martes, 23 de octubre de 2012

"La forja de un rebelde", de Arturo Barea


Arturo Barea (1897-1957) publicó en inglés la trilogía La forja de un rebelde en Inglaterra entre 1941 y 1944. La primera edición en castellano apareció en Buenos Aires en 1951 y en España estuvo prohibida por la censura hasta 1977. También en inglés, en 1952, publicó La raíz rota, novela en la que imagina su vuelta a España tras el forzado exilio. Es autor de los libros de ensayos Lorca. El poeta y su pueblo (1944) y Unamuno (1952), y de los libros de relatos Valor y miedo (1938) y El centro de la pista (1960).
 
La forja de un rebelde no tiene, sin embargo, una estructura novelesca, pues son más bien las memorias del autor a lo largo de un periodo clave de la historia de España: las décadas primeras del siglo XX, la traumática guerra de Marruecos, la radicalización de la vida política y, por último, la Guerra Civil. Aunque hay ficción en lo narrado, la mayoría de lo que se cuenta son las experiencias personales del propio Barea.

La forja relata la vida del narrador hasta 1914. La familia es tan pobre que cuando su padre muere, Arturo, el menor de cuatro hermanos, está a punto de acabar en la inclusa. Al final, unos familiares deciden hacerse cargo de él mientras su madre saca al resto de la familia adelante. Por su carácter costumbrista, esta primera novela resulta muy atrayente. Barea recuerda con emotividad sus sucesos familiares y, en páginas de gran nostalgia y calidad, habla del Rastro, los juegos infantiles, las vacaciones en el pueblo, el ambiente escolar... Cuando se abordan asuntos polémicos, como puede ser la situación de la vida política aquellos años o la presencia de los religiosos en la educación, el autor remarca su ideología socialista (al final de esta primera parte, cuando empieza a trabajar en un banco, entra en contacto con el sidnicato UGT).

La segunda novela de la trilogía se titula La ruta. Al igual que ya habían hecho otros escritores (como Jesús Díaz Fernández en El blocao y Ramón J. Sender en Imán), recrea Barea su estancia en Marruecos realizando el servicio militar. A las peripecias personales del narrador hay que sumar las constantes críticas a la arbitraria actitud de los militares en la guerra de Marruecos, dramática situación que –según Barea- saben convertir en un gran negocio.

La llama cierra la trilogía. Comienza en 1935 y se centra de manera casi exclusiva en los sucesos de la Guerra Civil. Barea explica los acontecimientos externos desde su participación personal en la contienda, siempre desde la perspectiva de su militancia en la UGT y su fidelidad al bando republicano.

Barea describe lo que pasa en las primeras semanas de la guerra en Madrid, donde se viven situaciones dramáticas. Pronto se ofrece a colaborar con el gobierno republicano y le nombran censor de las noticias que enviaban los corresponsales de prensa extranjeros, puesto que desempeña hasta bien avanzada la guerra. Desde esa posición privilegiada, Barea cuenta cómo evoluciona la Guerra Civil. Asiste al caos burocrático de esos largos meses, la picaresca de los corresponsales de guerra, la llegada de los voluntarios extranjeros, el asiduo contacto con las autoridades del gobierno republicano... A la vez, su situación familiar se tensa y complica, y más todavía cuando conoce a una escritora austriaca que había huido de Austria por motivos políticos y se trasladó a Madrid. Barea se divorcia, abandona también a una amante con la que llevaba ya tiempo e inicia una nueva etapa con Ilsa, que coincide con el recrudecimiento de los combates en Madrid y el aumento de la confusión en el bando republicano, como describe al final del libro. Al final se trasladan primero a Barcelona y después a París, donde se gana la vida con traducciones y artículos en la prensa. Casi al final de La Llama cuenta Barea que ha terminado de escribir un libro de memorias, La forja. A principios de 1939 abandonan París para exiliarse en Londres, donde falleció en 1957.
 

La forja de un rebelde
Arturo Barea
RBA. Barcelona (2012). 1.152 págs. 32 €.


No hay comentarios:

Publicar un comentario