sábado, 4 de mayo de 2019

"Hablando claro", de José Luis García Martín


En 1989, con el volumen Días de 1989, José Luis García Martín (1950) estrenó un diario que lleva publicando desde entonces todos los años y que aparece también semanalmente en un periódico asturiano y algunas entradas en su blog “Café Arcadia”. El autor es poeta, crítico literario, profesor universitario y director de la revista literaria Clarín. De todo esto, y de su intimidad, habla en estos diarios, plagados de referencias literarias a sus lecturas y a sus opiniones de la actualidad literaria. En esta ocasión, el diario transcurre desde agosto de 2017 a junio de 2018. En esos meses, la actualidad política en España tuvo que ver con la conflictiva vida política que se vivió en Cataluña y que afectó a toda España. Son constantes en esta ocasión las valoraciones que hace el autor de estos hechos, de los que se posiciona defendiendo el referéndum de autodeterminación en Cataluña y la política del Partido Socialista de Pedro Sánchez de no alcanzar ningún acuerdo con el Partido Popular. No es lo más importante de este diario, pero mucho más que en otros José Luis García Martín manifiesta con una evidente claridad sus opiniones políticas.
 El título de este volumen define bien las intenciones estéticas y literarias de este diario: hablar claro, sin componendas, sin ocultarse, decir abiertamente lo que se piensa sobre cuestiones espinosas (políticas y sociales), sobre la actualidad literaria y hasta de religión (”siempre me ha interesado mucho el absurdo razonado de la teología”). Como escribe José Manuel Benítez en el prólogo, vuelve a aparecer el García Martín aparentemente misántropo y solitario, sus ambiguas cuitas amorosas, su labor como crítico literario, sus clases en la Universidad, sus inquietudes estéticas, sus amigos y sus tertulias literarias, sus sentimientos, algunos viajes a Portugal (Chaves, Ovar, Espinho, Aveiro, Coimbra), Italia, Bulgaria… y también incluye aforismos y alguna composición poética. “No hay apenas mención a obligaciones y compromisos familiares o a rutinas hogareñas”. Y mantiene la que es una constante en sus diarios: la afición a los relatos de fantasmas, que incluye narrativamente modificando la realidad de algunas entradas. García Martín reside desde hace 40 años en Oviedo.
“Lo mío –escribe García Martín- no es el arte de agradar, sino más bien el de tocar las narices y no dejar a nadie indiferente”. Y lo consigue. No le tiembla el pulso a la hora de criticar los diarios de Iñaki Uriarte, tan celebrados últimamente, o los artículos de Javier Marías, o las opiniones de una especialista en la "literatura del yo" como Anna Caballé a propósito de la edición de los diarios de los Goncourt. Califica a Pérez-Reverte como “novelista populachero, un guionista de tebeos y películas de serie B”. Habla mucho de poesía, su especialidad, y critica duramente la profusión y corrupción de premios literarios, sobre todo oficiales. Y de librerías: “Primero, cuando no tenía dinero para comprar libros, mi casa fueron las bibliotecas públicas; luego, las bibliotecas y las librerías. No todas. Hay algunas frías y distantes, funcionariales, en las que solo se entra para pedir un libro concreto. En las que yo prefiero, se entra también para pasar el rato, para estar a gusto, aunque luego siempre salga uno con algún libro que le estaba esperando y que ni siquiera sabía que existía”.
También habla de actividad como crítico literario (“objetiva con los enemigos y lo más implacable que puedo con mis amigos") y de su faceta como escritor: “soy el escritor más y menos profesional del mundo. Escribo solo por encargo y para publicar, pero jamás he escrito una línea por dinero”. Y son constantes las referencias a su manera de ser, que condiciona las páginas de este diario: “Soy de los que piensan que, mientras yo no deje de quererme, nada está perdido”. 
Al igual que otros autores de diarios españoles (Andrés Trapiello, Iñaki Uriarte, Marcos Ordóñez, José Jiménez Lozano, Enrique García-Máiquez, Gabriel Insausti…), estos diarios no son una actividad literaria secundaria para García Martín sino que en ellos desarrolla su alto concepto de la literatura. Con su ya previsibles sarcasmo, con su actitud mordaz y cínica, con sus opiniones contundentes sobre casi todo, con su acusada sinceridad, ha fraguado el autor un atrayente personaje, culto y maniático, que se mueve en el género de los diarios como pez en el agua.


Hablando claro
José Luis García Martín
Renacimiento. Sevilla (2019)
320 págs. 17,90 €.

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