar al lector occidental. En
primer lugar, las escenas sanguinarias sobre las matanzas de todo
tipo de animales: vacas, cerdos, avestruces, camellos, caballos y
hasta perros y gatos, convertidos en apreciados platos gastronómicos.
Además, el negocio ilegal del Pueblo de la Matanza se basa
precisamente en inyectar agua en la carne para que pese más y para
que mantenga una imagen que no se corresponde con la realidad. Hay,
también, sus dosis de erotismo cuando Xiatong vive en el Templo
Wutong, con constantes referencias sexuales y fantásticas.
Desde
el punto de vista narrativo, merece destacarse el mundo alegórico y
onírico que aparece en muchos pasajes, la mayoría de ellos en la
narración del presente, donde hay una constante mezcla de lo irreal
y lo real. Estos pasajes, intermitentes, acaban por trasladarse
también al relato de la infancia de Xiatong.
Novela, pues, “larga,
densa y difícil”, nada complaciente con los lectores, que es una
buena muestra del exigente trabajo narrativo de Mo Yan. Hay muchos
pasajes realistas y populares, personajes entrañables y
extravagantes, historias legendarias y exóticas, y un realismo
“alucinatorio”. La China de Mo Yan procede de su realidad, de su
infancia, de sus recuerdos, que son transformados por la fuerza de la
imaginación.
¡Boom!
Mo YanKailas. Madrid (2013)
509 págs. 22,90 €.
Traducción: Yifan Li.