“Quizá ningún
escritor me haya deparado tantas horas felices como Chesterton”,
escribió el escritor argentino Jorge Luis Borges, auténtico
apasionado de la polifacética obra del escritor inglés. Luis Daniel
González, escritor, crítico literario y especialista en literatura
infantil y juvenil (es autor de un blog y un diccionario de
literatura infantil y juvenil titulado Bienvenidos a la fiesta) podría afirmar lo mismo que Borges,
pues desde hace años se ha convertido en un especialista en
Chesterton, comentando asiduamente las muchas reediciones que se han
publicado en nuestro país de sus obras. Y es que Chesterton
(1874-1936) es un autor que sigue despertando un inusitado interés
entre todo tipo de lectores. Los hay que prefieren sus novelas, sus
siempre atractivos y modernos artículos periodísticos, sus ensayos
apologéticos o los entretenidos relatos policiacos protagonizados
por el padre Brown. En Gramática de la gratitud comenta “todos los libros de G. K. Chesterton”,
empresa ardua pues todavía hoy siguen rescatándose nuevos títulos
y artículos pues, para complicar más las cosas, fue un asiduo
colaborador de numerosas publicaciones periodísticas.
El libro de Luis Daniel
González comienza con una útil información biográfica,
presentando los libros que se han publicado sobre Chesterton, entre
los que destaca especialmente tres biografías: la de Joseph Pierce,
la de Luis Ignacio Seco y la de Ian Ker. Este capítulo ofrece además
un resumen de los hechos más importantes de un escritor entregado en
cuerpo y alma al periodismo y a la cultura.
A continuación comienza
el análisis de las numerosas obras que escribió Chesterton,
empezando con los muchos libros que contienen sus innumerables y
constantes colaboraciones periodísticas, unos publicados en vida y
otros póstumamente. Comentando estos libros, su fecha de
publicación, un resumen de su contenido y los rasgos más
importantes de cada título, Luis Daniel realiza un exhaustivo
análisis del pensamiento y del estilo de Chesterton, sus
aportaciones más importantes y algunas anécdotas sobre su vida que
reflejan su atrayente personalidad y su pasión por la verdad, lo que
le llevó a debatir y confrontar sus ideas con destacados autores de
su tiempo, como con H. G. Wells y Georg Bernard Shaw, escritores con
los que polemizó en encendidos y apasionantes debates ideológicos
siempre dentro de un clima de cordialidad y de gran altura
intelectual.
En estos artículos está
desperdigado su ideario, que tiene como base su sólido compromiso
con la fe cristiana (Chesterton se convirtió al catolicismo en 1922,
aunque desde muchos años antes se consideraba ya de hecho católico),
su conocimiento de las ideas culturales y políticas más en boga y
su pasión por la literatura clásica y contemporánea. Hay también
una destacada preocupación por las cuestiones sociales, que durante
su juventud canalizó a través del socialismo y que pronto abandonó
por el distributismo, corriente social que defendía los
pequeños negocios frente a las grandes empresas y que proponía la
capacidad de organización de la gente común frente a la tiranía de
los políticos y los poderosos. Estos temas sociales, vistos con un
clarividente sentido común, proliferan en sus artículos
periodísticos y en sus ensayos. Para Luis Daniel González, “en
general, su pauta es la de tomar partido por los más débiles frente
a cualquier posición de superioridad esnob o, simplemente,
irreflexiva”.
A la hora de resaltar
algunas de las inquietudes que más aparecen en estos esciritos, el
autor de Gramática de la gratitud destaca tres puntos
fundamentales: la necesidad de vivir la vida como una gran aventura;
la gran enseñanza de la ética que contienen los cuentos de hadas,
con sus repercusiones educativas; y el vergonzoso y humillante
servilismo con el que trata nuestra sociedad a los poderosos. Estas
ideas las desarrolla Chesterton con múltiples argumentos en sus
artículos y ensayos, siempre con una profundidad que eleva
estéticamente el contenido del artículo periodístico y con una
gran altura literaria, fruto de su obsesión por el uso preciso de
las palabras.
De entre su inmensa
producción ensayística, Luis Daniel González destaca la altura
intelectual de algunos ensayos que siguen siendo muy leídos, como
Herejes, Ortodoxia, El hombre eterno, Los límites de la
cordura y Autobiografía. Sobre Ortodoxia opina el
autor que “contiene lo nuclear del pensamiento de Chesterton” y
que es “el mejor libro para conocerle”. Autobiografía es
el último libro que el autor inglés entregó a la imprenta, aunque
se publicó de manera póstuma. Sobre sus ensayos culturales y
biográficos, destaca los dedicados a Dickens y Stevenson.
A la hora de analizar
sus novelas, comenta Luis Daniel González, que “no son buenas
novelas como tales novelas”, juicio que sirve también para sus
biografías y otros ensayos históricos y biográficos. Sin embargo,
más que la estructura y la trama novelística, débiles y erráticas
en ocasiones, lo que importa son los temas de fondo que Chesterton
convierte con mucho ingenio en materia novelística. Entre sus obras
literarias brillan con luz propia los relatos que tienen como
protagonista al padre Brown, que aparecieron en cinco libros. En
ellos, en muchos artículos periodísticos y en su ensayo Cómo
escribir novelas policiacas, Chesterton demuestra ser un experto
en literatura popular y en crítica literaria. Resulta muy original
su protagonista, un sencillo sacerdote católico, y el punto de vista
que se adopta en todas las investigaciones, donde “la deducción
del padre Brown se basa en la comprensión del interior del
delincuente y no tanto en las pruebas materiales objetivas”.
Gramática de la
gratitud es, pues, un exhaustivo recorrido por la obra de un
escritor que conoció perfectamente la cultura de su tiempo y que
participó en los debates ideológicos más encendidos, muchos de
ellos con un trasfondo religioso. Chesterton supo estar a la altura
de las circunstancias debatiendo con calidad y amabilidad, mostrando
siempre el lado positivo del cristianismo y catolicismo y respetando
las opiniones contrarias. Sabía sacar partido humorístico a sus
argumentaciones y las de los contrarios, con las que mostraba de
manera plástica la debilidad e inconsistencia de buena parte del
pensamiento moderno. Gramática de la gratitud, con palabras
de su autor, “da una idea lo más completa posible del pensamiento,
las argumentaciones y el estilo personal de Chesterton”. El rasgo
que más se destaca es su permanente actualidad: “es asombroso que
podamos leer sus textos de hace un siglo con admiración no sólo por
su destreza literaria sino por el acierto y la actualidad de sus
análisis”.
Gramática de la
gratitud
Luis Daniel GonzálezBiblioteca Online. (2013)
4,99 €. (digital).
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