Socio
de la casa de subastas de Berlín Villa Grisebach y director del
suplemento literario de Die Zeit, el historiador y periodista
Florian Illies (1971) busca en este original libro captar el ambiente
artístico centroeuropeo en un momento crucial para la historia de
Europa, 1913, justo un año antes de la primera Guerra Mundial,
suceso que supuso la agonía y la devastación del mundo
decimonónico.
Illies selecciona a un
grupo de artistas, escritores, intelectuales y a través de
anécdotas, citas, apuntes, fragmentos de diarios, de artículos
periodísticos... relacionados con sus vidas, describe de manera
cronológica las vicisitudes y vivencias de 1913. Con todas ellas,
consigue atrapar el clima artístico y moral de una bulliciosa
generación que puso patas arriba el arte, la cultura y la
sociología. En nombre de la modernidad, se alimentaron novedosas
formas artísticas que tuvieron también su incidencia en los modos
de vida, pues el artista no solamente lo era por sus creaciones
artísticas sino también por la relación con su propia vida. Con el
arte, con la moda y con la vida se escenificó el combate entre la
tradición y la modernidad. Si a los representantes de la tradición
les costaba entender y asimilar los drásticos cambios conceptuales
que traía consigo la modernidad, los modernos viven obsesionados por
la sorpresa y la pirueta novedosa, a veces insustancial, epidérmica
y sin miedo al ridículo, sometidos a la constante tentación de
epatar a una burguesía que empieza a notar cómo a su alrededor se
resquebraja su sólido mundo artístico, político y moral.
Entre los personajes que
aparecen en estas páginas, unos de manera más constante y otros
como simples referencias anecdóticas, se encuentran Hitler y Stalin
cuando todavía no eran conocidos y despliegan una vida anónima y
vulgar (Hitler se dedicaba a pintar sencillos cuadros costumbristas);
Freud vive con pasión nerviosa su enfrentamiento con C. G. Jung,
quien se ha atrevido a cuestionar algunas de sus teorías
psicoanalíticas. Rilke viaja constantemente acompañado de sus
numerosas protectoras; Alma Mahler y Oskar Kokoschka protagonizan una
apasionada y convulsa relación sentimental que el pintor,
obsesionado con Alma, traslada a sus creaciones; Thomas Mann, en
medio de una crisis personal, planea nuevas obras literarias; Marchel
Duchamp se convierte, con Picasso, en el estandarte de un tipo de
arte imaginativo que rompe definitivamente con la tradición
figurativa. Los futuristas lanzan sus alocadas proclamas contra el
realismo y a favor de la velocidad. Kafka no consigue estabilizar su
relación con Felice por culpa de su depresiva neurastenia... Y
mientras tanto, Oscar Spengler escribe La decadencia de Occidente,
ensayo sobre la agonía de un mundo en proceso de descomposición,
sensación a la que contribuye el naufragio en 1912 del Titanic,
símbolo de que todo está a punto de desaparecer y naufragar.
Otros muchos personajes
aparecen y desaparecen por estas páginas, como Jünger, Virginia
Wolf, Karl Kraus, Musil y Proust, además de algunas anécdotas
históricas, como la recuperación en Florencia de la Mona Lisa
tras su sonado robo en París. El autor ha escogido como principal
escenario Viena y otras ciudades del imperio austrohúngaro y Prusia;
en menor medida también aparecen París, Londres y otras capitales
europeas.
1913. Un año hace
cien años
Florian
IlliesSalamandra. Barcelona (2013)
320 págs. 19 €.
T.o.: 1913. Der Sommer des Jahrhunderts.
Un buen libro
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