domingo, 26 de agosto de 2012

Selección de lecturas Verano 2012

Ahora que casi está a punto de acabar el verano es, quizás, el momento más apropiado para leer alguno de esos libros que hemos metido en la maleta y que, al final, como pasa casi siempre, ni siquiera hemos empezado. Suele pasar. Al principio del verano todo el mundo mete en la maleta una lista de libros para el verano. La experiencia demuestra muchas veces que luego nadie lee nada. Por eso, ahora puede ser el momento de dedicar algo de tiempo a la lectura. Propongo una lista de libros que se sale del guión de lo más comercial.


Christopher Morley, La librería ambulante. Helen McGill es una mujer que ronda los 40 años, soltera, que ha llevado una vida bastante monótona, primero como institutriz y los últimos 15 años, con su hermano Andrew, sacando adelante una pequeña granja familiar. Pero las cosas cambian de golpe cuando aparece Roger Mifflin, un librero ambulante que quiere vender su carromato. En un arrebato, Helen compra la librería, pues atisba que detrás de esa decisión se encuentra quizás la última oportunidad para abandonar la vida que lleva. Helen abandona la granja y recorre algunos pueblos con Roger, quien le explica cómo hay que vender libros y hablar de ellos. Andrew, el hermano, no acepta la huida de su hermana y hará todo lo posible para que vuelva. (Periférica. 184 págs. 16,75 €.).


Kenneth Grahame, La edad de oro. Este escritor escocés (1859-1932) es conocido sobre todo por El viento en los sauces (1908), una obra maestra de la literatura juvenil. La edad de oro es anterior, de 1895. En primera persona, se cuentan retazos de la infancia del narrador en una zona rural y de sus hermanos, huérfanos, que viven con unos tíos. El tema permanente es el contraste entre la vida de las personas mayores y la de los niños. Este contraste marca el tono del libro, irónico y lleno de toques de humor, aunque los protagonistas son conscientes, por otra parte, de que es una época que se les terminará pronto. (Rialp. 143 págs. 13 €.).

Philippe Pozzo di Borgo, Intocable. Este libro, famoso por su reciente versión cinematográfica, es la autobiografía de este aristócrata francés, que quedó tetrapléjico. El relato consta de dos partes claramente diferenciadas. En la primera, tras una vida llena de lujos, Philippe conoce a Beatrice, quien acaba siendo su mujer. Muy deportista, el autor sufre el accidente que cambiará su vida. Desde ese momento, la autobiografía deja de ser una frívola crónica familiar, donde lo más importante no es su dolor sino la influencia de Beatrice, ella también enferma de gravedad. La fe cristiana que transmite a su marido le ayuda a recuperar la esperanza. En la segunda parte se narran las relaciones entre Philippe y Abdel, su cuidador inmigrante. Estas páginas, que son las que han inspirado la película, resultan menos ágiles e interesantes, aunque tienen momentos cómicos e irónicos. (Anagrama. 224 págs. 17,50 €.).

D. E. Stevenson, El libro de la señorita Buncle. Años 30 del pasado siglo. Silverstream es un pueblecito inglés chismoso y apacible, que vive muy pendiente de sus propios asuntos. De repente un suceso va a remover para siempre la placidez de sus gentes: la señorita Buncle ("una cuarentona flacucha y sin estilo") escribe una novela inspirada en sus vecinos, donde todos pueden reconocerse sin dificultad. El libro actúa a modo de espejo y todos pueden saber cómo les ven los demás. Esto inspirará conductas audaces, resolverá situaciones románticas, o reconducirá vidas familiares anodinas. La escocesa Dorothy Emile Stevenson (1892-1973) publicó con éxito esta novela en 1934. El planteamiento es original, el desarrollo atractivo e interesante y el estilo apropiado y culto. (Alba. 378 págs. 22 €.).

Beryl Markham, Al oeste con la noche. La autora vivió desde los cuatro años en una granja cerca del valle del Rift, donde permaneció hasta 1936, año en el que finalizan estos recuerdos. El libro contiene recuerdos y evocaciones de África por parte de una mujer identificada plenamente con la vida en aquellas tierras. Beryl comparte amistades, juegos y vivencias con los nandi, kavirondo, masai y kikuyus. Pronto se dedica a entrenar caballos, actividad en la que alcanzó un gran prestigio. Su otra gran pasión fue la aviación. (Libros del Asteroide. 314 págs. 21,95 €.).

Jean Echenoz, Relámpagos. Breve obra inspirada en la vida del inventor Nikola Taslo (1856-1943). No es en propiedad ni una novela ni una biografía sino una “ficción biográfica” de un personaje extraordinario y genial, que compagina una intensísima y enfermiza actividad creativa, riquísima en inventos, con un errático y extraño desenvolvimiento social y personal. Se trata de una fábula ágil, interesante, contada de una manera singular –comedida en sus ingredientes literarios-, que acerca al lector una vida marcada por la genialidad, la hiperactividad y sus consecuencias psicopatológicas. (Anagrama. 149 págs. 15,90 €.).

Edmund Crispin, La juguetería errante. La acción de esta novela protagonizada por el excéntrico profesor y detective aficionado Gervasio Fen transcurre en Oxford, a donde se traslada el poeta Richard Cadogan para descansar de la vida sedentaria que lleva en Londres. Tras un accidentado viaje, se encuentra con una sospechosa tienda de juguetes y, dentro, con una mujer muerta. Este es el detonante de un misterio que, para resolverlo, necesitará de la ayuda de Gervasio Fen. Los dos inician una investigación que pronto les pone en el disparadero de un misterioso caso que tiene que ver con un esperpéntico testamento, una anciana millonaria muerta y una mujer asesinada (Impedimenta. 320 págs. 22,20 €.).

Ota Pavel, Cómo llegué a conocer a los peces. Ota Pavel (1930-1973) es un conocido periodista deportivo y escritor checo. Murió joven, pero dejó unos cuantos libros muy biográficos inspirados en su pasión por el deporte, de manera especial por la pesca, el hilo conductor de los relatos que forman parte del que fue su último libro. Todos tienen una base biográfica, y en ellos, desde diferentes perspectivas y tiempos, aborda su entusiasta dedicación a la pesca y su amor por la naturaleza. Pero además de describir la irresistible práctica de la pesca en diferentes ríos, lagos y circunstancias, hay también un contenido familiar y social. Pavel es un escritor que se encuentra cómodo con la cultura popular y con el habla sencilla de las gentes; por eso, sus relatos derrochan una cordial humanidad. (Sajalín. 208 págs. 16,50 €.)

Kyung-Sook Shin, Por favor cuida de mamá. Primera novela que se publica en España de esta autora coreana. La protagonista es Park So-nyo, una mujer de casi setenta años con demencia senil, que ha vivido siempre en el campo y que, yendo con su marido a Seúl, se pierde en el metro. Su marido y sus hijos hacen todos los esfuerzos para encontrarla, pero no lo consiguen. A partir de aquí, se armoniza un coro de voces que evoca la figura de la madre, descubriéndose innumerables detalles que ponen a Park So-nyo, analfabeta y aparentemente insignificante, como fundamental punto de referencia de la vida de todos. (Grijalbo, 236 págs. 16,90 €.

Tim O’Brien, Las cosas que llevaban los hombres que lucharon. Dentro de su colección “Otra vuelta de tuerca” recupera Anagrama este libro que ya había publicado en 1993 y que con el paso del tiempo se ha convertido en uno de los mejores libros que narran la guerra de Vietnam. Su autor combatió en ella a finales de la década de los 60. Veinte años después, decide reconstruir literariamente su dramática experiencia en este libro, a caballo entre la novela, el libro de relatos y unas memorias. Los sucesos que se cuentan proceden de la experiencia personal del autor, tanto de su etapa como soldado como de la relación que mantuvo años después con sus compañeros. (Anagrama. 266 págs. 19 €.).

Robertson Davies, Levadura de malicia. Davies (1913-1995) publicó en 1951 A merced de la tempestad, con la que iniciaba la primera de sus trilogías, la de Salterton. Levadura de malicia, de 1954, es la segunda novela de esta trilogía. Comienza su trama con la publicación en el periódico local del falso anuncio de boda entre Solly Bridgtower y Pearl Vambrace. Este suceso dispara un conjunto de reacciones y rumores que sirven para describir la vida en esta inventada ciudad canadiense a mediados de los cincuenta. Lo interesante es cómo Davies describe y retrata aquella sociedad, sus manías, la obsesión por las apariencias, los rumores, las relaciones sociales, etc. También se ha publicado la tercera parte, Una mezcla de flaquezas, de 1958. Las tres mantienen una misma ambientación y personajes, aunque son independientes. (Libros del Asteroide. 320 págs. 21,95 €.).

Lev Tolstói, La felicidad conyugal. Publicada en 1858, esta novela de Tolstói (1828-1910) es una de las más reeditadas de su literatura. En ella se relata el proceso de enamoramiento, boda y posterior vida matrimonial de una joven de la nobleza rural rusa con el administrador de su patrimonio, un hombre bastante más mayor que ella. La diferencia de edad no es lo más singular de la novela, pues era frecuente en los matrimonios rusos del siglo XIX. Tras el matrimonio vienen los miedos, celos, tensiones y malentendidos en la vida matrimonial, un periodo duro y complejo provocado sobre todo por la actitud superficial de Masha. (Acantilado. 176 págs. 11 €.).

Sally Salminen, Katrina. Novela publicada en 1936, la mejor de su autora, basada en un personaje, Katrina, desde que se traslada de Österbotten, en el golfo de Botnia, al archipiélago de Aland –al casarse con Johan, un marinero un tanto ingenuo–, hasta el final de su larga vida, llena de vicisitudes, que afronta con honradez y dignidad. Junto a la trama lineal, con un ritmo bien dosificado, destaca la magnífica ambientación del archipiélago, las tareas agrícolas, la vida social con sus peculiaridades y costumbres: pequeñas rencillas, pero también comportamientos solidarios, porque se trata de una sociedad asentada en principios cristianos. (Palabra. 526 págs. 23 €.).

Irène Némirovsky, El vino de la soledad. Al igual que ya hiciera en David Golder y El baile, vuelve a utilizar la autora rusa su propia biografía como marco para una novela que transmite una visión desencantada de la vida familiar. La joven Elena es hija de un banquero y de una mujer egoísta que sólo vive para sus placeres y sus amantes. Elena recibe únicamente un tímido cariño de su institutriz. Desde los 8 hasta los 21 años, los que abarca la novela, y con el telón de fondo de los viajes familiares desde Rusia hasta Francia, se describe cómo Elena alimenta un progresivo odio hacia su insensible y narcisista madre. (Salamandra. 224 págs. 15 €.).

Abel Hernández, Leyendas de la Alcarama. Tercer libro del autor sobre las tierras de Soria en las que nació. En Historias de la Alcarama y en El caballo de cartón se trataba de recuerdos de unos parajes que el éxodo del campo a la ciudad ha dejado vacíos. En esta tercera entrega, al hilo de una historia de amor entre el hijo de un buhonero y la hija de un adinerado ganadero, introduce leyendas, historias que se transmiten de generación en generación; y añade la descripción de usos ancestrales sobre las faenas del campo, el pastoreo... (Gadir. 197 págs. 17 €.).

Anthony Berkeley, El caso de los bombones envenenados. Berkeley (1893-1971) fue uno de los grandes escritores de novelas de intriga ingleses. Su creación más original fueron las novelas protagonizadas por el detective Roger Sheringham. En esta nueva aventura, Sheringham es el presidente electo del llamado Círculo del Crimen, integrado por seis investigadores aficionados. La novela comienza cuando el inspector jefe de Scotland Yard les pide ayuda para resolver un caso. Una vez conocidos los pormenores, Sheringham les propone que investiguen por su cuenta y les emplaza dentro de una semana para que cada uno aporte su solución. (Lumen. 254 págs. 19,90 €.).

Petros Márkaris, Con el agua al cuello. Quinta novela que se publica de este autor griego, todas con el mismo protagonista: el comisario Kostas Jaritos. La vida familiar del comisario es uno de los ingredientes fundamentales que, además, se entrelaza con la resolución del caso. En esta última entrega, todo es muy actual: estamos en plena crisis económica griega y los ciudadanos están sufriendo las consecuencias de los recortes. En medio de todo esto, Jaritos tiene que resolver una serie de asesinatos. (Tusquets. 322 págs. 19 €.).

Borja Martínez-Echevarría, El bufete. El autor, abogado y periodista, ha conseguido el Premio Abogados 2012. En ella se describe el interior de los grandes bufetes y de las grandes empresas con un afán de lucro desmedido y sin escrúpulos para nada. La novela está dividida en dos partes bien diferenciadas: en los primeros capítulos se presenta a los personajes tanto del mundo jurídico como periodístico y empresarial; la segunda desarrolla el entramado de una OPA hostil que realiza una empresa multinacional contra la petrolera más poderosa de España. Con un buen ritmo narrativo, con mucha acción y velocidad, la novela se mantiene en la línea de que sean los lectores los que saquen sus propias conclusiones. (Martínez Roca. 316 págs. 19,50 €.).

Thomas Wolfe, El niño perdido. Relato corto acerca de Grover, un hermano del autor que falleció en 1904, antes de cumplir los doce años. La novela contiene los temas característicos de la narrativa de Wolfe: la nostalgia indefinible de cosas inalcanzables, los deseos que se vuelven imposibles y resultan dolorosos con el paso del tiempo… Además, revela la capacidad estilística del autor para dejar constancia de la inmensidad de Norteamérica, un mundo que presenta como familiar e inabarcable al mismo tiempo, y habitado por hombres insatisfechos. (Periférica. 93 págs. 15,5 €.).

José Mauro de Vasconcelos, Mi planta de naranja lima. En una nueva editorial y con otra traducción, se publica una obra que poco a poco se ha convertido en un clásico contemporáneo. En ella se cuenta la historia de Zezé, un niño de cinco años, de inteligencia precoz, muy imaginativo, pero incomprendido. Entre sus amistades ocupa el primer lugar Minguinho, su inseparable planta de naranja-lima, confidente de sus juegos, alegrías y desdichas. Pero es con el relato de su amistad con el Portugués, un señor mayor que se convierte en su mejor amigo, cuando el libro alcanza sus mejores páginas de simpatía y de lirismo. (Libros del Asteroide. 208 págs. 13,95 €.).

Ivan Doig, Una temporada para silbar. Paul Milliron, Superintendente de Instrucción Pública en Montana en los años 50, revive su vida en la pequeña aldea de Marias Coulee, en 1909, cuando cumple trece años. Paul es el mayor de los tres hijos que tiene Oliver, un granjero que se ha quedado viudo. Junto con Rose, la nueva ama de llaves, llega Morris, su hermano, que acabará siendo el maestro de la escuela rural. La novela es un homenaje a la entrega de muchos maestros de estas escuelas. Pero hay más. Doig describe con ternura los sentimientos más profundos de unos entrañables personajes. (Libros del Asteroide. 360 págs. 21,95 €.).

Charles Dickens, David Copperfield. Con motivo de la celebración del bicentenario del nacimiento de Dickens (1812-1870) se han multiplicado las iniciativas editoriales para volver a leer a uno de los grandes autores de la literatura universal. Sin embargo, a diferencia de lo que sucede con otros autores, no es un autor que necesite reivindicarse, pues sus libros son frecuentemente editados. Así sucede con David Copperfield, una de sus obras más conocidas. En ella encontramos lo mejor de Dickens: su habilidad para narrar, la creación de personajes entrañables, su sentido de la denuncia y de la crítica social, la variedad de sus novelas-río (publicadas por entregas, con los recursos de rigor), la verosimilitud de los lugares donde transcurre la novela y su impresionante fresco social y moral de la sociedad de su tiempo. (Austral. 1.086 págs. 11,95 €.).

Stella Gibbons, Westwood. Gibbon (1902-1989) es conocida en España por el éxito de La hija de Robert Poste, una novela en clave cómica sobre la vida en el campo inglés. Westwood transcurre en el Londres bombardeado de la II Guerra Mundial y cuenta la historia de Margaret Steggles. Su monótona vida cambia cuando conoce a dos familias de artistas que viven en la mansión de Westwood. Al entablar relación con ellas, Margaret entra en contacto de golpe con el mundo bohemio y artístico, mundo que colma sus aspiraciones y sus deseos de belleza. No se trata de una novela simplona y sentimentaloide. Gibbons sabe penetrar a fondo en un alma delicada, incomprendida por su familia y que necesita expresarse, aunque esto lleve a la protagonista a explorar caminos desconocidos y peligrosos, y a equivocarse más de una vez. (Impedimenta. 460 págs. 27,95 €.).

Manuel Chaves Nogales, La vuelta a Europa en avión. Tras La defensa de Madrid y Crónicas de la Guerra Civil, publicados hace unos meses, se edita uno de sus libros más famosos, La vuelta a Europa en avión, de 1929, que tiene como subtítulo “Un pequeño burgués en la Rusia roja”. El gran tema del libro es la visita a la Rusia comunista, país que despertaba en aquellos años una especial atracción política y social. Chaves no oculta sus simpatías por algunos de los efectos de la Revolución. Sin embargo, Chaves, un periodista agudo, perspicaz, inquieto e inconformista, no acaba de creerse ni lo que ve ni lo que le cuentan. En sus indagaciones comprueba que “el hombre, por el hecho de serlo, no tiene ningún derecho, su libertad y su vida están a merced de la GPU”. (Libros del Asteroide. 288 págs. 18,95 €.).

Ernesto Escapa, Corazón de roble. Elaborado libro de viajes escrito por uno de los mejores conocedores de las tierras que describe. Escapa toma como punto de referencia el río Duero, “corazón de roble”, y acompaña su recorrido desde su nacimiento en los Picos de Urbión hasta su desembocadura en la ciudad portuguesa de Oporto. Entre medias, un apasionante recorrido por las provincias de Castilla y León y por las que recorre el Douro en Portugal. El libro contiene de todo: literatura, arte, arquitectura, gastronomía... (Gadir. 468 págs. 21,50 €.).

Marcella Olschki, Una postal de 1939. “Nuestros recuerdos de estudiantes –escribe Olschki (1921-2001)- están escritos sobre una gran página cándida y luminosa tal y como era nuestra vida de entonces, y cada episodio resalta en nuestra memoria como si hubiese sido escrito en ella con letras de colores y brillantes”. Estas palabras explican el tono y el contenido de este libro de recuerdos de la autora, cuando está a punto de incorporarse a la vida universitaria. Marcella habla de la vida escolar, de sus compañeros, de su primer amor, de sus profesores... Pero una anécdota se convierte en el centro del relato, cuando intenta saldar antiguas cuentas con un profesor fascista, despótico, cruel, inhumano... (Periférica. 108 págs. 15,50 €.).

Eudora Welty, La palabra heredada. En 1984, la autora impartió tres conferencias en la Universidad de Harvard que luego se reunieron en este volumen. En las tres, habla de su vida en Jackson (Mississippi) y de sus inicios como escritora. Las tres partes forman un brillante y emotivo libro de memorias que explica muy bien el mundo sureño en el que se crió la autora y que luego supo transmitir a su literatura sin las estridencias ni exageraciones de otros autores del Sur. (Impedimenta. 192 págs. 18,40 €.).

Enrique García-Máiquez, El pábilo vacilante. El autor publicó en 2009 Lo que ha llovido una selección de las entradas a su blog Rayos y truenos. Ahora se publica un nuevo volumen, que abarca desde 2008 hasta 2011. García-Máiquez transmite sus inquietudes literarias, existenciales y hasta espirituales. Todo tiene cabida: un comentario sobre sus clases en el Instituto, un libro que está leyendo, el descubrimiento de un autor, una cita deslumbrante, un pequeño poema, haikus, brillantes aforismos. Y pasajes más íntimos y familiares, como la muerte de su madre y el nacimiento de su primera hija. Todos estos sucesos los aborda el autor con naturalidad y confianza, convirtiendo a los lectores en confidentes de sus más secretos pensamientos. (Renacimiento. 256 págs. 18 €.).

Roy Lewis, Por qué me comí a mi padre. Inteligente y humorística obra basada en la vida de los hombres de las cavernas. El narrador es el antropoide Ernest, uno de los primeros pobladores conscientes de su propia individualidad. Ernest relata la vida de su singular familia, y en especial de su padre, el progresista Edward, quien con su actitud renovadora, se enfrentó a los hábitos de los hombres más monos, como su tío Vanya, todo un reaccionario recalcitrante. Los primeros experimentos los aplican en su propia familia. Luego vienen los irónicos momentos importantes, como el trabajoso descubrimiento del fuego, de la lanza, la cocina casera, el arte figurativo, el matrimonio moderno, el amor, el ocio... Lo mejor es el tono discursivo y filosófico y los deliberados anacronismos. (Contraseña. 192 págs. 16 €.).

Benoît Duteurtre, Atención al cliente. Publicada en 2003 en Francia, esta novela tiene el acierto de convertir en sátira un aspecto muy conocido. por desgracia, de las nuevas tecnologías: los habituales conflictos con el servicio de atención al cliente de las empresas de telefonía e Internet. El narrador “un cuarentón, soltero, en la cima de mi carrera profesional, persona que viajaba mucho y que llamaba muchísimo por teléfono sin preocuparse por el gasto”, pierde en un taxi su móvil de última generación. Comienza entonces una aventura para que el servicio de “atención al cliente” le dé una solución. La novela tiene un comienzo divertido y paródico, además de actual, por lo que resulta fácil identificarse con lo que le sucede al protagonista, aunque todo está convenientemente exagerado. Lo difícil es mantener la tensión y el interés, porque las situaciones son reiterativas y los recursos humorísticos se repiten. (Funambulista. 132 págs. 10 €.).

Iván Goncharov, El mal del ímpetu. Publicado en 1938, este relato tiene mucho que ver con Oblómov, la novela que hizo famoso a su autor. En él se describe en clave cómica la enfermedad que aqueja a la familia Zurov, que les empuja, cuando llega el buen tiempo, a salir al campo a constantes excursiones para sacarle todo el jugo a la vida y a la naturaleza. En el otro extremo está Nikon Ustínovich, perezoso y glotón, que vive permanentemente en la cama. El relato es hilarante y está contado con un clima narrativo totalmente ruso. (Minúscula. 110 págs. 12,50 €.).

Santiago Posteguillo, Los asesinos del emperador. Tras el éxito de su trilogía sobre Escipión, Posteguillo da un salto de trescientos años en la historia del imperio romano y sitúa su novela en el último tercio del siglo I, con la llegada al poder de Trajano, primer emperador no nacido en Roma ni en Italia. Como en casi todos los libros sobre la antigüedad clásica romana, el verdadero protagonista es Roma. El autor ha estudiado a fondo todas las fuentes y cada episodio resulta verosímil. Estamos ante una novela amplísima, bien conducida, pero débil en su fuerza emocional. (Planeta. 850 págs. 23 €.).

Taylor Caldwell, La columna de hierro. Nueva edición, en formato de bolsillo, de la que quizás sea la mejor obra de la escritora Taylor Caldwell (1900-1985), autora también de Médico de cuerpos y almas, novela sobre la vida de San Lucas, también reeditada recientemente. Su argumento gira en torno a la figura del orador, político y escritor Marco Tulio Cicerón. La obra recorre la agitada, polifacética y apasionante vida de Cicerón, desde la época en que, como alumno, aprendió la cultura griega, hasta sus años como político y jurista. La autora recrea de manera impecable el ambiente de la Roma del primer siglo antes de Cristo.

José Joaquín Iriarte, El árbol del paraíso. Primera novela del autor en la que se mezclan recuerdos biográficos, análisis periodísticos e históricos con un argumento basado en el amor y la amistad. La novela transcurre en Lodosa, pueblo navarro del que es natural el autor, desde la década de los 50 hasta inicios de los 80 del siglo pasado. Los protagonistas son Montxo, Pedro y Arantxa, que proceden de tres familias de Navarra marcadas por la Guerra Civil. La profunda y auténtica amistad que surge entre Pedro y Montxo, en circunstancias muy especiales, junto con la figura de Arantxa, será el principal motor de una novela que recoge muy bien, sin fáciles maniqueísmos, el crispad y difícil ambiente de la época. (Eunate. 252 págs. 18 €.).

Gustav Herling-Grudzinski, Un mundo aparte. Nacido en Polonia en 1911, Herling luchó contra el nazismo pero fue apresado por los rusos y permaneció en un campo de trabajo de la región de Kargopol, entre 1940 y 1942. Herling cuenta con gran lucidez lo que vivió junto con otros presos políticos y comunes. Junto a la mención de estos hechos, durísimos, analiza las reacciones que suscitaban en los condenados y la conducta de los verdugos; y reflexiona sobre el poder, la libertad, la dignidad del hombre. (Libros del Asteroide. 360 págs. 22,95 €.).

Lajos Zihaly, El ángel del odio. Esta novela es un homenaje a la Hungría natal del autor, víctima tanto del nazismo como del comunismo. A través de la vida del protagonista, Mihály Ursi, astrónomo, idealista, emparentado, al casarse, con una de las familias de mayor rango del país, se narra la historia magiar desde 1939 a 1950, con abundantes referencias a los decenios anteriores y a otros momentos del pasado. Los hechos están muy bien contados, en un ambiente de tensión, de guerra, de lucha en la clandestinidad, de grandes cambios en la vida social y cultural. (Funambulista. 534 págs. 23,50 €.).

Hanna Krall, Rey de corazones. La autora de esta novela, nacida en Varsovia en 1935, de familia judía, se ha basado en hechos reales. Lo novedoso, si se compara con otras historias semejantes, está en que la epopeya que vive la protagonista, Izolda Regensberg, tiene un único objetivo: encontrar a su marido, capturado por los nazis. Para ella, otras cuestiones –patriotismo, sionismo, la guerra…– son totalmente secundarias. (Nocturna. 196 págs. 15 €.).

Wilkie Collins, Corazón y ciencia. Carmina es joven, huérfana y única heredera de la fortuna de su padre. Aunque italiana, debe viajar a Inglaterra y someterse a la tutela de su tía, la señora Gallilee. La vida en Londres es más llevadera gracias a sus primas María, la pequeña Zo y su primo Ovid, el hermano mayor de estas, afamado y prestigioso médico que se enamorará perdidamente de ella. Sin embargo, las ambiciones y envidias familiares terminarán por enrarecer el clima de familiar. Collins conjuga con acierto intriga, humor y personajes impactantes. El mismo reconoce en el prefacio que estas son las cualidades imprescindibles de una buena novela de ficción. (Funambulista. 488 págs. 29,95 €.).

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