viernes, 14 de septiembre de 2012

"Correr", de Jean Chenoz


Autor de una larga trayectoria como novelista que ha recibido numerosos premios, entre los que destacan el Gutenberg, Novembre, Médicis, Europeam Literary Price y el Goncourt, Jean Echenoz (Orange, 1947) continúa en esta novela el mismo género empleado en su anterior obra, Ravel, en la que utilizó la vida del popular músico como el argumento para una singular novela que no era ni biografía ni novela histórica. Lo mismo sucede con Correr, inspirada en la vida del conocido atleta checo Emil Zátopek, más conocido como La Locomotora. En 2012, Echenoz ha publicado Relámpagos, otra novela falsamente biográfica dedicada en esta ocasión a la vida del inventor croata Nikola Testa (1856-1943).
 
Correr comienza relatando los inicios atléticos de Zátopek, en plena Segunda Guerra Mundial, a pesar de odiar cualquier tipo de competición deportiva. “La primera carrera en la que participa Emil es un cross-country de nueve kilómetros montado por la Wehrmach en Brno”. Emil, sin ninguna experiencia en el atletismo, acaba segundo y despierta el interés de un entrenador local. Sigue trabajando en una fábrica en Zlin, ciudad a cien kilómetros de Ostrava, su ciudad natal. Curiosamente, las primeras carreras le despiertan el gusanillo y Zátopek comienza a entrenar en serio, a competir y a brillar. Primero bate los récords nacional es de grandes distancias y al poco se convierte también en una figura internacional, especialmente cuando brilla en los Juegos Interaliados celebrados en Berlín en 1946, donde consigue un triunfo histórico y también histriónico, pues Zátopek llega casi de milagro a la línea de salida para poder competir. A partir de ese momento los triunfos se suceden y Zátopek se convierte en un atleta de fama internacional, y eso que ni en el estilo ni en la estética resulta un atleta brillante: “lejos de los cánones académicos –escribe Echenoz- y de cualquier prurito de elegancia, Emil avanza de manera pesada, discontinua, torturada, a intermitencias”.

Cuando Zátopek se encuentra en el apogeo de su popularidad, el régimen comunista le convierte en un instrumento de propagada. Emil es “su mejor diplomático, el embajador más eficaz, se ha convertido en un atleta del Estado”. En el relato de estos años es cuando la prosa de Echenoz brilla con más fuerza, pues su obra sirve también de denuncia de los métodos empleados por el comunismo en los años de Guerra Fría. Zátopek está en manos de los intereses del Partido Comunista, quien controla las competiciones en las que participa y limita sus salidas al extranjero, manipulando hasta sus respuestas en las diferentes entrevistas que le realizan.

Cuando Dubcek inicia una política aperturista en su país, en contra de las tesis de la URSS, Zátopek, ya retirado pero quizá el personaje más popular de su país, le apoya. Y cuando las tropas soviéticas entran en Praga, se une a los manifestantes. Tras la intervención soviética, Zátopek es destituido de sus cargos en el ejército y se le prohíbe vivir en Praga. Durante unos años trabaja como responsable del mantenimiento en las minas de uranio de Jáchymov. Luego, se le permite el regreso a Praga, donde trabaja como basurero.

Todo está contado de manera muy sencilla y directa, yendo al grano. El resultado es un libro original, realista, que se lee con mucho interés gracias a que Echenoz se ha fijado en un personaje atrayente, sencillo y popular que le sirve para definir el cinismo de un régimen político basado en la mentira y el desprecio a la libertad y a la dignidad humanas.
 

Correr
Jean Echenoz
Anagrama. Barcelona (2010)
140 págs. 14,50 €.

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