Luis Landero (1948) centra la estructura y trama de esta novela en Aurora, a quien el narrador califica de "confidente sentimental". Aurora es la mujer de Gabriel y tiene una hija, Alicia, que nació con algunos problemas. Posee un carácter amable, nada problemático, que facilita la confesión y la descarga de la conciencia. Aurora, escribe Landero, "lleva mucho tiempo, casi toda la vida, escuchando historias, confidencias, palabras y palabras dichas siempre en voz baja y en tono airado y dolorido".
El acicate de la novela es la idea que tiene Gabriel, marido de Aurora, de organizar una fiesta familiar para celebrar el ochenta cumpleaños de la madre. Pero la idea, lo sabe Aurora, no va a llegar a buen puerto porque la relación que mantiene con sus hermanas y otros familiares es complicada. La idea provoca una catarata de resentimientos y enfrentamientos entre Sonia, Andrea y Gabriel, los tres hermanos, que llevan toda la vida con un trato distante y que solo gracias a la generosa actitud de Aurora no se ha roto del todo. Ella hace de testigo y confidente, pues los hermanos hablan poco entre ellos y suelen utilizar a Aurora para dar rienda suelta a los resquemores y para airear los secretos familiares.
"A ella todas le cuentan, todos la quieren, todos le agradecen su compasión, su manera tan dulce, tan consoladora de escuchar". Pero la preparación del cumpleaños hace que las tiranteces se desaten de una manera más rabiosa que en otras ocasiones. Sonia echa en cara a su hermano que es un egoísta que nunca se ha implicado en los problemas familiares que marcaron la adolescencia de sus dos hermanas mayores, que tuvieron que ponerse a trabajar muy pronto. Sonia también acusa a su madre del fracaso de su primer matrimonio con Horacio, casi impuesto por su madre, como le cuenta a Aurora. La otra hermana, Andrea, protesta airadamente por la indiferencia y desdén que recibió de su madre, de la que dice ella que apenas recibió cariño. Andrea, una mujer inestable, airea los sucesivos enfrentamientos que tuvo con sus hermanos. Algunas de estas historias son fuertes, como los abusos sexuales que Sonia, según ella, recibió de su marido Horacio. O las mentiras de Roberto a su mujer, Aurora.
Esta tormenta hace mella en Aurora, pues ella también tiene una historia triste que contar, pero no tiene ningún confidente al que acudir.
Novela psicológica basada en mucho diálogo y mucho intercambio de sentimientos, dejando la puerta abierta a la brusca salida de enquistados secretos familiares que hacen imposible la pacífica convivencia.
Lluvia fina
Luis Landero
Tusquets. Barcelona (2019)
272 págs. 19 €.
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