Publicada en 1924, de
autor anónimo, August Carp, “la autobiografía de un hombre
realmente bueno”, fue escrita por Sir Henry Howarth Bashford
(1880-1961), médico del rey de Inglaterra Jorge VI, aunque su
autoría no se reveló hasta años después de su muerte. La novela
es irónica y mordaz y traza un despiadado retrato de la hipocresía.
Con mucho humor, el
autor inventa un magnífico personaje, August Carp, autor de estas
memorias que escribe a la edad de 47 años, poco después de ser
padre y cuando comprueba que el ciclo de la vida vuelve a repetirse
en él. Y es que August está adoptando los mismos hábitos y vicios
que su déspota padre, aunque ni su padre ni él reconocen ninguno de
sus defectos. Al contrario, y aquí está una de las claves de la
novela, los dos se tienen por impolutos modelos de virtud y de
religiosidad cristiana, defensores públicos de la fe y la moral y
enemigos acérrimos del mal y del pecado. Los dos, padre e hijo,
desempeñan puestos en las parroquias que frecuentan y promueven
diferentes asociaciones contra lo que ellos consideran perniciosos
vicios sociales. Por ejemplo, August pertenece, entre otras, a la
Liga Anti-Dramática y Saltatoria, la Liga de No Fumadores y la
Sociedad para la Prohibición del Tráfico de Licores de Alta
Graduación, lo que exige de él un compromiso muy fuerte con estas
causas y su participación en campañas nocturnas en cafés y
teatros. Los dos cambian mucho de parroquias por sus diferencias y
enfrentamientos con los párrocos y otros feligreses, hartos todos
ellos de su prepotencia y enfermizo orgullo, aunque August y su padre siempre
echen la culpa a los demás. Para conservar su intachable prestigio,
son asiduos promotores de costosos juicios en defensa de su fama que
acabarán con la herencia paterna.
El libro es muy
arriesgado porque no es nada fácil mantener tanto el tono como la
mesura en la crítica sin exagerar ni caer en cómodas y previsibles
descalificaciones. Por eso, lo mejor del libro es, con diferencia, el
tono y el estilo que consigue el autor: la ironía y las exageraciones están
siempre controladas; los argumentos que emplea August sobre la vida
son moderadamente prepotentes y están adecuados a su perturbada
inteligencia; los discursos morales son desternillantes y lúcidos; y
los diálogos, los justos, están repletos de agudas observaciones
sociales y lingüísticas. Es con el tono y el estilo con lo que se realiza la
ironía y la despiadada crítica a un personaje glotón, egoísta,
mentiroso, embaucador y chivato que utiliza la amistad y la religión
a su antojo y que transforma los postulados cristianos en una cruel y
divertida caricatura. Al autor le sobra ingenio, y a veces punzante
ironía, para censurar también algunos comportamientos formales de
los feligreses de las parroquias que frecuentan August y su tiránico
padre.
Resultan muy atractivos
los personajes secundarios y las relaciones que mantiene el
protagonista con Ezequiel Stool, compañero suyo en la Liga
Anti-Dramática y Saltatoria y con sus feas y espantosas hermanas, con el
reverendo Simeon Whey y con sus compañeros de trabajo en la librería
y editorial de libros religiosos. Algunas escenas son muy divertidas,
como las intenciones de August con una famosa actriz a la que quiere
apartar del vicio. Inédita en castellano, contiene, en clave
cómica, una entretenida y mordaz crítica a la hipocresía
social y religiosa.
August Carp
Henry
Howarth BashfordÁtico de los Libros. Barcelona (2012)
240 págs. 17,50 €.
T.o.: August Carp, Esq. By Himself.
Traducción: Claudia Casanova.
Muy buen artículo. No conocía el libro y ahora mismo voy a buscarlo. Por cierto no encontré cómo seguir el blog. Una pena!!!
ResponderEliminarJesús: He empezado con el blog hace poco y estoy en pruebas. Ya veremos. Gracias por el comentario.
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