Al final del
libro, Giorgio Faletti (1950), polifacético artista italiano, autor también de,
entre otras, dos exitosas novelas, Yo mato y Apuntes de un vendedor
de mujeres, confiesa que no sabe mucho de fútbol y que para ambientar bien
la novela ha hablado con algunos futbolistas famosos, como Del Piero, y con
algunos entrenadores, como Alberto Zaccheroni. La verdad es que al final ha
conseguido describir muy bien el ambiente que se vive en torno a partidos de
fútbol de máxima intensidad, a la vez que se ha acercado de manera bastante
verosímil a los turbios negocios que, por desgracia, aparecen a veces
vinculados al fútbol y que lo desprestigian como insuperable espectáculo de
masas. Junto con el fútbol, el autor también se ha documentado bien sobre el
mundo del boxeo, otro deporte que también tiene su lado turbio.
Y es que el
protagonista de esta breve e intensa novela, Silvano Masoero, fue un boxeador
famoso en su juventud, pero el éxito y el dinero fácil trastocaron su escala de
valores. Su ingreso en prisión por amañar algunos combates le ha pasado factura
durante toda su vida. Pero ha aprendido bien la lección. Ahora es el jefe de
utilleros de un equipo de fútbol de la segunda división italiana que está a
punto de ascender a la Primera División. La ciudad está en estado de
efervescencia, pues el empate o la victoria colocarían a su equipo entre los más
grandes del fútbol italiano. La estrella del equipo es, precisamente, su hijo
Roberto, con el que mantiene unas difíciles relaciones y que le recuerda a él
mismo cuando era un boxeador famoso. Roberto también ha sucumbido a la
tentación del dinero y de la vida lujosa para alejarse de las estrecheces que
vivió cuando era chaval. Sin embargo, Silver, como se le conoce, descubre que
su hijo puede estar implicado en un asunto relacionado con las apuestas y el
resultado de este trascendental partido de fútbol. Y decide no quedarse de
brazos cruzados y actuar.
Silver
es el narrador. Todo transcurre en pocas horas, las previas al partido y las
del desarrollo de un intenso encuentro en el que está en juego algo más que el
resultado. Mientras Silver cuenta los pormenores de estos sucesos, a la vez, va
recordando su vida y explicando su actual escala de valores, fuerte y rotunda.
Aunque no gana mucho dinero, Silver es ahora una persona estable y feliz a su
manera, aunque la muerte de su mujer, a la que estaba muy unido, le ha pasado
factura y le ha hecho tambalear en sus convicciones.
La novela es,
por un lado, el intenso y agradable retrato de un excelente personaje; por
otro, es también una novela de intriga, pues Silver debe intervenir para que
las cosas no ocurran como algunos han calculado. Al autor se le va un poco la
mano en algún recurso para que la novela gane en emoción, como la repentina
muerte del entrenador del equipo, y esto condiciona el posterior desenlace de
la trama, un tanto forzado. Pero estos defectos de estructura no son lo más
importante de una novela escrita con buen pulso, sencilla, que plantea un
conflicto ético, universal y muy humano. Y todo ello con la ambientación
frenética de un partido de fútbol en el que están en juego los frutos de toda
la temporada.
Tres actos y dos partes
Giorgio Faletti
Anagrama. Barcelona (2014)
145 págs. 114,90 €.
T.o.: Tre atti e due tempi.
Traducción: Juan Manuel Salmerón Arjona
Tiene buena pinta. ¿Recomendable para público joven?
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