Joydeep
Roy-Bhattacharya (India, 1971) suele escribir sobre asuntos bélicos del siglo
XXI con el telón de fondo de los clásicos griegos (en sus anteriores novelas se
ha inspirado en Sófocles y Esquilo). En su nueva novela se inspira en la
tragedia Antígona, de Sófocles, para
reflexionar sobre el sinsentido de la guerra y las cicatrices existenciales que
provoca.
La
guardia, publicada en 2012, está ambientada en la guerra de Afganistán. Un
grupo de soldados norteamericanos se encuentra desplazado en un cuartel próximo
a las montañas donde se esconden los talibanes. Ya han tenido varios
enfrentamientos, que se han saldado con muertos en los dos bandos.
El detonante de la novela es la
llegada de una joven pastuna, Nizam, a ese destacamento para reclamar a las
autoridades norteamericanas el cadáver de su hermano Yusuf para enterrarle
“según los principios de mi fe”. Desde bastante lejos, Nizam ha llegado hasta
allí en un pequeño carro con el que consigue desplazarse, pues perdió las
piernas por una bomba lanzada por los norteamericanos cuando regresaba de una boda.
En el atentado perdieron la vida la mayoría de sus familiares. Su hermano es un
reconocido héroe pastún, un muyehidin que lucha contra los americanos para
vengar a su familia. Los americanos, sin embargo, no quieren entregarle a Nizam
el cuerpo porque lo van a trasladar a la capital para que las autoridades lo
puedan “mostrar” como una victoria militar.
Ante la negativa y para seguir
reclamando su derecho (como la heroína de Antígona),
Nizam decide quedarse delante del cuartel, en un lugar inhóspito y árido, con
un calor asfixiante durante el día y una penetrante y fría niebla por la
noche. El paisaje es decepcionante, con las montañas como telón de fondo.
La larga espera de Nizam no deja
indiferente a nadie. Tal es así, que la vida entre los soldados y los mandos
norteamericanos sufre un colapso, pues tienen constantemente delante de ellos a
una víctima de “su” guerra, con una dramática historia personal a sus espaldas que
puede interpretarse como una parábola del sinsentido de la presencia americana
en aquellas tierras.
A partir de ese momento, cada
capítulo de la novela pasa a algunos de los personajes que intervienen en este
asunto: un médico, el capitán, un sargento, el intérprete tayiko… Todos aportan
diferentes perspectivas sobre el desarrollo de la guerra y la influencia en sus
vidas y en el resto de sus compañeros de las duras experiencias que están
viviendo. Lo que se cuenta tiene que ver con el presente –la lacerante
presencia de Nizam frente al acuartelamiento- y el pasado, pues se relatan
algunos episodios de sus vidas en Estados Unidos y justo antes de la llegada de
Nizam, cuando tuvo lugar el enfrentamiento armado con los talibanes.
El eco de la tragedia clásica añade
profundidad y originalidad a lo que se está contando, aunque muchos momentos
narrativos son los habituales de una guerra contada desde la perspectiva de quien
no encuentra explicación. Los personajes se desahogan, muestran en carne viva
sus pensamientos, sufren situaciones traumáticas, se sienten incomprendidos,
recuerdan, pasan el tiempo escuchando música y leyendo, amenazados
constantemente por un posible e inesperado ataque talibán. Sin embargo, la
silenciosa y contundente presencia de Nizam trastoca totalmente su escala de valores hasta plantearse
existencialmente el sentido de su misión militar, a la vez que se multiplican
sus dudas sobre la finalidad de una guerra donde todos son víctimas.
La
guardia
Joydeep Roy-Bhattacharya
Sexto Piso. Madrid (2017)
312 págs. 23,90 €
T.o.: The
Watch.
Traducción: Magdalena Palmer.