El
próximo 6 de noviembre se celebran elecciones presidenciales en
Estados Unidos, acontecimiento que suele contar con una avasallante
repercusión mediática internacional, mucho más que las elecciones
legislativas para elegir a los representantes del Congreso y del
Senado, que se celebraron el pasado 2010 y que dieron en esta ocasión
una aplastante mayoría a los republicanos en las dos cámaras. Los
debates entre los dos aspirantes, Obama y Romney, han calentado una
campaña que parecía plácida y clara.
En las últimas semanas, las incógnitas sobre el próximo inquilino
de la Casa Blanca vuelve a poner la política norteamericana en el
centro de la atención periodística. Aprovechando la ocasión,
proponemos algunas novelas que tienen también como tema central la
política norteamericana.
Pero
conviene advertir que los lectores no se van a encontrar aquí con
una versión edulcorada o romántica de los políticos y su mundo. Lo
que suelen aparecer en las novelas son, sobre todo, las sombras,
quizás porque las luces son difíciles de encontrar. También es
verdad que es mucho más novelístico (y periodístico), la
corrupción, la compra-venta de votos, la degeneración moral de
muchos padres de la patria, aunque existen brillantes excepciones,
por ejemplo, la película de Frank Capra Caballero sin espada.
Lo mismo sucede en España: es más periodístico (y novelístico) lo
que está pasando con las tramas Pokemon, Gurtel y los ERES andaluces
que las visitas del político de turno a un asilo o a un comedor
social, ahora que estamos inmersos en la campaña de las próximas
elecciones autonómicas en Galicia y País Vasco.
Comenzamos
con un clásico, una novela de 1946, Todos los hombres del rey
(1), de Robert Penn Warren, novela que obtuvo al año siguiente el
premio Pulitzer y que, gracias al cine, ha gozado de gran
popularidad. Existen dos versiones cinematográficas, una de 1949,
dirigida por Robert Roseen, que obtuvo el Óscar a la mejor película,
y otra de 2006, de Steven Zaillian, que pasó sin pena ni gloria.
Esta obra, muy leída, refleja las dos caras de la vida política
norteamericana: el idealismo y la corrupción.
La
novela se basa en la vida del político Huey Pierce Long, que fue
gobernador de Luisiana en la década de los treinta y que representa
el prototipo de político populista y demagogo. En ella se cuenta el
ascenso y caída de Willie Talos, un joven abogado con aspiraciones
políticas. Willie, ingenuo, es víctima de la política utilitarista
de sus adversarios y aprende rápido que el fin justifica los medios.
Con una personalidad avasallante, consigue hacerse con el poder. Pero
la novela no sólo es el crítico retrato de Talos. Es también un
duro ajuste de cuentas del narrador, un hombre de confianza del
gobernador, con su pasado.
Otra
novela que merece la pena citarse es América, América
(2), de Ethan Canin (Michigan, 1960), profesor en la Universidad
de Iowa y conocido por sus libros de relatos, en la estela del
realismo sucio –El emperador del aire y El ladrón
de palacio-, y sus novelas Blue River, De reyes y
planetas y Al otro lado del mar, todas traducidas al
castellano.
América,
América se publicó en 2008, el año del triunfo electoral de
Obama. Su protagonista es el editor de un periódico de una pequeña
localidad del estado de Nueva York, Saline, quien recuerda unos
sucesos que él vivió muy directamente y que se remontan a 1971,
durante la guerra de Vietnam, sucesos nada agradables que pusieron
fin a la carrera del senador Henry Bonwiller, aspirante a presidente.
La novela cuenta el ascenso político del senador, el apoyo que
recibe del mayor empresario de la zona, Liam Metarey, los métodos
empleados para que el senador gane popularidad, el papel de los
medios de comunicación, el diseño de la campaña electoral y, cómo
no, las inevitables sombras del sueño americano. Buena novela, muy
bien escrita, con muchas e interesantes ramificaciones, y que tiene,
además, el atractivo de la proximidad.
Y la
tercera novela que destaco es Roscoe, negocios
de amor y guerra (3), de William
Kennedy, publicada en 20002 y traducida al español en 2010, aunque
no ha tenido en nuestro país la acogida que se merecía. En 2011
Libros del Asteroide ha publicado otra novela de Kennedy, Tallo
de hierro, ya publicada con
anterioridad en España, y que puede suponer que muchos lectores
descubran la categoría de este escritor norteamericano, nacido en
1928, que ha escrito un puñado de novelas que abordan cuestiones
sociales y políticas actuales, con una visión muy ácida de
la realidad.
Su protagonista es
Roscoe Owen Conway, uno de los hombres fuertes del Partido Demócrata
de Albany. Al igual que su padre, Roscoe se dedica a controlar los
entresijos del partido y a mover todos los hilos de la política en
esta localidad, maniobras legales e ilegales que están relacionadas
con otro tipo de negocios. Cuando la leí, me quedé alucinado con
los consejos políticos que Felix, el padre de Roscoe, da a su hijo
casi al comienzo de la novela, una cínica declaración de
intenciones sobre la política y el dinero. Kennedy no se corta un
pelo a la hora de describir cómo se inventa un candidato, los
favores personales, las trampas, los chanchullos, el control de los
medios de comunicación y de la justicia, los enfrentamientos con
bandas rivales, negocios relacionados con el tráfico de alcohol y la
prostitución, etc. El retrato de la corrupción política es de todo
menos romántico.
Y aunque no es el tema
principal, también merecen mencionarse, casi de pasada, algunas
novelas más, sin pretender ser exhaustivo, pues se trata de un tema
muy frecuentado, directa o indirectamente, en la literatura
norteamericana. Como La conjura contra América (Mondadori),
de Philip Roth, un autor ya consagrado, donde plantea qué
hubiera ocurrido en Estados Unidos si en 1940 se hubiese elegido como
presidente a Charles A. Lindbergh, héroe de la aviación y
simpatizante de Hitler. Roth centra la atención en la vida de una
familia concreta, judía, que padece el efecto Lindbergh, político
antisemita.
En
Libertad (Salamandra), de Jonathan Franzen, uno de los
fenómenos literarios del pasado año en España, también la
política contemporánea tiene un importante peso, aunque resulta un
tanto sonrojante el maniqueísmo del autor, y su toma de partido, con
lo que esto supone de rebajar la calidad literaria de una ambiciosa y
meritoria novela.
Honrarás
a tu padre (Alfaguara), de Gay Talese, uno de los creadores del
Nuevo Periodismo norteamericano (como se puede comprobar en su
magnífico libro Retratos y encuentros), se basa en la vida
del mafioso Bill Bonanno, el hijo del mítico Joseph Bonanno, el capo
de una de las familias más poderosas de Nueva York.
Indirectamente, se aborda cómo la mafia está infiltrada en todos
los órganos de poder, especialmente en la política.
1.- Robert
Penn Warren, Todos los hombres del rey,
Anagrama. Barcelona (2006). Traducción: Francesc Roca.
2.- Ethan Canin,
América, América, Salamandra. Barcelona (2010). 476 págs.
Traducción: Santiago del Rey.
3.- William Kennedy,
Roscoe, negocios de amor y guerra, Libros del Asteroide.
Barcelona (2010). 433 págs. Traducción: Jordi Fibla.