Inmersos ya de lleno en la avalancha informativa
y propagandística de la Feria del Libro de Madrid, con el ritual de
las firmas de autores, presentaciones, mesas redondas, actos, etc.,
me arriesgo a seleccionar, entre lo mucho editado y reseñado, diez
libros de los que se han publicado en los últimos meses que me han
gustado –a mí- especialmente. La selección es, por tanto,
personal, sin ningún afán de reflejar ningún escalafón, ni
tendencias, ni corrientes, ni nada. De casi todos estos libros, hay una reseña más amplia en este blog. Si queréis una lista con más
títulos, podéis consultar aquí mi selección del año 2012.
1.- Heda
Margolius Kovály, Bajo una estrella cruel. Las
memorias de la autora (Praga, 1919-2010) fueron escritas en 1973 y
comprenden desde 1941 hasta 1968, años en los que en la ciudad de
Praga sufre primero el terror nazi y luego el estalinista. De origen
judío y de familia culta y acomodada, Heda fue llevada con su
familia al gueto de Lodz, en Polonia, en la gran deportación judía
de Praga de 1941. Junto con otras amigas checas, logra huir y
regresar a Praga. Al final de la guerra, con la llegada del Partido
Comunista al poder, Heda se casa con Rudolf Margolius, un idealista
que cree en el comunismo y que acabará cayendo en desgracia en una
de las primeras purgas. Heda y su hijo pequeño sufrieron desde
entonces innumerables vejaciones por parte del régimen comunista.
(Libros el Asteroide. 272 págs. 17,95 €.).
2.- Will Schwalbe, El club de lectura
del final de tu vida. “Una de las cosas más bonitas que
tiene la literatura es que no sólo puedes conocer a alguien leyendo
sobre él sino leyendo los libros que le gustaban”, ha dicho el
autor en una entrevista sobre este libro-homenaje dedicado a su
madre, que falleció en 2009. Mary Anne, la madre, vivió y afrontó
la enfermedad con serenidad y optimismo, apoyada en su fuerte fe
cristiana, en el cariño de su familia y en su esmerada cultura. El
libro habla mucho de su madre y de sus intercambios de lecturas en un
particular club de lectura de dos. Cada libro da pie a comentarios
inteligentes y certeros y llevan a madre e hijo a recordar escenas de
una vida que saben que está acabándose. (RBA. 346 págs. 19 €.).
3.- Jesús Carrasco, Intemperie.
Novela sencilla, muy esquemática, esencial, la primera de este
autor. Es de esas novelas que más que explicar cosas se dedican a
sugerir y evocar. En ella se cuenta la huida de su casa y de su
pueblo de un niño. Al cabo de los días, se une a un anciano pastor
de cabras que recorre aquellas tierras soportando una aguda sequía.
El niño sigue huyendo, esquivando el contacto con las personas hasta
que uno de sus perseguidores, el alguacil, paree haber dado con su
pista. Novela que emplea un estilo desnudo, poético, tenue,
descarnado, a ratos violento y crudo. Su planteamiento recuerda algo
a Delibes, a Juan Rulfo, a Cormac McCarthy. El autor consigue tocar
la fibra de la humanidad. (Seix Barral. 224 págs. 16,50 €.).
4.- Ivan Doig, Verano en English
Creek. Como Una temporada para silbar, también
está ambientada en Montana. La acción contiene los recuerdos de Jim
McCaskill, quien recuerda el verano de 1939, cuando iba a cumplir 15
años. El argumento se basa en un encontronazo familiar del hermano
de Jick con sus padres. Pero ese suceso es solo la excusa para
describir las tareas a las que tienen que dedicarse los habitantes de
aquella zona donde su padre es Guardia Forestal. Junto con las
faenas, las celebraciones del Cuatro de Julio, la recogida del heno y
los trabajos para apagar un peligroso incendio. Doig cuenta todas
estas cosas con un cierto aroma a elegía de un tiempo y unas
tradiciones ya pasadas que quiere rescatar para que la memoria
colectiva no se olvide de ellas. (Libros del Asteroide. 490 págs.
22,95 €.).
5.- Natalia Sanmartín Fenollera, El
despertar de la señorita Prim. Prudencia Prim ha
decidido abandonar su absorbente empleo en una empresa para irse al
pueblo de San Ireneo de Arnois, contratada por el Hombre del Sillón
para que ponga orden en su extensa biblioteca. Poco a poco Prudencia
empieza a relacionarse con los habitantes del pueblo y a descubrir
las claves de su estilo de vida sencillo, alejado del ritmo de la
vida moderna y abierto a la religión. La señorita Prim se siente
muy atraída por el Hombre del Sillón, “un converso del
escepticismo”, con el que mantiene no pocas escaramuzas
dialécticas. Los métodos pedagógicos de este hombre, que se
encarga de la educación de cuatro pequeños sobrinos, dan lugar a
una aguda crítica de la enseñanza actual. Notable debut literario
de la autora, con una novela diferente y un argumento original que
cuestiona determinados valores de la cultura contemporánea y
reivindica la cultura clásica. (Planeta. 350 págs. 18,90 €.).
6.- Marcos Ordóñez, Un jardín
abandonado por los pájaros. A medio camino entre una
autobiografía y una novela de memorias, Ordóñez (1957) recuerda
con ternura y sentido del humor su infancia en Barcelona. Su
escritura es deliberadamente literaria, con un léxico cuidado y un
tono sosegado que tiene por tema asuntos cotidianos, pero que son la
sustancia de unas vidas, de su propia familia, aunque novelada. Sus
recuerdos son de una clase media optimista en una España de los 50.
Se recorren con el leitmotiv de la lengua catalana y sus refranes,
poemas o canciones. Ordóñez retrata una época y una clase social
que se entretenía con la cultura disponible, con los bares y
diversiones poco o nada sofisticadas. En su novela están
equilibrados personajes y ambientes, sucesos políticos y familiares,
con un toque inevitable de nostalgia. (El Aleph. 480 págs. 20 €.).
7.- Edoardo Nesi, La historia de mi
gente. No se trata propiamente de una novela, sino de
un libro memorialístico que mezcla los recuerdos literarios,
familiares y personales con la reflexión social y política sobre la
crisis actual. Todo ello con un hilo conductor: explicar el
desmoronamiento de la vida empresarial en Prato, ciudad italiana que
ha sufrido las consecuencias de la globalización. Nesi describe
desde dentro el progresivo hundimiento no solo de estas empresas
textiles sino de todo un estilo de vida. El gran acierto de este
relato es cómo el autor se identifica con el triste destino de sus
paisanos. (Salamandra. 160 págs. 9,50 €.).
8.- Wenguang Huang, El pequeño guardia
rojo. Residente en la actualidad en Estados Unidos,
Huang (1965) recuerda en estas memorias su vida en China durante más
de tres décadas. Aunque el autor hace una radiografía muy veraz de
lo que ha pasado en China a partir de la década de los 70, lo más
importante es el retrato que hace de la vida de una familia humilde y
proletaria educada en el comunismo. El hilo conductor del relato es
la obsesión que tiene la abuela por la muerte y por recibir un
entierro tradicional, como los de antes de la revolución comunista.
Esto provoca no pocos desencuentros familiares, aunque el padre acaba
cediendo y compra un féretro que, durante años, compartirá la
habitación con Huang. El vínculo que mantiene el autor con la
abuela y su familia es tan fuerte que le impide perder sus raíces,
de ahí que sus amenos recuerdos estén llenos de nostalgia. (Libros
del Asteroide. 312 págs. 21,95 €. ).
9.- Andrés Trapiello, Ayer no más.
José Pestaña es un catedrático de Universidad que ha pedido el
traslado a su ciudad natal, León. Allí se reencuentra con su padre,
con el que mantiene una distante relación a la que poco han
contribuido los libros de Pepe, especialista en la Guerra Civil. Su
padre militó en la Falange y participó en el bando nacional. El
cañamazo de la novela es el fortuito encuentro de su padre con el
hijo de una de las víctimas de la represión falangista en León. A
partir de aquí, Pepe quiere conocer toda la verdad de un suceso que
su padre nunca ha relatado. La investigación le sirve para comprobar
cómo resulta casi imposible cambiar el enfoque de aquellos
acontecimientos, que todavía hoy se siguen utilizando para fomentar
la división. Con sus luces y sombras, Trapiello ha intentado salirse
de los maniqueísmos. (Destino. 312 págs. 20 €.).
10.- Elizabeth Bowen, La muerte del
corazón. La acción transcurre en Londres, en el
periodo de entreguerras. La protagonista es Portia Quayne, una joven
de dieciséis años, quien tas la muerte de su madre, su hermanastro
Thomas se ve obligado a acogerla en su casa. En ella, Portia se
encuentra con Anna, la mujer de Thomas, prototipo de mujer vacía,
egoísta y vanidosa. En esta situación de soledad absoluta,
encuentra comprensión en la criada y en Eddie, joven y extraño
amigo de Anna. El mundo interior de los personajes cobra una
importancia muy grande y en reflejarlo y describirlo radica la
maestría literaria de la autora. (Impedimenta. 406 págs. 23,95 €.).