Jorge Bustos (Madrid, 1982) escribe en el
diario El Mundo y colabora asiduamente
en diferentes medios de comunicación. Es, sin lugar a dudas, una de las voces
más prometedoras del periodismo actual, como demuestran los artículos que
forman parte de este libro, El hígado de
Prometeo, finalista en 2016 del Premio Internacional de Ensayo Jovellanos.
Bustos es autor también de La granja humana, libro a mitad de camino entre la reflexión ensayística y el
análisis periodístico de la actualidad.
Su
nuevo libro está formado por conferencias y artículos publicados en diferentes
revistas culturales y de actualidad. El hilo conductor está marcado por el
texto que abre el libro, “El hígado de Prometeo”, una conferencia que dictó en
2014 en Madrid y que intenta ser una radiografía muy personal de “las raíces
culturales del futuro”.
Tiene Bustos
excelentes intuiciones intelectuales con las que justifica su certera
interpretación de lo que está pasando en la actualidad en el mundo de las ideas
culturales. En este texto realiza una apasionada defensa de los valores
humanistas, que siguen estando vigentes a pesar del auge de la filosofía de la
sospecha y de lo que George Steiner ha llamado “el fascismo de la vulgaridad”.
Piensa Bustos que la posmodernidad es “un infantilismo masivo de Occidente”, pero
no discute su dictadura en los medios de comunicación y en los ámbitos
culturales, creando un nuevo paradigma cultural que nace de “la agonía de la
edad del humanismo”. El autor defiende que
estas amenazas, potentes (“nunca fue tan osada la ignorancia”), no conseguirán
derribar los ideales humanistas. Esta conferencia contiene, pues, las claves
para entender el pensamiento de fondo de Jorge Bustos, defensor del canon
occidental cultural, la base de su pensamiento y de su profunda formación
cultural.
Sorprende
la familiaridad con la que en esta conferencia, y a lo largo de todo el libro,
Bustos cita a los clásicos. Sus referencias culturales son amplias y variadas,
lo que le permite criticar de manera original, distante, “melancólica y
desabrida”, los vaivenes de la actualidad, vista con una mirada humanista, que
en su caso define como de “pesimista
ilustrado”. Pero Bustos tiene una acusada vena periodística que se traslada a
su estilo, efectivo y contemporáneo, nada grave ni acartonado, y a sus numerosas
referencias éticas, filosóficas, culturales, que siempre conecta con anécdotas
actuales. Su punto de partida es una realidad que conoce muy bien y que,
además, sabe interpretar de manera crítica, irónica y con mucho sentido del
humor.
Esta
sobredosis de realidad se analiza también detalladamente en el segundo texto de
este libro, un artículo en el que describe la realidad española y hace una interpretación
muy recomendable de las grandes líneas de la vida política y cultural. Divide
Bustos en cuatro las tendencias dominantes del pensamiento político actual:
socialdemócratas, liberales, izquierdistas y conservadores. Su lúcido análisis,
clarividente y a veces corrosivo, explica muchas claves de maneras de funcionar
y de tópicos instalados en la vida política y en la opinión pública que Bustos desgrana
con otros ejemplos en sus artículos periodísticos.
De
todos ellos, merece la pena destacar algunas constantes. Por ejemplo, su
conocimiento y admiración por un grupo de periodistas españoles del siglo XX,
hoy muy valorados y editados, que elevaron la calidad literaria del periodismo
español. Para Bustos, son sus maestros y vemos en sus artículos la influencia
de todos ellos: Manuel Chaves Nogales, Julio Camba, Josep Pla, César González
Ruano y Wenceslao Fernández Flórez. También alaba Bustos a otro escritor, el
colombiano Nicolás Gómez Dávila, “el hombre que nos vengó de la modernidad”, de
quien toma muchas ideas de sus escolios y la cita programática con la que se
abre este libro: “La lucha contra el mundo moderno tiene que ser solitaria.
Donde hay dos hay traición”.
Luego,
al hilo de noticias de actualidad, escribe sobre otros escritores y artistas
claves para entender el presente, como Chesterton, Eugenio Xammar, Stefan
Zweig, Hannah Arendt, Salvador Dalí… Concluye el libro con una serie de
artículos muy divertidos con los que el autor ridiculiza algunos tics
culturales dominantes, como el “prestigio intelectual del coaching”, una vista
a un SPA, la omnipresencia de las series de TV, la agotadora metáfora del selfie, la inevitable convivencia con las
redes sociales y la funesta moda de los programas televisivos dedicados a la cocina.
La
defensa del humanismo, en las grandes ideas y en las pequeñas tendencias
culturales, se manifiesta además en un manejo del idioma muy dinámico y vital,
de sorprendente calidad literaria, plagado de múltiples referencias a libros,
películas, anuncios, declaraciones de políticos de actualidad, frases y
tendencias de moda. Bustos, como sus declarados maestros periodísticos, tiene
la habilidad de no aburrir y de encontrar entretenidos argumentos para resaltar
sus humanistas puntos de vista.
Bajo la fórmula
del articulismo literario encontramos a un escritor que huye de la
superficialidad, que se burla de los tópicos y de los valores políticamente
correctos y que pone el dedo en la llaga, con mucho humor, en las enfermedades
de nuestro tiempo, para las que propone como medicina el redescubrimiento de la
cultura y los valores clásicos y el regreso a la lectura: “el que no lee a los
clásicos no llega a ser del todo humano”.
El hígado de Prometeo
Jorge
Bustos
Nobel.
Oviedo (2016)
292
págs. 20 €.
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