La
profesora Belinda Palacios, filóloga peruana, escribió su tesis doctoral sobre
este libro inédito, escrito en 1621, que no llegó a publicarse en su momento y
que cuenta las andanzas de un español por las tierras coloniales y por España e
Italia. El libro estaba preparado para editarse, pero al final no se publicó,
quizás porque su autor, Martín de León (1584-1655), hombre que hizo una importante
carrera eclesiástica, consideró inoportuna su publicación, a pesar de que iba a
aparecer con el seudónimo con el que ahora se ha publicado por vez primera,
Andrés de León.
Belinda Palacios ha preparado su
edición en la prestigiosa Biblioteca Castro. El libro contiene una cuidada e
imprescindible introducción que explica todos los pormenores de un manuscrito
que tiene una elevada calidad literaria y que puede compararse a otros testimonios
de la literatura española del siglo XVII y de la literatura colonial. Estamos,
pues, ante una gran noticia filológica y para el ámbito de la historia de la
literatura. En su introducción, se cuentan los pormenores del manuscrito, una
copia ya preparada para la imprenta, que finalmente fue adquirido por el
bibliófilo americano y fundador de la Hispanic Society, Archer Milton
Huntington (1870-1955). Esta novela es
una obra de ficción que está escrita a modo de biografía real. No se cuenta la
vida de su autor, Martín de León, aunque muchas cosas coinciden y puede que se
inspirase en algunos sucesos biográficos para su redacción. Martín de León
también estuvo en las Indias, en Lima, en 1612, pero regresó a España y fue
nombrado por Felipe IV obispo de Pozzuoli y después Arzobispo de Palermo, donde
falleció en 1655. Fue un eminente religioso, hombre de Iglesia, y también un
político de fama muy reputada, pues le tocó lidiar en un territorio convulso,
el Virreinato de Sicilia.
Belinda Palacios piensa que escribió
este libro entre 1608 y 1616, cuando su autor se encontraba en las Indias. El
libro narra las aventuras de un joven apodado el Huérfano porque a los 14 años
abandonó su Granada natal para trasladarse a las Indias. Allí participó en
episodios militares de la conquista del Nuevo Reino de Granada; viajó después a
Trujillo y a Lima. Allí tienen lugar un episodio clave de su vida: se refugió
en un convento para huir de una disputa y, al final, tomó los hábitos de
agustino. Fue ordenado después en Bogotá, aunque años después fue expulsado de
la orden por el provincial de Santafé sin que se expliquen muy bien las causas.
Para buscar el perdón del Papa y solicitar su reingreso en la orden, decide
viajar de nuevo a España.
Su viaje es muy accidentado. Cuando
se encontraba en Puerto Rico fue testigo del ataque del pirata Francis Drake a
la isla. En Cádiz, también vivió el asalto de los ingleses, que destruyeron la
ciudad. Se trasladó a Madrid –donde vivió algunos episodios desagradables que
le afectaron profundamente- y, por fin, viajó a Roma, donde consiguió el perdón
papal. Regresó a Lima.
Sorprende el aire de vida y de
verosimilitud de todo el libro, escrito con el lenguaje de la época y con
algunos recursos literarios que hoy día están desfasados, como la hinchazón
retórica y la profusión de poesías laudatorias. Sin embargo, el testimonio es
de primera magnitud, pues gracias a él, como escribe la autora de la edición,
tenemos una “visión global y completa de la vida a comienzos del siglo XVII,
especialmente del interior de las colonias españolas”. Su testimonio histórico
es muy valioso, pues al realismo en las descripciones y los personajes hay que
sumar la fidelidad a los ingredientes históricos.
La novela es de su tiempo. Participa
de los géneros que estaban más de moda: hay algo de crónica histórica, de
relato picaresco, de biografía, de crónica de viajes, de relatos de cautiverio…
La autora destaca su adscripción a dos géneros en boga: la biografía novelada y
ficticia y la novela bizantina. Del primero, resalta el relato fidedigno de
aquella época y de los lugares donde vivió; de lo segundo, la profusión de
peripecias que vive el autor, quizá demasiadas, como era normal en la novela
bizantina, donde se daban naufragios, luchas, aprisionamientos, fugas,
encuentros con piratas, cautiverios, etc. Su estrecha relación con la literatura
de la época demuestra también que su autor, Martín de León, era un profundo
conocedor de la literatura de su tiempo que estaba en boga tanto en España como
en Lima.
Y no faltan en el libro tampoco, y
esto puede ser una novedad, críticas a la política española y a la manera en
que se maneja la administración de las colonias desde la península. Incluso hay
una explícita denuncia de cómo se trata y explota a los indios en algunos lugares.
Hay pues, en el libro, una incipiente conciencia criolla que también merece
destacarse.
Historia
del huérfano
Andrés de León
Biblioteca Castro. Madrid (2018)
394 págs. 42 €.
Que historia tan interesante!!!!
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