Dentro de su colección
“Otra vuelta de tuerca”, reedita Anagrama La cabeza perdida de
Damasceno Monteiro y Sostiene Pereira, dos de las mejores
novelas del escritor italiano Antonio Tabucchi, fallecido el pasado
25 de marzo. Sostiene Pereira, gracias también al éxito de
su versión cinematográfica –dirigida por el italiano Roberto
Faenza y con el actor Marcello Mastroniani como protagonista-, es su
novela más popular, conocida y leída. Estos días me he releído la
otra, La cabeza perdida de Damasceno Monteiro, una inteligente
y personal incursión de Tabucchi en la novela policiaca.
La novela tiene como
cañamazo el encuentro de un cadáver decapitado en la afueras de
Oporto. Firmino, que trabaja ocasionalmente como periodista en un
periódico de sucesos, se traslada de Lisboa para escribir sobre el
terreno una serie de crónicas sobre esta trágica muerte, de la que
nada se conoce. Primero se entrevista con Manolo el gitano, la
persona que ha encontrado el cadáver. Después, gracias a la
influencia de la dueña de la pensión donde se aloja, descubre
nuevas pistas que le llevan a un turbio asunto relacionado con el
tráfico de drogas y la corrupción policial.
Al
abogado que va a llevar el caso le llaman Loton por su parecido
físico con el actor Charles Laughton. Cuando hace su aparición en
la novela, Loton se apodera de todo su protagonismo. Y aunque a
través de Firmino conocemos el desarrollo de los acontecimientos, lo
más importante es, a partir de ese momento, las conversaciones que
mantienen Firmino y Fernando Diogo Maria de Jesús de Mello Sequeira,
apodado Loton, un abogado de procedencia aristócrata, de exquisita
formación intelectual y de convicciones anarquistas. Loton ha
decidido entregar sus inabarcables conocimientos jurídicos a causas
en las que estén implicados los parias y pobres de la sociedad,
aquellos que no tienen a nadie que les defienda y que suelen acabar
siendo utilizados y pisoteados por los mecanismos del poder. Loton
tiene una inconfundible manera de abordar los hechos, con digresiones
de altos vueltos filosóficos y jurídicos, pero con una excelente,
aguda y sabia percepción de la realidad que abruma a Firmino, aunque
entre los dos se establece una simpática amistad, gracias
especialmente al atractivo carácter de Loton, un excelente
personaje.
Cada
uno utiliza sus armas para enfrentarse a las altas esferas del poder
y avanzar en la resolución del caso, lleno de sombras: Firmino desde
la prensa sensacionalista, con unas entrevistas y reportajes que a
veces se reproducen en la novela, y Loton con su irrenunciable
sentido de la justicia y de la dignidad.
Hay
otros asuntos colaterales que hacen más amena la lectura. Por
ejemplo, la rivalidad entre las ciudades portuguesas de Lisboa y
Oporto, aunque Firmino, lisboeta, acaba por descubrir el encanto de
la ciudad norteña; la gastronomía portuguesa, de la que Loton es un
apasionado portavoz; los recursos y trucos de la prensa
sensacionalista; y los intereses culturales y literarios tanto de
Loton como de Firmino...
Una
interesante novela, pues, con sus dosis de intriga y filosofía, que
demuestra la altura literaria de Tabucchi, escritor nacido en
Vecchiano, Pisa, en 1943. Su vida y su obra están vinculadas desde
siempre a la literatura y cultura portuguesa, hasta tal punto que
alguna de sus obras más famosas, como Réquiem (1992), está
escrita directamente en portugués. De Portugal admira su carácter,
sus paisajes y de manera especial su literatura, centrándose de
manera casi obsesiva en la figura de Fernando Pessoa, al que
convirtió en personaje de algunas de sus creaciones.
Tabucchi cultivó el
ensayo, el relato y la novela, todos los géneros con igual
intensidad, quizás porque los tres le servían para poner en
práctica su gusto por la posmodernidad, por la levedad narrativa y
por lo fragmentario, notas distintivas de una literatura que contiene
también unas inquietudes éticas que no llegan a convertirse en
existenciales (como sucede en La cabeza perdida de Damasceno
Monteiro, publicada en 1997 y ambientada en la Portugal de la
década de los noventa).
Otras obras destacadas
de su trayectoria son Nocturno hindú (1984), Dama de Porto
Pim (1983) y Réquiem (1992). En sus últimas obras
radicalizó sus posturas estéticas, con planteamientos muy
culturalistas y con un pesimismo que, en su caso, quizás por
influencia portuguesa, se transformaba en una saudade nostálgica. El
último libro publicado en España es Viajes y otros viajes
(Anagrama, 2012), volumen que contiene sus escritos sobre literatura
y viaje, con una especial atención a la ciudad de Lisboa, escenario
muy frecuentado en sus libros.
La cabeza perdida de Damasceno Monteiro
Antonio Tabucchi
Anagrama. Barcelona (2012)
208 págs.
Me gustó mucho esta novela, muy contenida; y los diálogos con el camarero son muy buenos: realistas y afilados. una pequeña joya literaria
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