Antiguo alumno y profesor de Tajamar,
José Luis García Heras es actualmente profesor de Matemáticas en el IES Villa
de Vallecas. Tras muchos meses de investigaciones –ha rastreado en archivos,
hemerotecas, bibliotecas y en Internet-, acaba de publicar tres libros sobre la
historia de Vallecas. Hijo de vallecanos y residente en Vallecas hasta hace
pocos años, José Luis ha canalizado en estos libros el amor que tiene a su
barrio, sus gentes y sus lugares. Escribir estos libros ha sido también una
manera de recordar con algo de nostalgia muchas historias y anécdotas que le
contaron sus padres, familiares y vecinos, como aparece frecuentemente en estas
páginas.
José Luis,
profesor de Matemáticas, se ha convertido en todo un experto en la historia del
Puente de Vallecas. Doy fe de ello. He recorrido con él y otros amigos muchos
de los lugares que se citan, acompañando el paseo con una cascada de noticias e
informaciones sobre cómo nació Vallecas, qué había en este lugar, cómo se
llamaba antes esta calle, quién murió aquí, que famoso bar tenía allí su sede…
No se trata, por tanto, de un conocimiento teórico de Vallecas sino real,
objetivo, vivido. José Luis ha pisoteado sus calles –vivía en la calle Puerto Maderi-
y ha saboreado durante toda su vida el genuino ambiente de Vallecas, sin tener
que hacer ningún acelerado proceso de adaptación. Lleva como pocos Vallecas en
las venas y en el corazón.
La
Iglesia de San Ramón Nonato
El primero de
los tres libros que ha publicado lleva por título Iglesia de San Ramón Nonato. Don Emilio Franco, párroco y está
dedicado a uno de los lugares más especiales y emblemáticos del Puente de
Vallecas. El libro ha sido prologado por José Manuel Horcajo, actual párroco de
la iglesia, quien explica que un libro como éste demuestra “el amor a un barrio
y el interés por conocer lo que se ama”. El actual párroco se siente heredero
de la gran labor espiritual, cultural y social que se ha realizado desde
siempre en esta parroquia, y de la que se da buena cuenta en este libro,
centrado en el origen de la parroquia y su posterior desarrollo, que alcanza
con el párroco Emilio Franco un momento de especial intensidad, pues el
inusitado crecimiento de Vallecas tras la llegada de numerosos emigrantes
propició la aparición de muchas personas con escasos medios y con muchas
necesidades que atender.
En el libro se
destaca el papel que ha desempeñado la familia Presilla y Villota en la
historia del barrio y de un modo singular en el nacimiento de la parroquia.
Esta familia ya había cedido con anterioridad un terreno en lo que hoy es el
principio de Monte Igueldo para la construcción de una capilla dedicada a la
Virgen del Carmen. La parroquia nació por el expreso deseo de este matrimonio
de enterrar allí a uno de sus hijos, Ramón, fallecido a los 23 años en 1895.
Poco tiempo después se iniciaron las obras y el templo quedó concluido en 1907.
El primer enterramiento fue el del hijo de Isidro Villota y Dupret y Ramona de
la Presilla, Ramón. Los siguientes fueron otro hijo del matrimonio, Pablo, y su
esposa Luisa. El último enterramiento, todos de la misma familia, ha sido el de
María Villota, la que fue popular piloto de Fórmula 1, hija de Emilio Villota,
también piloto.
A la parroquia
se le dio el nombre de San Ramón Nonato como póstumo homenaje a su hijo Ramón.
Ramón Sarroy (Nonato) nació en 1200 en Portell (Lérida) y falleció en Cardona
en 1240, camino de Roma para ser nombrado cardenal. Tomó el hábito de
mercedario de las manos del fundador de la Orden, San Pedro Nolasco. Ejerció de
redentor de cautivos en Argel, donde permaneció unos años como prisionero hasta
su regreso a España en 1239.
Su primer
párroco fue Olegario de la Puente. Ejerció su ministerio desde 1911 a 1922. Le
sustituyó Emilio Franco Prieto. La segunda parte de este libro está dedicada a
su biografía y a detallar la labor que realizó en la parroquia desde 1923 hasta
1936. Puso en marcha diferentes proyectos de índole religiosa, social y
cultural. Muchas de estas actividades se realizaban en la parroquia y en el
Complejo Parroquial de La Acacia, situado al otro lado del arroyo Abroñigal (lo
que hoy día es la M-30). Este centro fue inaugurado en 1930 y permitió a la
parroquia de San Ramón ampliar su labor. Por ejemplo, se promovieron escuelas
parroquiales, clases de catequesis dominical, una academia nocturna, cantina y
comedores escolares, una biblioteca ambulante, ropero, conferencias de San
Vicente de Paúl, Casa Cuna, cocina económica, etc.
Tanto el barrio
como la parroquia padecieron el clima convulso de enfrentamientos que se dieron
en Madrid y en toda España a partir de 1931. En marzo de 1936 incendiaron la
puerta de la iglesia, además de multiplicarse durante meses los actos de acoso
con alguna violencia. El mismo 18 de julio de 1936 la iglesia fue invadida y
saqueada. El párroco Emilio Franco fue detenido el 9 de agosto y conducido a la
checa de la calle Martínez de la Rosa. Posteriormente fue trasladado a la
cárcel de San Antón, donde permaneció tres meses. El 28 de noviembre fue fusilado
en Paracuellos del Jarama junto con su coadjuntor Mariano Escribano Herranz.
Durante la guerra, la iglesia fue destinada a hospital de sangre y almacén y se
destruyeron los altares y todas las imágenes.
Entre
pobres y enfermos
El segundo
libro que ha publicado José Luis García Heres está titulado Josemaría Escrivá y Álvaro del Portillo en
el Puente de Vallecas (1927-1931 y 1934). Este libro ha sido prologado por
el historiador Onésimo Díaz Hernández, también de Vallecas y en la actualidad
investigador en la Universidad de Navarra. El libro cuenta, por un lado, las
visitas a los pobres, enfermos, niños y ancianos que realizó el fundador del
Opus Dei, Josemaría Escrivá, desde 1927 a 1931, años en los que fue capellán
del Patronato de Enfermos de la calle Santa Engracia dirigido por las Damas
Apostólicas. Estas Damas atendían las necesidades de numerosos pobres y
enfermos y pusieron en marcha muchos centros educativos, como el colegio Luz
Casanova, que se encontraba justo en frente de la parroquia San Ramón (parte de
estas dependencias las utiliza hoy la parroquia).
Se han
conservado las fichas donde san Josemaría Escrivá anotaba, hasta abril de 1928,
los nombres y la dirección de los enfermos que visitaba. En ellas están los
nombres y las calles de Vallecas que frecuentó: Molinuevo, Alta, José Camins,
Dolores Sopeña, Concepción, María Luisa. Ayudado por mapas de la época, José
Luis García Heras ha localizado los lugares concretos donde estaban esos
domicilios, aunque los nombres de las calles han cambiado y los edificios poco
tienen que ver con aquellos, salvo alguna excepción. Fruto del cariño de San
Josemaría por Vallecas, nació en 1958 el colegio Tajamar, obra corporativa del
Opus Dei, colegio que fue promovido directamente por su persona.
En este libro
se habla también de Álvaro del Portillo, que fue elegido primer sucesor de
Josemaría Escrivá tras su muerte en 1975. La vida de Álvaro del Portillo
también está en parte ligada a Vallecas. Era uno de los jóvenes que
participaban en las conferencias de San Vicente de Paúl cuando estaba
estudiando ingeniería. Visitaba frecuentemente la parroquia de San Ramón y el
complejo de La Acacia, donde daba clases de catequesis. El 4 de febrero de 1934
fue agredido por un grupo de exaltados de izquierdas que le dieron un fuerte
golpe con una llave inglesa en la cabeza; tuvo la suerte de poder refugiarse en
el metro, lo más probable en la estación de Pacífico, más segura desde La
Acacia. Álvaro del Portillo fue beatificado en 2014 y en la parroquia se ha
puesto recientemente un bajorrelieve que recuerda su figura y su labor como
catequista en la parroquia.
El
origen del Puente de Vallecas
Y el tercer
libro que ha visto la luz es Familia
Villota de la Presilla y la iglesia de San Ramón Nonato, libro que
describe, como ya hemos mencionado más arriba, la estrecha vinculación de esta
familia con la historia del Puente de Vallecas y la de San Ramón Nonato. La
familia se encargó de su construcción y, después de la guerra civil, cuando la
iglesia quedó destrozada, también se responsabilizó de la restauración. También
hicieron obras en el año 2007 para adecentar la cripta de los enterramientos,
donde se construyó una pequeña capilla. Algunos nombres de calles del Puente
están vinculados directamente a esta familia, como Antonia Calas y María Bosch.
En este sencillo libro, se explica con detalle la historia familiar y su relación
con el Puente de Vallecas.
Sé que a José
Luis García Heras no se le han agotado las ideas después de publicar estos tres
libros. Sé que está preparando más
cosas, pues no para de recopilar más materiales para futuros proyectos. Dice
José Luis que quiere especializarse en el primer tercio del siglo XX en el
Puente de Vallecas. Lo que sí es cierto es que a más de uno nos ha sorprendido,
y mucho, su entusiasta dedicación a la investigación histórica, que no se ha
quedado en una simple afición sino que sus libros aportan datos e informaciones
insólitos, novedosos y originales sobre la historia de Vallecas y algunos de
los sucesos que cuenta en estos tres libros.
¿Donde se puede comprar el libro "Familia Villota de la Presilla y la iglesia de San Ramón Nonato"?
ResponderEliminarSería para regalarselo a mi amigo Emilio de Villota.
ResponderEliminarEn la librería "La verde de Numancia" Av. Albufera junto al metro N. Numancia. Además este domingo 23 de Abril el autor estará em la caseta de la librería firmando ejemplares (Feria del Libro -el Bulevar de Vallecas)
ResponderEliminarAgradezco su información.Atentamente, Fernando Piqueras (Rhin).
EliminarA pesar de llevar 45 años como Farmacéutico hasta la Jubilación y 22 como vecino del Puente de Vallecas, desconocía gran parte de la historia de la Parroquia de San Ramón Nonato y su vinculación a la Familia de mi querido amigo y compañero del Colegio de la Sagrada Familia Emilio de Villota. He recibido una gran noticia
ResponderEliminarAyer estuve en la Feria del Libro de Vallecas en la presentación de Miguel Molero que habló sobre la historia de Vallecas, me pareció interesante lo qu dijo.
ResponderEliminar