viernes, 24 de agosto de 2018

"7-7-2007", de Antonio Manzini



Considerado el discípulo más aventajado de Andrea Camilleri, Antonio Manzini (Roma, 1967) ha vuelto a demostrar con la quinta entrega de la serie, titulada 7-7-2007,
 la solidez de su proyecto literario centrado en la figura del subjefe Roco Schiavone. Como suele pasar con este tipo de novelas policiacas, resulta fundamental el protagonista, que debe poseer unos rasgos inconfundibles que se repitan en todas las novelas y con los que resulte fácil identificarse. 
Schiavone es una persona que no lo ha tenido fácil en la vida; ha salido adelante a base de esfuerzo y mucho sacrificio. Procedente de una familia con pocos recursos económicos, se educó en la calle y conoce muy bien por experiencia propia que la vida no puede dividirse en blanco y negro. Posee unos peculiares métodos de investigación que le hacen pasar por una persona sumamente desagradable y brusca. Tiene sus vicios personales que no oculta, como su afición a los porros. También ha tenido problemas por mantener una férrea e indisoluble amistad con sus amigos de toda la vida, que no son precisamente dechados de honradez. 
Pero estamos ante un excelente investigador, con originales intuiciones. Hay que sumar a todo esto su endiablado pero afectivo carácter, su poderoso sentido de la amistad, la brusquedad en el trato, su afición a los tacos y el singular ambiente en el que se mueve: la Italia contemporánea y de manera especial Roma, aunque ahora esté destinado en la ciudad de Aiosta. 
            La novela tiene una estructura algo confusa, pues se mezclan diferentes tiempos: el presente de la novela, 2013, y el pasado, 2007, año trágico para Schiavone, aunque todavía coletean en el presente los problemas que le provocó una investigación que ocupa casi toda la novela y que comienza con la muerte violenta de dos jóvenes universitarios. Las investigaciones, lentas y costosas, le llevan al final a una peligrosa red de traficantes de droga, como comprobará el propio Schiavone en sus carnes.
            La novela atrapa por las peripecias de la investigación que lleva a cabo el subjefe Schiavone, las relaciones con sus compañeros, los métodos de trabajo, la verosimilitud de la vida policial, y por sus relaciones personales, tanto con sus amigos como con su mujer Marina, páginas en las que el autor cambia de registro para ofrecer el lado más humano de un policía muy profesional y poco convencional.



7-7-2007
Antonio Manzini
Salamandra. Barcelona (2018)
352 págs. 19 €.
T.o.: 7-7-2007.
Traducción: Julia Osuna Aguilar.

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