Cuatro amigos y vecinos de Little Wing, una pequeña
localidad de Wisconsin, vuelven a encontrarse para la boda de uno de ellos,
Kip, un exitoso agente de bolsa en Chicago que ha decidido rehacer su vida en
su pueblo, invirtiendo en un antiguo granero que quiere convertir en un
renovado y multiusos centro comercial. Kip se reencuentra con Henry, con su
mujer Beth, y con Ronny, exvaquero de rodeo, alcohólico y reponiéndose de una
hemorragia cerebral que le ha dejado impedido para dedicarse al rodeo y a otras
muchas cosas. También acude a la boda otro de los íntimos amigos, Lee, un
cantante de éxito internacional que tiene en Little Wing su privado refugio de
la fama. Buena parte del peso de la narración lo llevan Henry y Beth: Henry
decidió quedarse con la granja familiar y Beth se dedica al cuidado de la casa
y los niños.
De
manera alterna, cada uno de ellos en primera persona habla de su vida, de su
trabajo y de las relaciones con los que son sus amigos del alma. A pesar de los
años transcurridos y de que cada uno ha tenido una intensa actividad
profesional que les ha llevado a vivir experiencias muy distintas lejos de su
pueblo, mantienen más o menos la relación, gracias en parte a la estabilidad
que aportan en Little Wing Henry y Beth. Todos, además, cada uno a su manera,
se preocupan por Ronny e intentan ayudarle en lo que pueden, especialmente Lee.
Tras la boda de Kip vendrán la de Lee y la de Ronny.
Estos
personajes hablan, sobre todo, del paso del tiempo, la familia, el amor y la
amistad. No es que las relaciones entre ellos sean idílicas, pero ninguno
quiere perder lo que fraguaron cuando eran jóvenes. Además, se sienten
sentimentalmente ligados a Little Wing, lugar que sí tienen idealizado porque
allí han vivido sus mejores años. El pasado y el presente se mezcla
constantemente con páginas llenas de belleza, de amor a la naturaleza y defensa
de la amistad. Sus ideas religiosas son ciertamente superficiales y tópicas, y
su moralidad en algunos asuntos, como las drogas y el sexo, está influenciada
por los cambios de costumbres que se dieron en los años sesenta y setenta, aunque
todos ya están de vuelta de aquello y lo que quieren para sus vidas y sus
matrimonios es estabilidad y normalidad. Añoran la infancia y los recuerdos, de
ahí la constante nostalgia del pasado que, sin embargo, les acaba pasando
factura pues en el presente renacen antiguas rivalidades y secretos que
parecían totalmente sepultados, situaciones que ponen en peligro su sólida
amistad que se verá puesta a prueba de forma contundente en la novela.
La
pasión que tienen por Litlle Wing, el lugar que les une a todos –el tema
principal de la novela- la resume acertadamente Lee en una de sus reflexiones
sobre su vida y sus inicios como cantante: “Aquí a la gente solo le importan tu
espíritu de trabajo, y tu amabilidad y tu capacidad. (...) Y cada vez que
vuelvo aquí me encuentro rodeado de gente que me quiere, que se preocupa por
mí, que me protege como si levantara una tienda de calor. Aquí escucho cosas,
aquí el mundo tiene un latido distinto, el silencio suena como una cuerda que
alguien hubiera rasgado millones de años atrás, música en los álamos y en los
abetos y los robles, hasta en los campos y en el maíz que se seca al sol”.
Canciones de amor a quemarropa
Nicolás Butler
Libros del Asteroide. Barcelona (2014)
344 págs. 2,95 €. (papel). 12,99 €. (digital).
T.o.: Shotgun
Lovesongs.
Traducción: Marta Alcaraz.
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